En torno a 600.000 pacientes españoles se benefician de estos tratamientos



4 mar. 2014 14:05H
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Redacción. Madrid
La creciente prevalencia de enfermedades crónicas conlleva un aumento de la frecuentación de los servicios sanitarios, la polimedicación y el deterioro de la calidad de vida de los pacientes. Ante esta situación, las terapias respiratorias domiciliarias (TDR) “se han convertido en una alternativa terapéutica destinada a mejorar la calidad de vida de los pacientes con enfermedades respiratorias crónicas”, ha asegurado la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ) en un comunicado.

“La importancia de la indicación de terapias respiratorias domiciliarias en pacientes crónicos recae en los beneficios que aportan a la calidad y esperanza de vida de los pacientes”, ha asegurado Eusebi Chiner, neumólogo y coordinador del Año Separ 2014 de las terapias respiratorias domiciliarias. Además, supone un beneficio para el conjunto del sistema, ya que “evitan la frecuentación y saturación de los servicios sanitarios, reducen las hospitalizaciones y, en consecuencia, contribuyen a la reducción de costes sanitarios”.

Eusebi Chiner, coordinador del Año Separ 2014 de las terapias respiratorias domiciliarias, y Pilar de Lucas, presidenta de Separ.

Actualmente, el número de pacientes en tratamiento con TDR en España supera los 600.000. “En términos de inversión sanitaria, las enfermedades crónicas suponen en España un 75 por ciento del total, y las respiratorias un tercio de ellas”, ha explicado Chiner. Según ha apuntado Separ en un comunicado, “ante la evidencia de la beneficiosa relación coste-beneficio de esta terapia, el profesional sanitario adquiere la responsabilidad directa de la educación de los pacientes, del control de la adherencia al tratamiento personalizado y de la detección de efectos adversos y complicaciones. La educación y la difusión de conocimiento a pacientes y cuidadores es fundamental para una obtener unos resultados más efectivos. “El propio paciente y sus cuidadores son corresponsables en los procesos de auto cuidado, en el conocimiento de la propia enfermedad y en el uso y cumplimiento adecuado de las TRD para mejorar su evolución”, ha concluido Chiner.

El papel de las sociedades científicas

El papel de las sociedades científicas es clave para promover estudios que  permitan resolver cuestiones existentes respecto a las indicaciones de la prescripción de las TRD, así como de su control y seguimiento. “La elaboración de guías y estándares que reúnan criterios de actuación y de derivación permite lograr una atención igualitaria y multidisciplinar, independientemente del tipo de centro hospitalario. Con dicha dedicación a la investigación clínica también contribuimos a mejorar el grado de conocimiento y asistencia sanitaria de los profesionales, consiguiendo una mejora significativa en el pronóstico y evolución de los pacientes con problemas crónicos de salud respiratoria. Al propio tiempo, las empresas implicadas en las TRD están trabajando estrechamente con el personal sanitario, con la Administración sanitaria y con los pacientes, actuando como auténticos socios de los servicios de salud”, ha asegurado Chiner.

En este sentido, la Separ ha declarado el 2014 Año del Paciente Crónico y las Terapias Respiratorias Domiciliarias. “Para Separ es una gran oportunidad liderar el avance de los servicios y la mejora de las tecnologías sanitarias actuales y tener la oportunidad de diseñar nuevos modelos de relación entre enfermos respiratorios, profesionales, administración y empresas prestadoras de servicios sanitarios, siempre teniendo en cuenta la mejora de la calidad de vida de nuestros pacientes”, ha afirmado Pilar de Lucas, presidenta de Separ.
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