El secretario general de la organización defiende que la investigación es un ámbito competitivo y las instituciones tienen derecho a fichar a los mejores



9 sept. 2013 11:31H
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Redacción. Barcelona
El director del Vall d'Hebron Institut de Recerca (Vhir) y secretario general de la Confederación de Sociedades Científicas de España (Cosce), Joan Comella, y el presidente de la Associació Catalana d'Entitats de Recerca (Cerca) y director del Institut Català de Ciències Fotòniques (Icfo), Lluís Torner, han reclamado "cambios profundos" en el sistema funcionarial de la investigación española.

Joan Comella, secretario general de Cosce.

En una entrevista de Europa Press, Comella ha lamentado que "la gran masa investigadora en España es funcionarial y funciona a través de presupuesto", con instituciones poco eficientes, y ha reclamado un sistema más eficiente basado en el mérito.

"Al final de todo, la igualdad que no está basada en el mérito es lo más injusto: que reconozcan igual a alguien que trabaja mucho con quien no hace nada es la igualdad más injusta", ha deplorado, y pide a los centros más autonomía. Ha reclamado que "quien lo haga mejor reciba más dinero, y quien lo hace peor, en última instancia, lo que debería hacer es cerrar", ha remarcado el representante de la Cosce, una parte de la cual ha reclamado estos cambios últimamente.

Según Comella, la investigación es un ámbito competitivo, y las instituciones tienen derecho a fichar a los mejores, como sucede en una gran parte de los centros de investigación catalanes, donde hay una pequeña participación pública y gozan de gran autonomía.

Ha criticado que el modelo funcionarial aplicado en la investigación "acaba pervirtiendo el sistema porque hace que acabe habiendo una casta que no se le valore por sus méritos", y ha puesto como ejemplo de esta práctica a las universidades y al Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que ha dicho que no quiere desacreditar.

"En el CSIC probablemente están los mejores investigadores de España, pero lo son porque ellos quieren e individualmente hacen el esfuerzo de serlo, porque la institución no se lo reconoce", según él, y ha señalado que la principal diferencia con el Vhir es que éste puede seleccionar a los mejores perfiles, mientras que en el CSIC la selección se basa en un filtro inicial.

En su opinión, "todos los sistemas funcionariales tienen poca flexibilidad y movilidad, y esto va en contra de la filosofía y la calidad y la excelencia", además de que en tiempos de crisis acaban perdiendo los que tienen más autonomía. También en declaraciones a Europa Press, Lluís Torner ha visto "completamente imprescindible" cambiar la estructura de investigación española, y ha lamentado que hay mucho talento en las universidades españolas que les cuesta mostrarlo porque las reglas son rígidas y lentas.

"Es como bañarse en una piscina de miel, en que cuesta mucho moverse", ha ejemplificado Torner, que cita a laboratorios como el Centre de Regulació Genòmica (CRG) como una muestra de centro con pocos recursos que funciona de forma distinta, con mejos funcionarios y mucha flexibilidad.

“La ciencia no es una prioridad”

Comella ha criticado que para el Gobierno central "la ciencia no es una prioridad", y tanto es así que el Vhir ha sufrido desde 2008 un recorte acumulado del 30% por parte del Estado, aunque ha logrado mantener el presupuesto gracias a la búsqueda de fuentes de financiación internacionales. De hecho, el Vhir contaba en 2009 con 34,9 millones de euros de presupuesto, y en 2012 llegó a los 36,8 millones, gracias a la política de búsqueda de ingresos de fuera.

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