Sanidad condecora al buzo español que participó en el rescate de Tailandia

Lo que pudo ser un drama se ha convertido en una historia con final feliz. Tras 18 días atrapados en el interior de una cueva anegada por las lluvias monzónicas, los 12 niños tailandeses y su monitor que se vieron sorprendidos en una excursión por el repentino crecimiento de las aguas fueron rescatados este miércoles sanos y salvos.


Raigal ha participado en las labores de rescate en la cueva tailandesa como voluntario, prestando apoyo a los buzos de élite del Gobierno asiático, puesto que su especialidad no son los trabajos submarinos en cuevas. Según explicaba el portal web encastillalamancha.es, el español se dedica profesionalmente a la construcción de plantas petrolíferas en el mar, donde también se tiene que enfrentar a situaciones complicadas y estar mucho tiempo sumergido, de ahí que haya podido prestar su ayuda en esta operación.

De acuerdo con esta información, el español habría trabajado en los pasadizos intermedios de la cueva para facilitar bombonas de oxígeno a los buzos de élite tailandeses, ya que desde la entrada de la cueva se podía tardar hasta ocho horas en llegar hasta donde se encontraban atrapados los niños.

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Fernando Raigal ha participado en las labores de rescate en la cueva tailandesa como voluntario, prestando apoyo a los buzos de élite del Gobierno asiático

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El Ministerio de Sanidad ha explicado en una nota que Fernando Raigal, oriundo de Ciudad Real y de 33 años de edad, "arriesgó su vida para salvar la de los niños que se encontraban en peligro", motivo por el que se le ha concedido la condecoración.

La Orden Civil de la Solidaridad Social se concede en reconocimiento a las personas físicas o jurídicas, nacionales o extranjeras, que se hayan distinguido de modo extraordinario en la promoción o desarrollo de actividades u servicios relacionados con la acción social que hayan redundado en beneficio del bienestar social.

Así fue el rescate de los niños tailandeses y su monitor

Los 12 niños y su monitor entraron a la cueva el pasado 23 de junio para realizar una visita turística, momento en el que se vieron sorprendidos por las lluvias monzónicas que anegaron la caverna y les aislaron a mucha distancia de la salida. Nueve días después de su desaparición, cuando ya nadie pensaba encontrarles con vida, unos buzos británicos que participan en las labores de rastreo les localizaron y comenzaron las labores de rescate.

Para tratar de sacarles sin percances, los buzos tailandeses optaron por enseñarles a bucear al tiempo que comenzaban a drenar los pasadizos de la cueva. La salida finalmente se produjo de forma escalonada, ya que cada uno de los atrapados tuvo que sumergirse y atravesar las cavidades inundadas acompañado por dos buzos en unas operaciones que se prolongaron durante tres días en los que fueron rescatados cuatro niños en cada jornada, mientras que el entrenador fue extraído también el tercer día. En el rescate murió un buzo voluntario tailandés.