“Estamos cogiendo velocidad de crucero”, asegura



9 nov. 2014 11:24H
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Enrique Pita / Imagen: Miguel Fernández de Vega. Madrid
El Sistema Nacional de Salud ha carecido tradicionalmente de estudios detallados y en profundidad de la eficiencia que tendría la incorporación de nuevas tecnologías sanitarias y fármacos a los hospitales. Precisamente es este hueco el que ha querido llenar HM Hospitales con su Instituto de Validación de Eficiencia Clínica (IVEC), que ha alcanzado ya acuerdos con varias compañías para evaluar en la práctica diaria sus nuevos productos. Su director, Fernando Vidal Vanaclocha, ha analizado con Redacción Médica estos seis meses de vida del IVEC y sus perspectivas de presente y futuro.

¿De dónde parte la idea de levantar un proyecto como este Instituto de Validación de Eficiencia Clínica (IVEC)?

Como sabe estamos en un tiempo de crisis y de cambio. Un tiempo que viene precedido por un gran impulso al desarrollo tecnológico que se ha producido en los últimos 50 años y que ha venido soportado por la innovación académica, por la innovación tecnológica de centros muy especializados y que además ha tenido una eficiente traslación a la industria.

Como consecuencia, en estos últimos diez años nos encontramos con un conjunto inesperado de tecnologías que de una forma aparentemente eficaz nos están ayudando a la actividad asistencial, a resolver problemas que hasta ahora eran muy costosos, que por otro lado su incorporación a los hospitales es todo un reto, etc. Todo esto nos ha obligado a crear un instrumento que por un lado permita la evaluación de la eficiencia de estas tecnologías en el ámbito asistencial, y por otro lado el poder evaluar el coste que esto representa para la sanidad globalmente, para la economía de una empresa como la nuestra dentro de una corporación asistencial privada, y dentro de ella, en la cuenta de resultados de cada servicio.

Por consiguiente, parece como si la creación de un instituto de validación, de evaluación de la eficiencia clínica y de los costes de estas nuevas tecnologías es imprescindible.

¿Hay mucha diferencia en las formas en que adopta tecnología el sector público y el privado?

Hay diferencias, sí. Hay diferencias que están en la propia cultura de las instituciones, que están en la propia celeridad con la que estas tecnologías o estos instrumentos de uso asistencial se incorporan, y está también en la preparación de las personas que las van a utilizar. Todo esto hace muy complejo el sistema.

¿Qué acogida ha tenido el IVEC entre las empresas a las que se lo han presentado?

Es un instituto muy novedoso en España. Posiblemente sea uno de los primeros centros privados de validación de la eficiencia clínica en nuestro país. Existen iniciativas públicas, pero desde el sector privado esto está mucho más retrasado.

La acogida ha sido extraordinaria. La mayor parte de las empresas multinacionales del sector tecnológico sanitario han contactado con nosotros sin haber hecho ninguna publicidad, y tan solo con haber trasladado a la prensa la existencia del instituto un conjunto heterogéneo de empresas tecnológicas de nuestro sector, tanto de EEUU como europeas, han contactado con nosotros buscando oportunidades para la evaluación de sus productos, algo que en España hasta este momento nunca se había ponderado desde el punto de vista del coste-eficiencia y del coste-beneficio en los pacientes.

Entiendo que su trabajo diferencia esa efectividad en función del lugar donde se implantaría esa tecnología…

Como sabe, las nuevas tecnologías tienen siempre un aspecto novedoso desde el punto de vista operativo y tecnológico y también tienen otro aspecto que es el que rodea y representa la logística y el modus operandi con el que ese equipamiento nuevo se va a introducir en la clínica.

Por parte de HM Hospitales existe ya una tradición de incorporación de nuevas tecnologías asistenciales enormemente estratégica. Casi todos nuestros servicios clínicos, sobre todo hospitalarios pero también algunos ambulatorios, están dotados como es lógico de las tecnologías más avanzadas que están en este momento a nuestra disposición. Este es el motivo por el que el personal de nuestra corporación asistencial está preparado para poder evaluar e incorporar estas nuevas tecnologías y cuantificar exactamente lo que representan desde el punto de vista de costes, desde el punto de vista de beneficios, desde el punto de vista de la eficiencia, la efectividad y la eficacia.

Hablaba de la Administración…en los últimos tiempos el Gobierno central ha intentado poner en marcha una red de agencias de evaluación de tecnologías sanitarias que coordina el Instituto de Salud Carlos III, pero quizá no ha sido capaz de llenar un vacío que la industria ha reclamado tradicionalmente…

Sin duda alguna. Lo primero que a lo mejor tiene que hacer, aparte de crear estos centros que obviamente son esenciales e imprescindibles, es adaptar sus propias infraestructuras sanitarias para poder evaluar correctamente lo que estos institutos pretenden hacer.

Existe ahí un doble reto. Por un lado, el que ya ha acometido el Gobierno creando estas instituciones, y por otro, el que tiene que acometer identificando los centros, los modelos clínicos y las oportunidades de contexto asistencial para poder evaluar estas nuevas tecnologías, cosa que nosotros, desde el punto de vista operativo, estamos haciendo ya con una gran celeridad incluso antes de haber creado el propio IVEC.

¿Qué relación mantienen con esa red de agencias públicas?

Por el momento ninguna. Como sabe nuestro centro es muy joven, tiene unos meses de vida. En estos momentos estamos cogiendo velocidad de crucero gracias al interés y al entusiasmo de numerosas multinacionales tecnológicas que se han ofrecido y han suscrito con nosotros contratos para poder evaluar tecnologías nuevas, pero de momento no damos abasto en este sentido y creo que lo que tenemos que hacer es seguir desarrollando nuestros proyectos con seriedad, ofreciendo información que nos piden las empresas con las que hemos alcanzado convenios y a partir de ahí ya veremos.

Ha hablado de la industria de tecnología sanitaria, pero en la presentación del IVEC mencionaron también los fármacos o las nuevas tecnologías de la información. ¿Están encontrando eco en esos sectores?

HM Hospitales ya realiza innumerables ensayos clínicos de fase I, II, III, etc., a través de acuerdos que suscribe con multinacionales farmacéuticas. Quizá lo que en este momento se ha pretendido con este centro ha sido ofrecer otro aspecto que hasta ahora no estaba formalmente creado que ha sido el de la validación de tecnologías sanitarias, desde tecnologías de imagen, equipamiento quirúrgico, tecnologías de examen médico de lo más diverso, tecnologías informáticas para el seguimiento y monitorización de pacientes, y por supuesto esto siempre va asociado a fármacos, porque quizá ese fármaco necesita las tecnologías para poder ser descubierta su eficacia en algunos aspectos cuantificables que hasta ahora no se tenía en cuenta.

¿Con qué equipo profesional cuenta el IVEC?

Quizá esto es lo que nos puede diferenciar de más entidades e iniciativas públicas. HM Hospitales es una entidad privada volcada a la mejora de la calidad asistencial a sus pacientes a través de la medicina personalizada y primero desarrolló una infraestructura de calidad asistencial; a continuación desarrolló una infraestructura para la formación médica; después ha implementado su potencial investigador clínico y traslacional, y todo esto es el sustrato en el que entra este nuevo instituto.

El director del IVEc, Fernando Vidal Vanaclocha, durante la entrevista.


Es decir, entra a formar parte de una corporación que es una plataforma multidisciplinar que aborda integralmente todos los aspectos relativos a la educación, la asistencia, la formación y la investigación médica, con lo que nuestros recursos en este momento son enormemente complejos y enormemente ricos para cada modelo en el que evaluamos nuevas tecnologías. Por tanto, el IVEC evalúa sus tecnologías sobre la base de esta plataforma asistencial contando con expertos que investigan en modelos clínicos en los que se puede validar la eficiencia clínica de nuevas tecnologías y por último, aprovecha la oportunidad de la investigación para que estos mismos proyectos puedan ofrecer oportunidades para profundizar en aspectos biosanitarios y financieros de la actividad asistencial que algunos de los implicados pueden realizar.

¿En qué áreas están trabajando?

Las áreas en las que hasta este momento hemos lanzado más el proyecto han sido endocrinometabólicas, de riesgo cardiovascular, neurológicas, etc. Son áreas de gran desarrollo asistencial y que en este momento demandan unos estudios para buscar las mejores tecnologías, que ahorren costes y que al mismo tiempo mejoren los ratios de resultados sanitarios en concepto de tiempo de estancia en el hospital, de supervivencia, de tiempo libre de enfermedad, etc.

¿Ha cambiado mucho en los últimos años la perspectiva que tiene el conjunto del sistema sanitario de la necesidad de evaluar?

Evidentemente. Ha cambiado nuestro sistema y estamos en uno en el que debemos buscar la sostenibilidad en el ahorro y en la eficiencia y la efectividad de lo que hacemos cada uno de nosotros trabajando en nuestras instituciones. No podemos derrochar, hemos de ser efectivos, debemos dar incluso mejores resultados y hemos de aprovechar la incorporación de nuevas tecnologías.

Para todo eso es imprescindible en estos momentos tener esos centros. Probablemente el nuestro sea uno de los primeros, pero no el último. Muchas corporaciones privadas y públicas van a tener la obligación de incorporar este tipo de plataformas de validación clínica de la eficiencia y la efectividad de las nuevas tecnologías.

¿Qué valoración hace de estos seis meses de andadura?

Desde el punto de vista interno ha representado un reto. Numerosos facultativos de HM Hospitales han tenido mucho interés en buscar y colaborar con nosotros en la realización de este tipo de proyectos, porque gracias a ellos van a incorporar tecnologías con más celeridad. Además, también les va a permitir evaluar la conveniencia o no de adquirirlas, porque si los costes-beneficio o la eficiencia no son adecuadas, las descartarán a pesar de la influencia del mercado. Desde ese punto de vista la valoración es muy importante.

Por otro lado, también es positivo el hecho de que nuestros hospitales se hayan convertido realmente en una plataforma de contribución al bien público, porque vamos a ayudar al sistema público, al Gobierno, a conocer con precisión el valor, el coste y la eficiencia de tecnologías que ya vienen evaluadas desde fuera, pero en unos contextos que no son los españoles, por lo que creo que vamos a hacer una buena aportación en esa discrepancia entre lo que ya viene asociado a la tecnología desde el fabricante y lo que realmente representa el examen que hacemos aquí.

¿Qué objetivos se marcan a corto-medio plazo?

Queremos crear un catálogo de modelos clínicos idóneos para la evaluación de la calidad y de la eficiencia de estas tecnologías. Este modelo de catálogo se está desarrollando ya y va a incorporar áreas tanto en aspectos vasculares como neurológicos, enfermedades degenerativas, enfermedades que requieren la medicina regenerativa y la terapia celular, etc.

Vamos a estar muy abiertos a absorber tecnologías de lo más diversas, pero también nosotros nos hemos de preparar, y por eso creo que nuestra corporación, que es muy diversa desde el punto de vista asistencial, nos ofrece una gran oportunidad con un centro posiblemente pionero en nuestro país y de los más competitivos en Europa para poder contribuir a esa traslación de la tecnología a las necesidades asistenciales de nuestros pacientes.

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