Un informe de la OCDE evidencia que España está lejos de la vanguardia

España suspende en su preparación para tratar la información sanitaria
España necesita mejorar en la gestión de la información que genera el sistema sanitario.


24 feb. 2017 9:15H
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POR REDACCIÓN
España no está lo suficientemente preparada para gestionar y tratar la información procedente de sus diferentes sistemas de salud y, por ende, mejorar la calidad del servicio en base a ello. Así lo indica un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) acerca de la gestión del acceso, el valor y la sostenibilidad de las nuevas tecnologías sanitarias.

En el informe se destaca la necesidad de un “enfoque integral y cíclico” de la gestión de la tecnología vinculada a la salud para “mitigar los riesgos clínicos y financieros” y garantizar así una relación calidad-precio razonable en los sistemas sanitarios. Así, se analiza cómo deben adaptarse los modelos de salud y los responsables de gestionar y aplicar las políticas sanitarias en términos de desarrollo, evaluación y adopción de tecnologías.

En ese sentido, el documento examina cómo los sistemas de salud pueden hacer un mejor uso de los datos de los datos que recaban y de las tecnologías para mejorar la calidad de sus servicios. En la evaluación de este apartado, en lo referido a la preparación para gestionar los datos procedentes del sistema de salud y generar información útil para mejorar la calidad, España suspende.

En una tabla en la que se evalúan los impedimentos legales presentes en los diferentes países relacionados con el uso de los datos clínicos, los usos secundarios de los mismos contemplados en las políticas nacionales, la creación de bases de datos procedentes de los historiales médicos y la contribución de estos a estudios, España solo obtiene 1 punto sobre un máximo de tres.  En concreto, lo consigue en el apartado referido a la creación de bases de datos a partir de los historiales clínicos.

Con esta puntuación, España se ubica en una posición media-baja en la cual se ve superada por países como Reino Unido, Dinamarca, Finlandia o México. Empata con Croacia, Chile o Suiza y supera a naciones como Australia, Austria o República Checa.

La gráfica incluida en el informe de la OCDE.

Por otro lado, en una gráfica en la que se mide la relación entre la preparación técnica y operacional y la capacidad para la gestión de datos, se retrata la posición media-baja de España, que se ve superada ampliamente por Finlandia, Reino Unido, Singapur, Suecia, Dinamarca o Nueva Zelanda.

El informe de la OCDE destaca que muchos países están desarrollando los conjuntos de datos recopilados en sus registros electrónicos de salud con el propósito de “mejorar la calidad y monitorizar” el desempeños de sus sistemas. Sin embargo, advierte de que “los países están en puntos muy diferentes” en este aspecto. En esa situación se enmarca la posición de España, que todavía debe mejorar mucho, principalmente en su preparación para gestionar los datos, para equipararse a las naciones situadas en la vanguardia en lo que se refiere a la tecnología sanitaria y su aplicación para mejorar la calidad del sistema.
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