Consideran que la actual estructura tenía unos objetivos “demasiado grandes” y aseguran que el cambio acerca el modelo investigador español al de los países punteros



11 may. 2012 15:28H
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Javier Leo. Madrid
La desaparición del Consorcio de Apoyo a la Investigación Biomédica en Red (Caiber) a partir del próximo año 2013, para convertirlo en una “red temática de investigación cooperativa de investigación clínica”, ha ocupado muchas portadas estos días, generalmente con enfoques negativos hacia la decisión tomada por Joaquín Arenas, director del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII). Redacción Médica se ha puesto en contacto con tres de los directivos del Caiber que, en contra de la idea generalizada, han coincidido en señalar que la “transformación” hacia una red “más ligera” es “razonable”, ya que los objetivos planteados por la dirección científica de Caiber eran “demasiado grandes”.

Joan Rodés.

Así lo ha expresado Joan Rodés, miembro del Consejo Rector del Caiber, quien considera “positivo” que se “adelgace” la estructura de este organismo, que “nació con el propósito de facilitar la financiación para ensayos, más allá de la industria farmacéutica”, pero que terminó con “una filosofía centralizadora y controladora” de los estudios clínicos. “Es una visión demasiado grande el intentar controlar todos los ensayos clínicos que se hacen en España, y muchos hospitales no estaban de acuerdo con ello”, asegura Rodés. La idea ahora, apunta, es “seguir dando apoyo a los investigadores pero siendo las propias instituciones las responsables de sus estudios”. “No es una mala noticia para la investigación biomédica en España”, asevera.

Xavier Carné.

En la misma línea se ha manifestado Xavier Carné, miembro del Comité Ejecutivo y del Comité Científico de la Red Europea de Ensayos Clínicos (ECRIN) y representante del Caiber en la misma, quien apunta que “la creación en cuatro o cinco años de una estructura tan grande, con el apoyo del Gobierno, ha estado muy bien vista fuera (…) pero los países punteros en investigación biomédica cuentan con estructuras centrales más pequeñas, dedicadas solo a la coordinación”, tal y como plantea el modelo “transformador” propuesto por el ISCIII. “No es malo que se replantee el modelo”, dice Carné, quien añade que “Caiber seguirá sirviendo de enlace con el resto de redes europeas”.

Antoni Trilla.

Por su parte, Antoni Trilla, responsable de Caiber en la unidad periférica del Hospital Clinic de Barcelona, una de las más potentes de la red, comenta que “lo que se propone ahora es precisamente volver a la idea original del proyecto, en la que eran las unidades las que iban al Caiber en busca de ayuda, y no el Caiber el que controlaba todo lo que tenían que hacer”. “No se nos ha fastidiado la mejor idea del mundo; era una buena idea, pero es inviable y ha crecido de forma desorganizada, desviándose de la idea original, mucho más efectiva, barata y competitiva”, ha argumentado Trilla. “Las redes de investigación son prioritarias para el ISCIII”, subraya, y por eso “hay que mandar un mensaje de tranquilidad a los investigadores, pero también decirles que hay que ir pensando en ser más competitivos y ver oportunidades más allá de las subvenciones”.


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