Sebastian Arruarana, residente de último año en Estados Unidos.
Han pasado seis meses desde que
Donald Trump fuese investido, por segunda vez, como presidente de los Estados Unidos. Un periodo de tiempo marcado por decisiones y medidas que han generado una
gran controversia e incertidumbre, tanto en su propio país, como en el resto del mundo. Entre ellas destacan su
política arancelaria y la de inmigración, ya que han afectado negativamente al sector sanitario y, concretamente la segunda, a la integración de los
profesionales migrantes al sistema de salud estadounidense.
Sebastian Arruarana está en el último año de residencia en uno de los hospitales de Estados Unidos y, reconoce que, desde que llegó Trump a la Casa Blanca,
la situación de la sanidad se ha vuelto "más tensa" en algunos aspectos. "Además,
hubo recortes en programas como ‘Medicaid’, que es una herramienta de asistencia médica para personas de bajos recursos en EEUU”, ha subrayado a
Redacción Médica.
En concreto, ‘Medicaid’ es un sistema de salud público que proporciona cobertura a los pacientes que
no pueden pagar un seguro privado. "Los recortes que ha sufrido han afectado a la financiación de hospitales y servicios básicos, lo que
genera una mayor desigualdad en el acceso a la atención sanitaria", ha explicado Arruarana.
¿Cómo afectan las políticas de Trump a médicos migrantes?
Para los médicos migrantes, las políticas establecidas por el mandatario estadounidense han generado una
"mayor incertidumbre, restricciones en las visas y un ambiente más complicado para el proceso de integración y residencia". "En mi caso, a través de mi organización ‘Project IMG’ ayudé en Washington con la visa J-1, f
acilitando procesos y orientando a otros migrantes en su camino hacia la especialización. Sin embargo, muchas de estas políticas han ido cambiando con la administración actual", ha lamentado.
De hecho, aunque él lleva ya unos años en Estados Unidos, las nuevas medidas de la Casa Blanca también le han afectado personalmente como médico. "He vivido cambios importantes. Como fundador de ‘Project IMG’, que es la comunidad de médicos más grande con más de 100.000 miembros, hemos dedicado muchísimo tiempo a abogar por aquellos que no podían venir debido a las restricciones cuando las visas J-1 estaban paradas. Hablé con otros medios para ayudar en este aspecto.
Creo que esta lucha ha sido fundamental para que muchos puedan continuar su camino aquí", ha afirmado.
Médicos de 19 países que no pueden hacer el MIR en EEUU
Aun así, la prohibición de entrada impuesta por Trump, en palabras de este médico,
ha sido levantada para la "mayoría de países", y los residentes afectados ya están entrando al país para empezar la residencia, la cual comenzó el pasado 1 de julio. "Sin embargo, el mes pasado se anunció que
todavía quedaban 19 países en la lista de baneados. Algunos de ellos son Afganistán, Birmania, Chad, Guinea Ecuatorial o Somalia, entre otros”, ha resaltado.
Por otro lado, hay regiones con visas "restringidas" que se enfrentan a limitaciones.
Cuba, Laos, Sierra Leona o Venezuela son solo algunos de estos países. "Es importante señalar que
la situación de las visas, para muchos, ha mejorado, y la mayoría de los lugares que se encontraban en la lista de restricciones ahora están en proceso de normalización" ha incidido.
Médicos españoles que migran a EEUU
En cuanto a la
situación para los médicos españoles que quieran irse a EEUU, Arruarana ha aseverado que, actualmente,
no tienen problemas para especializarse. "Actualmente,
las visas para ellos están abiertas y se están otorgando sin mayores obstáculos. Sin embargo, deben cumplir ciertos requisitos: aprobar los exámenes del USMLE (Step 1 y Step 2 C), realizar rotaciones clínicas en Estados Unidos, y obtener tres cartas de recomendación de profesionales del país. Además, deben aplicar a los programas de residencia en el proceso que se realizada cada septiembre. Con estos pasos, pueden acceder a la formación en las convocatorias correspondientes sin mayores dificultades, aunque el proceso es largo y requiere mucha dedicación", ha advertido.
Aun así, para este futuro especialista, ser médico migrante en EEUU es un "desafió constante", pero también una "
oportunidad enorme". "Hay que adaptarse a un sistema complejo y, a veces, burocrático. Pero
el esfuerzo vale la pena por la experiencia y oportunidades que se abren", ha concluido.
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