La SERAM apunta a que la patología afecta al 6% de la población y hasta al 50% de los deportistas

Nueva técnica guiada por ecografía contra la tendinosis aquílea crónica
Nueva técnica guiada contra la tendinosis aquílea crónica mediante ecografía.


25 ene. 2023 15:10H
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Un estudio publicado en la revista Radiología pone de manifiesto la eficacia de la proloterapia con glucosa hiperosmolar intratendinosa en el tendón de Aquiles guiada por ecografía. Incluso apuesta por la introducción de un paso previo de hidrodisección del paratendón con lidocaína en pacientes con tendinosis aquílea crónica resistente a la fisioterapia, como nueva técnica de tratamiento segura, económica e indolora, según los autores del estudio.

La tendinosis aquílea es una patología muy frecuente que afecta tanto a la población sedentaria como a la que hace ejercicio, tal y como apuntan desde la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM). Es una patología donde los tendones sufren lesiones a consecuencia del “microtrauma repetitivo”. Lo que significa que se mantiene en el tiempo una exigencia extraordinaria sobre las estructuras tendinosas, superando su capacidad de reparación e impidiendo una adecuada recuperación. Esto ocurre por diferentes causas, el sobrepeso (44,9 por ciento de hombres y un 30,6 por ciento de mujeres padecen sobrepeso, según el INE), la cantidad de horas de pie (profesiones como camareros, peluqueras, limpieza, etc.) y en las personas que practican deportes donde la carrera es un factor clave, como el fútbol, baloncesto, atletismo, tenis, pádel, etc.

El sobrepeso está muy relacionado con la degeneración del tendón de Aquiles, pues este tendón tiene que soportar el peso de todo el cuerpo, apuntan desde SERAM. En el caso de las profesiones donde pasan muchas horas de pie ocurre lo mismo, el talón de Aquiles también se resiente por la cantidad de horas soportando el peso del cuerpo. Para los deportes en los que correr es un elemento fundamental este es un problema importante. Por ello, en la población sedentaria, la incidencia acumulada de tendinosis a lo largo de la vida es del 5,9 por ciento, subiendo hasta el 50 por ciento en los deportistas de élite. La SERAM estima que hasta el 29 por ciento de las tendinopatías aquíleas precisarán tratamiento quirúrgico y que hasta el 31 por ciento de esos pacientes ya no practicarán deporte.

Adán Bello, miembro de la SERAM y autor del artículo en la revista Radiología, apunta que “los pacientes con tendinosis aquílea refieren con frecuencia que han sufrido varias recaídas a lo largo de su vida, cada vez con mayor dolor y mayores dificultades para controlarlo. Precisamente este mecanismo de daño, consolidación y nuevo daño al reanudar la actividad física diaria favorece la lesión y, de este modo, contribuye a la degradación de la matriz extracelular y a los cambios en la composición del colágeno de la fibra tendinosa, lo que provoca una afectación biomecánica del tejido".


Tres técnicas para su tratamiento percutáneo


El tratamiento percutáneo de la tendinosis aquílea con proloterapia según el protocolo diseñado por Bello implica el uso de tres técnicas: hidrodisección del paratendón con lidocaína, punción seca de los focos de degeneración tendinosa -tendinosis- y por último la administración de solución irritante hiperosmolar a base de suero glucosado y anestesia dentro de los focos de tendinosis. Es una técnica segura, barata y prácticamente indolora que da lugar a una reducción progresiva de los nuevos vasos sanguíneos que han entrado en el tendón debido a la degeneración de éste, y lo que es más importante, reduce el número de terminaciones nerviosas que acompañan a esos vasos (Vasa nervorum) y que se cree que son los responsables últimos de despertar dolor en dichos pacientes. Esto provoca una disminución significativa de la percepción del dolor en reposo, con la actividad física diaria y durante el ejercicio moderado, que se mantienen con el tiempo.

“Hay muy poco publicado sobre la materia. De hecho, en el mundo solo existe una serie larga donde se expone dicho tratamiento realizado sobre un total de 108 tendones de Aquiles. Para tratar de forma percutánea una tendinosis, una vez que el tratamiento rehabilitador convencional no ha conseguido su objetivo, se pueden usar diversas técnicas: punción seca, infiltración de factores plaquetarios, infiltración de células madre, hidrodisección del paratenon con alto volumen... pero, ninguno de estos tratamientos vienen respaldados por una serie de pacientes tan larga como la que se consiguió en el estudio Canadiense” indica Bello. Además, “en nuestro caso, en el Hospital Universitario Nuestra Señora De La Candelaria de Tenerife, empezamos a realizar estas técnicas percutáneas mínimamente invasivas a petición del jefe de la Unidad de Cirugía Ortopédica de tobillo y pie de nuestro hospital, Luis Pablo Herrera, que detectó la necesidad de realzar otro tipo de técnicas a un porcentaje considerable de pacientes a los cuales la rehabilitación no había sido efectiva y la cirugía que había que realizar suponía una muy lenta recuperación”.

El objetivo de esta nueva técnica es reducir el dolor intenso en los pacientes con tendinosis aquílea, no solo al realizar ejercicio moderado, sino también en sus actividades diarias e incluso en reposo intentando una regeneración duradera del tejido dañado, para que el paciente pueda retomar las actividades profesionales o deportivas que realizaba antes de padecer esta patología, argumentan desde la SERAM.
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