En la vuelta al cole de miles de niños con diversidad funcional la Fisioterapia es un aliado fundamental. Por ello, en los colegios de educación especial, este recurso no sólo ayuda a mejorar la movilidad, sino que se convierte en un "pilar imprescindible" para que los alumnos afronten los retos del día a día, participen en la vida escolar y disfruten de una mayor calidad de vida.
En centros educativos como los que San Juan de Dios España tiene por ejemplo en Madrid, el Colegio de Educación Especial (CEE) del Hospital Universitario San Rafael y el CEE de la Fundación Instituto San José, la labor de los fisioterapeutas es decisiva. Su trabajo diario permite que niños con una gran afectación motora y dependencia desarrollen al máximo sus capacidades y se integren en un entorno inclusivo. Cada ajuste, cada sesión y cada adaptación se traduce en pequeños logros que, en conjunto, hacen que la experiencia escolar sea más plena y significativa.
"El objetivo no es únicamente mejorar las capacidades físicas, sino abrir la puerta a que cada alumno participe, se relacione y viva el colegio como un espacio propio", explica Manuel Lara, profesor del Grado en Fisioterapia de la Escuela Universitaria de Enfermería y Fisioterapia San Juan de Dios - Comillas.
La Fisioterapia en los colegios
El inicio de curso es siempre un momento de adaptación, pero en el caso de estos alumnos los retos son aún mayores. "Para cualquier niño el comienzo de curso es importante, pero mucho más para quienes tienen discapacidad o necesitan apoyos adicionales”, ha señalaado Lara.
Las dificultades se deben a dos factores principales: primero, el cambio de rutinas y espacios, lo que ya puede ser complejo para muchos; segundo, la necesidad de retomar las actividades de apoyo y terapia, que durante el verano suelen verse reducidas o incluso interrumpidas.
Vínculos entre fisioterapeutas y niños
En este proceso, la Fisioterapia ayuda en la transición no solo en lo físico. "Es fundamental en las adaptaciones del entorno y en los aprendizajes sensoriomotores, pero también en el apoyo emocional y psicológico. Los profesionales de los colegios pasan muchas horas con el alumnado y crean un vínculo más intenso que en otros lugares de trabajo”, añade Lara.
La interrupción de las sesiones durante el verano, además, tiene consecuencias. Según Isabel Rozas y Fernando Oisel, fisioterapeutas del CEE Hospital Universitario San Rafael, tras el verano se observa cierta pérdida en algunas destrezas motoras. "En la mayoría de los casos se recuperan con la vuelta al cole. Pero en los alumnos con mayor afectación, la pausa puede favorecer la aparición o el avance de deformidades posturales y complicaciones musculoesqueléticas difíciles de revertir", han indicado. Esta situación pone de relieve la importancia de la continuidad terapéutica para preservar la autonomía y la calidad de vida.
Fisioterapia acuática: aprender y rehabilitar en el agua
Tanto el Colegio de Educación Especial de la Fundación Instituto San José como el CEE del Hospital Universitario San Rafael cuentan con la Fisioterapia acuática como parte de sus programas de aprendizaje. El medio acuático ofrece condiciones únicas - flotación, resistencia y menos impacto- que facilitan la movilidad y permiten realizar movimientos imposibles fuera del agua.
En la Fundación Instituto San José, el innovador programa Poseidón combina la Fisioterapia con otras disciplinas en la piscina terapéutica, convirtiendo el agua en un recurso para mejorar la movilidad, la comunicación, el bienestar emocional y la capacidad de aprendizaje de los más pequeños.
Desarrollo motos de niños en entorno escolar
"Gracias a la fisioterapia acuática de este programa, en el que trabajamos mano a mano con sus docentes, favorecemos el desarrollo motor de los niños, mejorando así su autonomía y participación en el entorno escolar. Y también conseguimos potenciar su autoestima y motivación, claves en el proceso educativo, adaptándonos siempre a cada alumno desde sus capacidades y no desde sus limitaciones”, ha explicado Ana Navarro, coordinadora del programa.
En el caso del Hospital Universitario San Rafael, la experiencia acuática se ha consolidado también como una herramienta fundamental para favorecer la relajación muscular y la interacción social. "El agua convierte la rehabilitación en una experiencia lúdica y estimulante, que no solo mejora las funciones motoras, sino que también favorece la participación en la vida escolar", destaca la fisioterapeuta Mónica Albi del CEE Hospital Universitario San Rafael.
De esta manera, la Fisioterapia en el agua complementa el trabajo en las aulas, ofreciendo a los alumnos nuevas oportunidades para desarrollarse, ganar autonomía y disfrutar de su paso por el colegio.
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