Concha Blasco, ginecóloga de HLA Clínica Montpellier, alerta sobre la importancia de los controles periódicos

La ginecóloga Concha Blasco explica cómo tratar el cáncer de ovario
Concha Blasco, ginecóloga de HLA Clínica Montpellier y HLA Centro Médico Zaragoza.


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El cáncer de ovario es una de las enfermedades ginecológicas más complejas de detectar. La Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), en su informe Las cifras del cáncer en España 2024, estima que este año se diagnosticarán aproximadamente 3.716 nuevos casos de cáncer de ovario en España. La ausencia de síntomas claros en las primeras fases provoca que aproximadamente el 70 por ciento de las pacientes son diagnosticadas cuando la enfermedad ya se encuentra en fases avanzadas, lo que complica su tratamiento.

Estos datos subrayan la importancia de la concienciación y la vigilancia médica regular, especialmente en mujeres con factores de riesgo como antecedentes familiares o mutaciones genéticas específicas. En el Día Mundial del Cáncer de Ovario, Concha Blasco, ginecóloga en HLA Clínica Montpellier y HLA Centro Médico Zaragoza, comenta que “estos tumores afectan al ovario, trompas de Falopio y peritoneo. Aunque representa sólo el 3 por ciento de los tumores femeninos, es la quinta causa de muerte por cáncer en mujeres debido a su diagnóstico tardío”, señala la especialista.

La ausencia de síntomas en los primeros estadios hace del cáncer de ovario una enfermedad de alto riesgo. Cuando los síntomas aparecen, suelen confundirse con trastornos digestivos menores, lo que dificulta su detección precoz. Entre las señales de alerta se encuentran la hinchazón abdominal, la sensación de presión en la pelvis, los cambios gastrointestinales y los bultos en la zona pélvica.

Los principales factores de riesgo incluyen los antecedentes familiares, las mutaciones genéticas en los genes BRCA1 y BRCA2, la endometriosis, la obesidad y determinados tipos de cáncer previos. “Las mujeres con estas mutaciones genéticas no sólo tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer de ovario, sino que tienden a presentarlo a edades más tempranas”, explica la doctora.


Detección del cáncer de ovario


Actualmente, no existen pruebas de detección precoz efectivas, por lo que desde la Unidad de Ginecología se recomienda el seguimiento médico preventivo, especialmente en mujeres de alto riesgo. En estos casos se realizan estudios genéticos, ecografías transvaginales y análisis del antígeno CA-125. “Todas las pacientes consideradas de alto riesgo deben realizarse revisiones periódicas, así como a aquellas mujeres que tienen antecedentes de mutaciones genéticas entre los familiares de primer grado, se les recomienda la realización de pruebas genéticas”, indica la especialista.

Blasco destaca también el impacto protector de los anticonceptivos hormonales. “El uso de anticonceptivos puede reducir el riesgo de cáncer de ovario hasta en un 38 por ciento”, afirma. Asimismo, es recomendable evitar el tabaco, el alcohol, el sobrepeso, y llevar una alimentación equilibrada como parte de las medidas preventivas generales.

En cuanto a los tratamientos, la doctora comenta que “la cirugía continúa siendo la piedra angular, complementada por la quimioterapia, la radioterapia y, más recientemente, la inmunoterapia. La investigación actual, con ensayos clínicos sobre nuevas terapias dirigidas y nanopartículas, abre una puerta de esperanza para las pacientes”, asegura. Si el cáncer se detecta en fases tempranas, la tasa de supervivencia a cinco años puede llegar al 90 por ciento; en estadios avanzados, desciende hasta el 30 por ciento.
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