El Gobierno estudia la vulnerabilidad de los sanitarios al cambio climático

Durante las últimas jornadas, la ministra de Sanidad, Mónica García, ha centrado su actividad en el abordaje de los efectos del calentamiento global sobre la salud. De esta inquietud surgió el Observatorio de Salud y Cambio Climático, el cual presentó recientemente junto a las titulares de los departamentos de Ciencia (Diana Morant) y Transición Ecológica (Teresa Ribera). El siguiente paso del Gobierno consistirá en estudiar cuáles son las profesiones más vulnerables al cambio climático, una encomienda que el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (Insst) sacó a licitación pública y que ya ha resuelto.

El Boletín Oficial del Estado (BOE) recoge este jueves este contrato para el estudio sobre las ocupaciones más vulnerables al cambio climático en España, que pondrá el foco especialmente sobre las actividades a la intemperie. Dicha responsabilidad recaerá sobre Auren Consultores, que presentó una oferta de 16.950 euros.

Según consta en el pliego de condiciones de la licitación, el citado estudio “profundizará en el conocimiento de ocupaciones” susceptibles de suponer un riesgo para los trabajadores, “de manera que permita promover y priorizar proyectos de investigación y sensibilización concretos de prevención de salud laboral”.

Influencia del cambio climático en el trabajo

Esta actuación forma parte de la Estrategia Española de Seguridad y Salud en el Trabajo 2023-2027, que busca, entre otros efectos, mejorar la prevención de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, reforzar la protección de profesionales en situación de mayor riesgo o vulnerabilidad y fortalecer el Sistema Nacional de Seguridad y de Salud “para afrontar con éxito futuras crisis”.  

“Las condiciones de trabajo en el presente y futuro cercano van a verse influenciadas por los efectos ambientales del cambio climático: aumento de temperaturas, disminución de precipitaciones estivales, aumento de riesgo de inundaciones, así como otros eventos climáticos extremos, mayor radiación solar (por ausencia de nubes) o mayor exposición a contaminación atmosférica por partículas y compuestos orgánicos volátiles en el caso de incendios forestales o episodios de calima, entre otros. También los cambios globales influyen en el movimiento de las personas y los bienes a través del comercio o los viajes lo que incrementa, en gran medida, el traslado de los vectores de enfermedades transmisibles de unos lugares a otros geográficamente alejados”, incide el Gobierno, que añade que cada una de estas circunstancias “va a repercutir en la salud de los seres humanos y, más especialmente, en aquellas personas que realicen parcial o completamente su actividad a la intemperie”.

Cumbre de Sanidad con asociaciones ecologistas

El estudio de las profesiones más expuestas al calentamiento global se llevará a cabo de forma paralela al despliegue del citado Observatorio de Salud y Cambio Climático, en el que el Ministerio de Sanidad tendrá un papel protagonista. “Debe ser una herramienta más contra la crisis”, defendió durante la presentación del organismo Mónica García, que abogó por avanzar hacia un Ministerio más “limpio y verde” para generar menos residuos y proteger a la población”.

Esta misma semana, además, García se ha reunido con representantes de las cinco grandes organizaciones ecologistas (Greenpeace, Ecologistas en Acción, Amigos de la Tierra, WWF y Seo/Birdlife) para abordar las implicaciones del cambio climático en la salud pública y el papel de su Ministerio en la integración de políticas medioambientales y de salud.

Entre los puntos destacados de la agenda se han incluido los efectos del déficit de naturaleza en la salud de las personas, la urgencia de descarbonizar el sistema sanitario, la aplicación del enfoque One Health para integrar la salud en todas las políticas y el papel vital de la salud pública en las estrategias de adaptación y mitigación del cambio climático.