Redacción / María Márquez. Madrid
El Parlamento Europeo ha aprobado la norma que clarifica los derechos de los pacientes que deseen recibir asistencia sanitaria en un país de la UE distinto del suyo, estableciendo las condiciones para el reembolso de los tratamientos realizados en el extranjero e introduciendo un sistema de autorización previa que el paciente deberá obtener en el país de origen, que podrá negarse a la misma si no considera suficiente la calidad de la terapia. Los Estados miembros tendrán dos años y medio para transponer la directiva. John Dalli, comisario europeo de Salud y Política de Consumidores, ha destacado que la norma “ayudará a los pacientes que requieren un tratamiento especializado y dará lugar a una cooperación más estrecha entre los estados miembros en materia de salud, por ejemplo con el reconocimiento mutuo de las recetas”. La perspectiva española en la Eurocámara es la del diputado socialista Andrés Perelló, quien aplaude la iniciativa aunque le “sabe a poco”.
De izquierda a derecha, el eurodiputado del PSOE Andrés Perelló; el comisario europeo de Salud y Política de Consumidores, John Dalli, y Françoise Grossetête, la diputada ponente del documento final.
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Las enfermedades raras son las grandes beneficiadas
La votación, según el portavoz del PSOE, ha contado con un “apoyo mayoritario” salvo los “antieuropeístas que rechazan la unión”. La ponente Françoise Grossetête señaló que los pacientes “ya no se sentirán abandonados cuando buscan tratamiento médico en el extranjero ". Como norma general, será el país de afiliación (residencia) el que sufrague los costes que habrían sido abonados en su territorio por el mismo tratamiento. En caso de que exista una diferencia de precio, correrá a cargo del paciente. Además, las autoridades nacionales podrán exigir una autorización previa cuando los pacientes deban ingresar en el hospital al menos una noche o en el caso de tratamientos especializados. Podrá denegarse el tratamiento cuando suponga un riesgo excesivo para el paciente o la población o cuando haya dudas sobre la calidad del mismo. El rechazo de una autorización no puede basarse en la existencia de listas de espera en el territorio nacional.
Por otro lado, los Estados miembros deberán crear puntos nacionales de contacto para dar información a los pacientes que estén pensando en solicitar un tratamiento en otro país de la UE. La asistencia médica en el extranjero puede beneficiar a los pacientes en listas de espera o que no disponen de tratamientos especializados en su país. Así, la directiva propone reforzar la cooperación entre los Estados miembros en el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades raras. Este ha sido el punto más destacado en la declaración del comisario John Dalli, quien también ha resaltado que “los europeos prefieren recibir asistencia sanitaria cerca de casa, nadie quiere desplazarse más de lo necesario cuando está enfermo, sin embargo, a veces el hospital más próximo está al otro lado de la frontera”.
Para el PSOE es un paso más hacia el ‘gran objetivo’: la equidad asistencial en toda la UE
Perelló resalta la “gran diferencia” entre el texto inicial que debatieron los miembros de la Eurocámara y el finalmente aprobado. El papel de los Estados en gasto y tratamiento están “bien regulados, si bien antes eran muy confusos” y la salud pública “es la base jurídica del texto”. Entre los baremos de la nueva norma destaca que rechazará las listas de espera como causa de traslado y que la autorización médica tendrá un peso especial. Para el eurodiputado, el ahorro de España en el pago de intervenciones de jubilados extranjeros que se operan fuera de su país de origen será notable.
Una vez aplaudidos los logros, asegura que la nueva legislación le “sabe a poco” y lo define como “un primer paso hacia el objetivo a largo plazo: la obsolencia de esta directiva, es decir, la aprobación de un texto que promueva la igualdad de prestaciones sanitarias entre todos los países”. Para Perelló no es una utopía y señala que es tan factible como “la aceptación del euro o del Banco Central Europeo”, aunque reconoce que “los intereses de los países y de las aseguradoras chocarán”.
Necesidad de una política común frente al alzhéimer y otros tipos de demencia
El Parlamento Europeo aprobó también ayer un informe en el que pide reforzar la cooperación para mejorar la prevención, el diagnóstico precoz y el tratamiento del alzhéimer y de otros tipos de demencia. La propuesta es la de crear centros especializados con equipos médicos adecuados para tratar estas enfermedades. También abogan por establecer una red europea de centros de referencia y mejorar el intercambio de buenas prácticas en la investigación.
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