Evita tratamientos agresivos en la madurez



4 jun. 2014 14:09H
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Redacción. Madrid
El tratamiento precoz del envejecimiento facial resulta esencial para lograr unos resultados óptimos en la edad madura, cuando las arrugas de la cara se multiplican y se hacen cada vez más profundas, según han concluido los expertos que han tomado parte en la ‘Jornada de información en Cirugía, Medicina Estética y Tricología’ organizada por la Clínica La Luz bajo la coordinación de Javier Mato. Así, se ha señalado que este abordaje temprano, junto a las nuevas técnicas que combinan el lifting tradicional con la creación de volumen tridimensional, permite unos resultados “muy buenos”, en términos de expresión y naturalidad, a partir de los 50 años de edad.

De izquierda a derecha, los doctores José Luis Afonso y Claudia Larrarte; el director médico de La Luz, Rafael Alfonso; Mario Trelles y el coordinador de la jornada, Javier Mato.


“En materia de rejuvenecimiento facial estamos viviendo cambios importantes: antes  todo se solucionaba con el lifting, lo que provocaba un efecto de ‘cara aplastada’ que estamos superando gracias a la combinación de esta técnica quirúrgica con la creación de volúmenes y la elevación de los tejidos profundos de la cara, todo ello en el marco de un abordaje cada vez más temprano”, ha explicado Mato.

A su juicio, el momento ideal para empezar a actuar es cuando la paciente llega a los 38-40 años. “En torno a esa edad solemos observar que empieza a perder forma el óvalo de la cara, y si actuamos entonces, mediante una sencilla intervención ambulatoria de hora y media, conseguimos unos muy buenos resultados que nos permiten, diez años después, abordar el envejecimiento facial a través de un tratamiento mucho menos agresivo y que, sin embargo, permite a la persona mantener una expresión mucho más natural. Si empezamos de cero a los 50 años y las arrugas son profundas el asunto tiene ya difícil solución”, ha añadido.

Otro de los aspectos abordados en la Jornada celebrada en La Luz ha sido el tratamiento de la alopecia, un problema que es más frecuente en varones (afecta al 50 por ciento de los mayores de 40 años), sobre todo en su tipo más habitual, la alopecia androgenética, que se caracteriza por la pérdida de cabello en la zona frontal y temporal del cráneo, así como en zonas del vértice y la corona. Tal como se ha puesto de relieve en la jornada, frente a este tipo de alopecia hay pocos tratamientos diferentes del trasplante capilar que hayan demostrado algún efecto. “Hay medicamentos que funcionan, como finasteride y minoxidil, pero a la larga en caso de alopecia androgenética se va a caer el pelo y el único tratamiento que consigue resultados a largo plazo es el trasplante capilar, ya sea de tiras de pelo o mediante microinjertos”, ha explicado el coordinador de la jornada.
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