Los expertos en vigilancia epidemiológica reivindican más financiación para acceder a la información asistencial

La historia clínica interoperable, el "salto cualitativo" en salud pública
Inmaculada Salcedo, José Jesús Guillén, Gloria Mirada, María Isabel Moya y Vicent Villanueva.


15 dic. 2022 19:00H
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Los expertos en salud pública han hecho un llamamiento para que sus profesionales puedan tener acceso a los historiales clínicos de los pacientes de manera integrada, a la par que los médicos asistenciales puedan contar con información relevante sobre los estudios que se llevan a cabo desde el campo de la vigilancia epidemiológica. Una nueva fórmula de interoperabilidad que solo ven viable que llegue a ver la luz si se hace una auténtica inversión en tecnología que allane el camino para unir estos dos grandes repositorios.

Mesa sobre inversión en la Jornada Presente y Futuro de la Salud Pública. Vídeo al completo. 

Esta necesidad ha sido uno de los puntos en común que han compartido todos los ponentes que han participado en la mesa de debate sobre inversión económica en el seno de la Jornada Presente y Futuro de la Salud Pública que ha organizado Redacción Médica, con la colaboración de GSK, MSD, Novo Nordisk y Sanofi. La mejora económica en nuevas tecnologías se une así a otras reivindicaciones históricas del sector como ampliar las plantillas de recursos humanos, mejorar la formación de los profesionales o inyectar más fondos en investigación.

El director de Gestión Sanitaria de la Conselleria de Sanidad Universal de Comunidad Valenciana, Vicent Villanueva, ha incidido en que la interoperabilidad de los historiales se traduciría en una mejora de la atención personalizada de los pacientes. “Hay que favorecer que los datos de vigilancia, de promoción y del estado de la salud puedan converger en un conjunto accesible para todas las partes del sistema”, ha enfatizado.

Vicent Villanueva, director de Gestión Sanitaria de la Consellería de Sanidad Universal y Salud Pública de la Comunidad Valenciana. 


En esa misma línea se ha manifestado la vicepresidenta primera del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos, María Isabel Moya, que actuaba como moderadora de la conversación. A su juicio, la inversión económica para intercambiar información asistencial y epidemiológica supondrá el gran “salto cualitativo” para la salud pública, que contará con más herramientas para modular sus actuaciones. “Nos puede permitir orientar la medicina de otra manera”, ha apostado.

María Isabel Moya, vicepresidenta primera del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos.  


También ha defendido esta postura Inmaculada Salcedo, la vicepresidenta primera de la Sociedad Española de Medicina Preventiva y Salud Pública, quien ha matizado en que cualquier medida de este tipo tiene que venir acompañada también de una mayor “cualificación” de los profesionales que manejan los datos. Unos perfiles que deben tener nociones de los sistemas informáticos, pero también conocer el ámbito sanitario que analizan. “A veces tenemos a los mejores trabajando con las peores herramientas. Y eso no se puede consentir”, ha lamentado.

Por su parte, Jorge Jesús Guillén, el director general de Salud Pública de la Consejería de Salud de Murcia, ha calificado la interoperabilidad como algo “imprescindible” en el sector. Aunque se ha mostrado confiado en que el impacto de los Fondos Europeos de Recuperación permita precisamente mejorar estas conexiones informáticas entre las comunidades autónomas y el Ministerio de Sanidad. “Hay que desarrollarlo de manera eficiente”, ha apostillado.

José Jesús Guillén, director general de Salud Pública de la Consejería de Salud de Murcia. 


Gloria Mirada, vicepresidenta primera de la Asociación Española de Vacunología (AEV). 


También respalda esta nueva fórmula tecnológica Gloria Mirada, vicepresidenta primera de la Asociación Española de Vacunología (AEV), quien ha lamentado que el debate sobre la interoperabilidad no estuviera sobre la mesa durante la crisis del coronavirus. “Fue uno de los aspectos que nos cogió más desprotegidos durante la Covid-19, al menos en vigilancia de salud pública”, ha expresado.

Más allá de la necesidad de financiación en términos tecnológicos, todos los ponentes también han coincidido en el mensaje de que la inversión pública para vigilancia debe crecer hasta alcanzar un nivel que sea más competitivo con los fondos que se dedican a aspectos asistenciales. Según sus proyecciones, una mayor dotación para vigilancia o prevención es coste-eficiente, ya que terminaría aliviando el desembolso en otras partidas. “Un trasplante de hígado ronda los 90.000 euros, pero la intervención sobre el consumo de alcohol ahorraría mucho”, ha afinado Salcedo.

Inmaculada Salcedo, vicepresidenta primera de la Sociedad Española de Medicina Preventiva y Salud Pública. 

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