"El maltrato es una bomba de racimo que ataca a muchas áreas cerebrales"

El maltrato tiene una repercusión enorme en los individuos que los sufren, por muy pequeños que sean. Y eso bien lo saben los especialistas de Psiquiatría. Lourdes Fañanás, catedrática de la Universidad de Barcelona e investigadora principal de un Grupo del Cibersam y del Institut de Biomedicina de la Universitat de Barcelona (IBUB), ha hecho de este tema tan serio una conferencia inaugural del XXII Congreso Nacional de Psiquiatría amena y didáctica. 

Durante su intervención en la sala 0B del Euskalduna Bilbao, Fañanás ha hablado sobre estudios epigenéticos en enfermedad mental. Ante una sala repleta, la experta ha abordado cómo influye el maltrato en el cerebro durante la infancia y la adolescencia. 

En total, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recuerda que uno de cada cuatro adultos reporta haber sufrido abuso físico en la infancia. Además, una de cada cinco mujeres y uno de cada 13 hombres han sufrido abuso sexual. 

Cómo afecta al cerebro

Estas cifras tienen graves consecuencias en la salud mental. Fañanás ha puesto de ejemplo una revisión reciente (2016) de KTeicher y colaboradores para hablar de cómo afecta el maltrato en los niños. La de este experto, ha asegurado, "nos hace reflexionar sobre algo interesante". Y es que durante la niñez, los factores ambientales de maltrato tendrán consecuencias distintas en difererentes partes del cerebro. 

"Teicher y colaboradores describen el impacto sobre la morfología cerebral de diferentes tipos de maltrato en distintas edades infantiles. De acuerdo con el desarrollo ontogénico, una de las respuestas plásticas cerebrales al abuso sexual  en los primeros años de vida sería la pérdida de volumen a nivel del hipocampo. Pero si es más tarde, durante la pubertad, probablemente los cambios que vamos a ver que impliquen una pérdida de materia gris afecte a áreas del córtex prefrontal entre los 9 y los 12 años, los niños que son sometidos a cualquier maltratovan a presentar una pérdida de volumen en la amígdala del cerebro", ha explicado. 

Fañanás también ha explicado que, según se ha visto en distintos estudios, las áreas del cerebro que se correlacionaban de manera negativa con las puntuaciones de maltrato son diferentes según el sexo. "La materia gris afectada en las niñas expuestas a maltrato corresponden a áreas involucradas en la regulación de las emociones, mientras que los niños tenían mayor disminución de volumen de materia grís en las áreas que tenían que ver con el control de los impulsos. Todos hemos visto en la clínica que las niñas presentan un cuadro más internalizante, con depresión o ansidad, y los niños un trastorno de conducta externalizante", ha asegurado. 

Además, ha explicado que los cambios en el cerebro se producen incluso entre niños que son conscientes de la violencia de género que viven en casa. Se calcula que el maltrato está detrás de la patología mental de la mitad de los niños, y se asocia al 28,6 por ciento de los desórdenes psiquiátricos de los adultos.

El maltrato, detrás del 50% de casos de patología mental

"El maltrato es como una bomba de racimo que toca tantas áreas cererales, pero también a la organización del organismo que afecta salud futura, y que pueden desencadenar en enfermedades como la obesidad", ha asegurado.

Y entre tanto mal, ha dejado un mensaje positivo: "El cerebro es un órgano plástico que es capaz de responder e incluso a veces taponar, que son estrategias propias de él. Pero también plástico para recuperarse", ha dicho de forma positiva. Y ha añadido que, "de la misma manera que el cerebro es plástico de niño, también lo es para arreglar funciones en ámbitos favorables".

Fañanás ha finalizado la conferencia haciendo suya una frase de Jorge Oteiza: "En esencia, arte y ciencia –y algunas formas de trastorno mental, diría yo- nacen de la misma calidad humana, la creatividad, el verdadero elemento unificador de cualquier intento humano de entender la realidad y hacerla soportable