Pódcast | Ayuda en tiempos de guerra: sanitarios españoles en Ucrania

Bastaron apenas unos días tras el estallido de la guerra de Ucrania para que médicos y enfermeras españoles se movilizaran y acudieran a diferentes puntos de la frontera para ofrecer asistencia a los refugiados y, en algunos casos, trasladarlos hasta nuestro país. 





El viaje de vuelta en autobús fue, eso sí, largo y complejo. Durante tantas horas de ruta, el miedo amaina y los vínculos entre voluntarios y refugiados comienzan a estrecharse. Una vez en España, muchos de ellos pasan una revisión médica y se les asigna un centro de salud cercano a sus domicilios temporales. Porque si en algo coinciden todos ellos, es en el deseo de volver a su país cuando haya terminado todo.

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Mientras, en el país afectado, el personal sanitario ucranianol trabaja con la ayuda de diferentes ONG. Cada día asumen jornadas sin descanso debido a la falta de profesionales y al aumento de pacientes. Las necesidades de suministros y medicinas no están cubiertas y algunos hospitales están dañados. Los médicos que han decidido no emigrar sienten un fuerte compromiso profesional y ético con sus paisanos.

El 21 de abril, el Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció el envío de 39 forenses a Ucrania para investigar posibles crímenes de guerra. Además, España ha dotado con ayuda humanitaria y material bélico al país de Zelensky en su compromiso frente al conflicto bélico.

Salud mental en tiempos de guerra

Una de las esferas más importantes y a la vez invisibilizadas de su recuperación es la asistencia psicológica. Algunos de los voluntarios que acuden a la frontera ofrecen este tipo de cuidados, que los refugiados también recibirán en el país de asilo. El seguimiento posterior se convierte de esta forma en algo imprescindible. Hasta ahora, un total de 133.000 personas han llegado a España huyendo de la contienda.