Dos sanitarias hablan en primera persona de en qué punto se encuentra la sanidad española en materia de diversidad

Dos sanitarias LGTBI+ hablan en primera persona de en qué punto se encuentra la sanidad española en materia de diversidad
A día de hoy en algunos entornos laborales sanitarios se mantienen los comentarios homófobos.


28 jun. 2023 19:40H
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La lucha por los derechos LGTBI+ cada vez cobra más fuerza, pero eso no quiere decir que quede mucho trabajo por hacer. El entorno laboral es uno de los campos en los que las personas del colectivo pueden tener más dificultades a la hora de significarse y sentirse seguras para poder hablar con normalidad de su vida. Aun así, hablamos de una situación que 'ha mejorado' mucho en los últimos años, pues se han conseguido grandes avances en materia de diversidad. 

Nuria y Beatriz tienen 35 años, son pareja, tienen una hija, y ambas son enfermeras en un gran hospital público del norte de España. "Yo nunca entro a un sitio y digo: Hola, soy Nuria y tengo mujer", bromea la enfermera. De esta manera, explica que, en el entorno laboral, ella no se esconde, e intenta normalizarlo. "Según vas conociendo a la gente te sale contarlo más. Yo nunca he ocultado mi condición, que tengo una mujer, que tenemos una hija, pero siempre estás más cómoda según tienes más 'feeling'", asegura. 

Nuria celebra que, aunque sigue habiendo dificultades diarias, “cada vez somos más abiertos” y esto, claro, tiene un impacto en el día a día. “Hay más diversidad de todo tipo: pendientes, tatuajes, el que viste de otra manera, el que es gay, lesbiana o bisexual, personas trans…”, comenta, aunque detalla que antes, “que trabajaba en Madrid”, había un ambiente más abierto. “Ahora que estoy en Cantabria se nota a veces. Por ejemplo, hace poco había una compañera que tenía rasgos un poco más masculinos, y comenzó el cuchicheo; en Madrid se nota más el avance”, asegura.


Estereotipos que imperan en el trabajo 


“A día de hoy sigue habiendo muchos comentarios, a veces despectivos; se hacen muchos juicios de valor”, asegura Nuria. La enfermera comenta que imperan muchas veces los estereotipos en el ámbito de trabajo, lo que hace que se puedan dar situaciones un poco incómodas. “Por ejemplo, la gente siempre tiene ‘cuidado’ cuando hace comentarios delante de mí”, explica y comenta que tópicos como que los hombres gays son más promiscuos están a la orden del día. “Somos todos diferentes y aun así, todavía la gente hace muchos comentarios fuera de lugar”, apostilla.

Sobre situaciones de homofobia, Nuria comenta que ella nunca se ha visto en por fortuna en la situación, pero si ha vivido momentos en los que siempre se presupone que su pareja es un hombre. "Siempre que hablo con pacientes o sus familiares, dan por hecho que tengo un marido y no una mujer", explica. "Y yo misma, que soy muy abierta, en ocasiones no he corregido a las personas que me lo han dicho, tal vez por prejuicios de ver gente muy mayor y pensar que no lo van a entender", desarrolla. 

Por otro lado, Nuria habla sobre cómo los sanitarios más mayores pueden tener dificultades a la hora de 'salir del armario laboral'. La enfermera comenta que muchas veces estas personas llevan sin hablar de ello tantos años, que se hace difícil significarse y hablar con tranquilidad. "Por mucho que seamos un ámbito sanitario, que deberíamos estar acostumbrados a dar atención a pacientes LGTBI+, queda mucho camino por recorrer; presuponemos muchas cosas", asegura. 


"Cuando una mujer que acompaña a la paciente se suele pensar que son hermanas, amigas o incluso vecinas"



Pone como ejemplo su caso, cuando dio a luz a su hija: "Cuando preguntaron quién iba a entrar conmigo al paritorio, y dije que mi mujer, se quedaron dudosas". Así, explica que en general, cuando se van a dirigir a la persona que va a realizar "los cuidados principales" de un paciente, si son dos hombres o dos mujeres, se suele pensar que son hermanas, amigas o incluso vecinas. "Muchas veces no das por hecho que son pareja, y hay que esperar a que nos hables", explica y apunta que hay que empezar a cambiar el modelo de aproximación a estos casos. 


Dificultad para "ser tú misma" en el hospital


Beatriz asegura a Redacción Médica que a día de hoy ella no siente plena seguridad para expresarse tal y como es de primeras en su trabajo. "Me cuesta decir que soy homosexual o que tengo una pareja que es mujer desde el principio. Al final has vivido situaciones previas y te coartas hasta saber cómo van a poder reaccionar tus compañeros o pacientes, sobre todo si es gente que no conoces porque llevas poco tiempo en ese Servicio", explica.

La enfermera insiste en que las situaciones de homofobia se viven tanto por parte de pacientes como de compañeros y que, aunque a veces no son muy directos, existen comentarios o "chismorreos". Además, Beatriz explica que "hay más gente homófoba de la que pensamos" dentro de los hospitales. "Hablo de personas de 80 años pero también de 50 porque la homofobia se vive no solo por parte de gente mayor, también lo hacen con edades inferiores", asegura.

El cambio está en fomentar "ante todo" la visibilidad LGTBI+ en los centros sanitarios y en "perder el miedo" a expresar que "soy una enfermera casada con otra mujer". "La profesionalidad va a ser la misma, al igual que si soy un hombre casado con otro hombre o soy una mujer soltera. Los pacientes tienen que ver que el trato es exactamente igual, no cambia nada", concluye.

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