El Colegio hace un llamamiento sobre la importancia del entorno físico y llama a cuidarlo potenciando acciones

Timanfaya Hernández, decana del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid
Timanfaya Hernández, decana del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid.


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Con motivo de la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente, el Colegio Oficial de la Psicología de Madrid a través del grupo de trabajo de Psicología Ambiental, hace un llamamiento para que todos aquellos agentes involucrados de una forma u otra en nuestra disciplina tengan cada vez más presente la importancia del entorno físico en nuestra salud mental y en la necesidad de desarrollar actitudes y comportamientos de cuidado y protección al medio ambiente.

La situación actual de deterioro del planeta, sobre explotación y agotamiento de los recursos, ha desembocado en una verdadera emergencia climática, que nos enfrentan a un escenario en el que la propia supervivencia del ser humano y del planeta está en juego. Como señalan las Naciones Unidas en el prefacio del “Informe anual de 2024 sobre el estado del clima para la COP 29”, las concentraciones de gases de efecto invernadero siguen aumentando de forma constante, impulsando nuevos aumentos de temperatura a largo plazo, lo que pone de relieve los rápidos cambios en nuestro sistema climático en el espacio de una sola generación. (…) Las lluvias e inundaciones sin precedentes, los ciclones tropicales que se intensifican rápidamente, el calor mortal, la sequía implacable y los incendios forestales desenfrenados que hemos visto en diferentes partes del mundo este año son, lamentablemente, nuestra nueva realidad y un anticipo de nuestro futuro.

Cuidar y mejorar nuestras relaciones con el medio ambiente va a resultar por tanto, fundamental. Y ello implica acciones “macro” (en la esfera política, de las instituciones y corporaciones). Pero también las actitudes y comportamientos individuales pueden tener un papel muy importante: cuidado y reivindicación de los espacios públicos, consumo responsable, movilidad sostenible o conductas de reciclaje y reutilización.

A pesar de la existencia de datos sólidos avalados por prestigiosas personalidades e instituciones del mundo de la ciencia, el necesario aumento de la concienciación ambiental no parece llegar al plano de las conductas. Al menos, como haría falta.

En tiempos recientes, los profesionales de la Psicología han comenzado a darse cuenta de la influencia que tienen los factores ambientales en nuestra conducta y bienestar. Múltiples estudios e investigaciones, han puesto de relieve la importancia de prestar especial atención a los componentes físicos de los ambientes donde desarrollamos nuestra vida.

Trabajos de investigación que es necesario seguir en aras de lograr entornos y acciones ambientales que protejan y promocionen nuestra salud física y mental. El potenciar el abordaje de una forma científica y rigurosa de las relaciones entre ambiente y salud, resulta de crucial importancia:

  • Por una parte, dado el momento de rápido crecimiento que experimenta, al menos parte de la temática que configura nuestra disciplina. Por ejemplo, vemos que proliferan publicaciones, artículos de opinión, actividades y diferentes propuestas relacionadas especialmente con actividades en naturaleza y salud mental, pero como en todas las temáticas que experimentan un rápido desarrollo, conviven propósitos de rigurosa difusión con otros más orientados a la oportunidad de negocio.
  • Por otro lado, hay que tener en cuenta la dimensión social y política relacionada con el medio ambiente. Diferentes intereses se ven involucrados y afectan a poderosos agentes, con capacidad de adulterar y tergiversar datos y realidades.

Consideramos por tanto, que la Psicología tiene una misión importante y en el doble sentido expuesto; ya que puede ser, por una parte, beneficiaria del desarrollo de un cuerpo de conocimientos con unas prometedoras aplicaciones prácticas en muy diferentes áreas. Y además, nuestra disciplina puede jugar un papel muy importante en el desarrollo de actitudes y conductas que ayuden a crear un clima propicio para una mayor valoración y cuidado del medio ambiente.

Esta inquietud está presente en el ámbito de la Psicología en nuestro país. Muestra de ello ha sido por ejemplo, la creación de la Asociación de Psicología Ambiental (Psicamb) y del grupo de trabajo de Psicología y Medioambiente en el Consejo General de la Psicología de España. Así, el Colegio Oficial de la Psicología de Madrid a través del grupo de trabajo de Psicología Ambiental, declara su voluntad de unirse a estos esfuerzos, contribuyendo a impulsar y apoyar un conjunto de acciones que:

  • Desarrollen políticas y acciones concretas de sensibilización y concienciación ambiental dentro del cuerpo social interno, como medida previa para extender este mensaje e intervenciones al resto de la sociedad. Por ejemplo: encuestas de actitud y sensibilización, programa interno de reducción de la huella de carbono en el COP, etc.
  • Potencien la participación y colaboración con otras instituciones y entidades sociales implicadas en acciones de sensibilización y protección del medio ambiente, programas de investigación e intervención en materia de salud mental y naturaleza, abordaje de trastornos específicos como la “ecoansiedad” y la “solastalgia” y cuantas otras puedan tener cabida en este marco de actuación.
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