Esta victimización crónica afecta a la salud mental a través de la disminución del volumen en el caudado y putamen

Padecer bullying de adolescente genera cambios estructurales en el cerebro
Los investigadores analizaron datos, cuestionarios y escáneres cerebrales de 682 participantes.


12 dic. 2018 18:25H
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Las consecuencias del 'bullyng' son más que psicológicas. Así se demuestra tras un estudio llevado a cabo por investigadores de la King's College London, Reino Unido, que han identificado diferencias estructurales físicas en los cerebros de los adolescentes que son víctimas regularmente.

La investigación, publicada en la revista 'Molecular Psychiatry', es la primera en demostrar que la victimización crónica por pares durante la adolescencia afecta la salud mental a través de cambios cerebrales estructurales.

La investigadora Burke Quinlan y su equipo analizaron datos, cuestionarios y escáneres cerebrales de 682 participantes de Inglaterra, Irlanda, Francia y Alemania. Estos participantes formaron parte del proyecto a largo plazo 'Imagen', que evaluó el desarrollo cerebral y la salud mental de los adolescentes. Como parte de este proyecto, se tomaron escaneos cerebrales de alta resolución de los participantes cuando tenían 14 y 19 años de edad.

A los 14, 16 y 19, estos participantes también tenían que completar cuestionarios sobre si habían sido acosados y en qué medida. En general, los resultados mostraron que se encontró que 36 de los 682 jóvenes habían sufrido 'bullying' crónico. Los datos de estos participantes se compararon con los de los otros que habían experimentado una intimidación menos crónica/grave. Se tuvieron en cuenta los cambios en el volumen cerebral, así como los niveles de depresión, ansiedad e hiperactividad a los 19 años.

Disminución del volumen del caudado y el putamen


Los hallazgos posteriores validan y amplían la literatura que vincula el 'bullying' con problemas de salud mental. Pero el hallazgo novedoso es que este fenómeno está vinculado a disminuciones en el volumen de partes del cerebro llamadas caudado y putamen. Se encontró que estos cambios explican en parte la relación entre el alto 'bullying' y los niveles más altos de ansiedad general a los 19 años.

"Aunque clásicamente no se considera relevante para la ansiedad, la importancia de los cambios estructurales en el putamen y el caudado para el desarrollo de la ansiedad probablemente se encuentra en su contribución a los comportamientos relacionados, como la sensibilidad de la recompensa, la motivación, el condicionamiento, la atención y el procesamiento emocional", explica Quinlan.
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