La incertidumbre ha reinado en Muface durante meses. La crisis sin precedentes del modelo, que dio comienzo el pasado octubre, sembró de dudas al mutualismo. Funcionarios y beneficiarios mostraron sus temores por el futuro de su asistencia sanitaria, que por entonces estaba en vilo. La desaparición de la mutualidad ha sido uno de los asuntos que se ha puesto sobre la mesa en los últimos meses. Tanto que han hecho falta tres licitaciones para salvar el concierto sanitario de más de un millón y medio de personas. No obstante, una aseguradora, DKV, se despidió de la puja, y dieron comienzo distintos periodos de permutas. El primero de ellos en mayo y el siguiente en junio. Además, con ello, como ya ha comunicado la propia Muface, la balanza sigue a favor de la sanidad privada (con un 64 por ciento del mutualismo), mientras que la pública ha crecido en más de 60.700 adscritos. Así, la pública se sitúa en un 36 por ciento.
La dirección general de Muface, encabezada por Myriam Pallarés, ha sido la encargada de comunicar estos datos en el Consejo General de la mutualidad, que ha tenido lugar este miércoles. De hecho, tal y como adelantó Redacción Médica hace unos días, la situación de la sanidad privada tras los diversos periodos de permutas ha sido uno de los puntos centrales de la cita que ha congregado a sindicatos y autoridades públicas.
Las permutas de Muface
El primer periodo de permutas de este año dio comienzo en enero. Fue entonces, en pleno intento de salvación del concierto sanitario, cuando Muface dio la posibilidad a los funcionarios de cambiarse de la cobertura privada a la pública. Por entonces, más de 45.000 personas se adscribieron al INSS (servicios autonómicos de salud), de tal forma que el ámbito público disponía del 35,3 por ciento, mientras que la sanidad privada tenía el 64,7 por ciento.
Otro de los aspectos que se ha tratado en la reunión ha sido la salida de DKV del concierto sanitario. Tras el 'adiós' de la aseguradora, la mutualidad dio a los funcionarios (y a sus beneficiarios) la posibilidad de cambiarse de entidad o de irse al INSS durante el mes de mayo. Todo ello con un apunte: si un mutualista de DKV no hacía ningún cambio, Muface de oficio le enviaría a la sanidad pública de su comunidad autónoma. Este asunto afecta a más de 200.000 personas.
Además, Muface explica que, "en cuanto al dato aislado del número de solicitudes de cambio realizadas voluntariamente, es decir, sin ser cambio forzoso motivado por la marcha de DKV, son en total 33.233 solicitudes de cambio las habidas en mayo y junio, que se suman a las 37.153 formuladas en enero por los mutualistas que voluntariamente pidieron cambio a servicios públicos de salud".
Así, con respecto a los resultados del periodo de permutas de este mes de junio, "se han realizado por titulares mutualistas 209.763 cambios de entidad médica, de los cuales 185.567 corresponden a cambios forzosos (88 por ciento), es decir, procedentes de titulares adscritos/as a DKV. Por este motivo, cambios de entidad realmente voluntarios se han producido 24.196". En otras palabras, Muface de oficio envió al INSS a 24.296 mutualistas de DKV.
Luego llegó el periodo de junio. Aquí ha llegado el equilibrio final de la balanza de la postcrisis de Muface. En este contexto, la mutualidad apunta que el colectivo de Asisa aumenta ha sido el que más ha aumentado, alcanzando los 418.921 adscritos. Por su parte, Adeslas ha disminuido hasta las 573.868 personas. Por su parte, el INSS ha perdido a 85 mutualistas con respecto al mes anterior.
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