Inmaculada Herrador destaca que estas permiten recuperar la actividad familiar y laboral

Inmaculada Herrador
Inmaculada Herrador.


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La presidenta del Comité Organizador del XXXIV Congreso de la Asociación Andaluza del Dolor, Inmaculada Herrador, destaca el orgullo de celebrar el encuentro en Córdoba y en el Hospital Universitario Reina Sofía, donde ha desarrollado su carrera durante más de tres décadas. En la cita se abordarán los retos del envejecimiento poblacional, las terapias intervencionistas y las nuevas tecnologías aplicadas al tratamiento del dolor, sin olvidar la humanización, la psicología y la seguridad del paciente.

¿Qué supone para usted, como cordobesa y presidenta del Comité Organizador, que esta nueva edición se celebre en su ciudad?

Para mí es un orgullo y una satisfacción inmensa que la XXXIV edición del congreso de la AAD (Asociación Andaluza de Dolor) reúna en mi ciudad y en el Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba, en el que he desarrollado mi carrera profesional desde hace 34 años, a los médicos referentes más importantes de dolor de las Unidades de dolor de Andalucía y de algunos hospitales de España.

Quiero también agradecer al presidente actual de la AAD, Velázquez Rivera, la ayuda que me ha prestado para llevarlo a cabo, dada su experiencia en este terreno.

¿Qué avances o debates del programa considera más relevantes en ese objetivo de mejorar la calidad asistencial y la visibilidad del dolor crónico?

Se está produciendo un hecho social importante: el envejecimiento de la población, que conlleva un aumento de patología degenerativa, por ejemplo, de columna, como lumbalgia, lumbociatalgia, estenosis de canal, degeneración raquídea lumbosacra, listesis, problemas de artrosis en diferentes articulaciones, etc., en pacientes que no son candidatos a intervención quirúrgica o la desestiman por el riesgo que presentan.

Debemos insistir en que, salvo casos puntuales, los pacientes se podrían beneficiar de realizar técnicas intervencionistas para mejorar su actividad y calidad de vida. Nuestro objetivo es reinsertarlos a la vida familiar y laboral, y en el 80% de los casos lo conseguimos. 

¿Qué papel tienen los talleres prácticos en la formación continua de los profesionales y en la actualización de las técnicas intervencionistas?

Los talleres prácticos permiten intercambiar conocimientos entre profesionales y realizar práctica clínica con pacientes reales, lo que aporta una formación práctica muy valiosa para aquellos profesionales que inician su formación en el tratamiento del dolor y que, con los años, liderarán unidades.

¿Qué tendencias o innovaciones tecnológicas destacaría en el tratamiento del dolor lumbar y en las terapias de estimulación?

Mantenemos la radiofrecuencia, tanto convencional como pulsada y de alto voltaje. Esta última es muy eficaz en diferentes cuadros dolorosos. Se le está dando mucha importancia al dolor de origen discógeno y vertebrogénico, donde las técnicas intervencionistas no están introducidas en todos los hospitales de nuestro entorno y, concretamente, en el vertebrogénico aún hay mucho por investigar.

También destaca un dispositivo recientemente usado que permite realizar foraminectomía en pacientes que presentan estrechez en el foramen vertebral y comprime a su salida el nervio, provocando el llamado dolor irradiado. Referente a la estimulación, cada vez más las nuevas tecnologías, con la inteligencia artificial a la vanguardia, permiten dar pasos agigantados en la optimización de los sistemas que se implantan a nuestros pacientes.

Asimismo, habrá una mesa sobre estimulación del nervio vago y de terapias novedosas, como la estimulación magnética transcraneal. Y en infusión intratecal, hablaremos de un fármaco que ya teníamos y que ha adquirido importante relevancia para determinados tipos de dolor cuando otras alternativas nos han fallado.

¿Por qué era importante incluir las dimensiones de humanización, psicología del dolor y seguridad del paciente en un congreso centrado en el dolor?

Porque el dolor se considera una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada a una lesión hística real o potencial, que cada paciente vive según sus creencias, vivencias anteriores, estado anímico, nivel cultural… de ahí que sea muy importantes tener presentes la psicología y la humanización; esto significa que, ante la misma causa que provoque un determinado dolor, la respuesta es muy variable de unos pacientes a otros  y juegan factores psicosociales que podrían mediar en los resultados de los tratamientos.

Por otro lado, todo acto médico debe realizarse con seguridad para evitar errores ya que ello minimiza los riesgos, mejorando así el bienestar y la salud del paciente.

¿Qué papel han tenido los apoyos institucionales y de la industria colaboradora en la organización del congreso?

La industria juega un papel fundamental e imprescindible, ya que aporta el apoyo económico indispensable para poder llevar a cabo estas reuniones de expertos. Por ello, quiero agradecérselo en primera persona porque sin su ayuda esto, no sería posible.

También quiero agradecer a la Gerencia del Hospital Reina Sofía, Triviño Tarradas, a la jefa de Servicio de Anestesiología, Pérez Navero, y al Ayuntamiento de Córdoba que nos hayan facilitado las infraestructuras necesarias para el desarrollo del evento.

¿Qué mensaje le gustaría dejar a los profesionales que participarán en esta edición?

Que continuemos fomentando estas reuniones de enriquecimiento y aprendizaje entre los profesionales y, sobre todo, pedir a la industria que nos siga apoyando para que sean posibles.
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