Un pediatra atienda a un niño en brazos de su madre.
YouTube puede llegar a ser una herramienta útil para informarse sobre ciertos temas. Las fuentes y la calidad del contenido son claves para determinar la fiabilidad de lo que vemos, sin embargo,
no todo vale. Un estudio realizado en una universidad turca afirma que la aplicación
no sirve como recurso sanitario para los pediatras.
Sobre todo, para obtener información sobre la
apendicitis infantil. Concretamente, la investigación confirma que la calidad educativa de los vídeos de YouTube relacionados con este tema es, en general, "insuficiente", aparte de "no existir una relación significativa
entre la popularidad de los vídeos y la fiabilidad del contenido".
El objetivo de este estudio era evaluar el contenido, la calidad y la fiabilidad de los vídeos de la plataforma relacionados con la apendicitis infantil. Para ello, se analizó en qué medida estos vídeos proporcionan
información precisa a los padres y a los profesionales sanitarios.
La popularidad no es sinónimo de fiabilidad
Los hallazgos de los investigadores advierten que las métricas de popularidad de la aplicación no son indicadores fiables de credibilidad, mientras que los
vídeos producidos por hospitales y profesionales en sí, por otro lado, sí que tienden a ofrecer una mayor calidad y una información más completa.
También se observó que, si bien las animaciones son eficaces para aumentar la audiencia,
por sí solas no mejoran la calidad del contenido. De esta forma "se pone en relieve la responsabilidad de los profesionales de producir contenidos científicamente precisos, centrados en el paciente y atractivos".
Etapas del estudio
Para llegar a esta serie de conclusiones, el estudio, que fue observacional transversal, contó con
diferentes etapas. En primer lugar, la búsqueda y la recuperación de datos. Seguido de ello, la selección y el cribado de vídeos, la evaluación por parte de los evaluadores independientes y el cálculo de métricas de popularidad y el análisis estadístico.
Los datos analizados en este estudio se obtuvieron de
YouTube el 1 de octubre de 2024. Las búsquedas se realizaron utilizando las palabras clave 'apendicitis' y 'apendicectomía', junto con 'pediatría', 'niño' y 'niños', tanto individualmente como en todas las combinaciones posibles. La búsqueda se realizó en
modo incógnito para evitar sesgos de personalización, y los resultados se ordenaron por número de visualizaciones para reflejar el interés de la audiencia.
Los 60 vídeos más vistos se seleccionaron en función de los siguientes criterios de inclusión: los vídeos debían estar en inglés, estar directamente relacionados con la apendicitis pediátrica o la apendicectomía, contener audio y/o subtítulos y tener una duración de entre 1 y 20 minutos. Se excluyeron los vídeos que eran duplicados, de carácter no médico o promocional, o animaciones que carecían de explicación verbal o textual.
Finalmente, las piezas audiovisuales fueron evaluadas por
dos cirujanos pediátricos independientes utilizando las escalas Global Quality Scale (GQS), Modified DISCERN (mDiscern) y American Medical Association (JAMA). Además, calcularon los valores del Índice de Potencia del Vídeo (VPI) para cada uno con el fin de evaluar su popularidad. La concordancia entre evaluadores se evaluó con el coeficiente de correlación intraclase (ICC), las comparaciones entre grupos con las pruebas U de Mann-Whitney y Kruskal-Wallis, y las correlaciones con el coeficiente de Spearman.
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