El intercambio de fármacos se da a pequeña escala en España, un trueque que para los médicos produce más riesgos que beneficios en la salud



10 ago. 2014 16:10H
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Cristina Alcalá. Madrid
A raíz de la crisis económica, en España está ganando fuerza un tipo de consumo basado en intercambiar o compartir diferentes bienes y servicios con el objetivo de ahorrar costes y sacarle partido a algo que ya estaba en desuso.

Este tipo de trueque del siglo XXI se conoce como consumo colaborativo, y aunque en España todavía no está muy arraigado, los ciudadanos ya empiezan a utilizar este tipo de canje en los transportes o los viajes.

Trueques a pequeña escala

De momento, el consumo colaborativo no ha llegado al ámbito sanitario de forma tan generalizada pero, como reconoce a Redacción Médica Albert Cañigueral, precursor de este movimiento en España, es posible que el intercambio de productos ortopédicos o de algunos fármacos se esté produciendo en comunidades de vecinos o pueblos muy pequeños. Según Cañigueral, no se cambian un gran volumen de productos, pero sí aquellos objetos o medicamentos que se compran para usarlos una vez y luego quedan intactos, y terminan deteriorándose o caducando, dependiendo el caso.

Albert Cañigueral, impulsor del movimiento Consumo Colaborativo en España.


Una actividad que, desde el punto de vista de los médicos, es un “esperpento”, que produce más riesgos que beneficios para la salud de los ciudadanos, en opinión de Serafín Romero, vicepresidente de la Organización Médica Colegial (OMC).

Para el ‘número dos’ de la corporación, España no está en una situación en la que se ve abocada a recurrir a este tipo de intercambios. Sin embargo, si el Producto Interior Bruto (PIB) continúa cayendo, la sanidad será de las primeras perjudicadas, lo que provocaría que algunos colectivos concretos de la sociedad no pudieran acceder al sistema sanitario y tuvieran que acudir a “estos economatos del medicamento”, como asegura a Redacción Médica.

“El compromiso de todo profesional sanitario es que la ciudadanía tenga acceso a los medicamentos y desde nuestra posición lucharemos para que no se produzca este tipo de dispensación irregular sin criterio ni prescripción médica previa”, afirma Romero.

Dispensario comunitario de medicamentos

A diferencia de lo que ocurre en España, en México se ha promovido lo que llaman un “dispensario comunitario de medicamentos”, es decir, un almacén común en el que los ciudadanos pueden depositar los fármacos básicos que ya no utilizan y abastecer al resto de la comunidad a través de su redistribución.

La dificultad de acceso a estos productos que se dan en algunos países latinoamericanos, sumado al alto coste de los productos sanitarios, respondería a esta solución alternativa por parte de los pacientes de aquellos países. Una situación totalmente alejada de la que se vive en España, según el vicepresidente de la OMC.

Serafín Romero, vicepresidente de la OMC.

Dentro de cada una de estas comunidades se asigna a un encargado para que conserve y controle todos los productos que llegan al dispensario común, además de hacer una relación de todos ellos en función de sus características y el tratamiento al que van dirigidos. Los medicamentos se guardan y conservan en un almacén para tener un control sobre ellos y evitar riesgos.

Este dispensario tiene como objetivo compartir los productos farmacéuticos que se van acumulando en las casas y repartirlos comunitariamente sin necesidad de pagar por ellos, según explica la guía de consumo colaborativo de la Dirección General de Educación y Organización de Consumidores Dirección de Educación para el Consumo del Gobierno de México al que ha tenido acceso este diario.

Foros para compartir tratamientos

Por otro lado, en otros países como Estados Unidos existen foros para que los usuarios puedan compartir y comparar síntomas, tratamientos y experiencias con personas que padecen lo mismo que ellos. La plataforma ‘Patients like me’, en español, ‘Pacientes como yo’, permite hacer un seguimiento de la enfermedad en el tiempo y “contribuir a la investigación médica en beneficio de todos”, según reza la página web.

En este caso no se intercambian productos farmacéuticos, sino que se establecen comparativas de la evolución de una misma enfermedad, y sirve como apoyo entre los diferentes pacientes.
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