El 'ARF', según su estudio, modula el crecimiento del tumor

El ISCIII descubre nuevas funciones de un gen que protege del cáncer
Miembros de la Unidad de terapias farmacológicas del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII). Segunda por la izq., Sonsoles Ortelano.


7 oct. 2016 12:20H
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POR REDACCIÓN
El grupo de la Unidad de terapias  farmacológicas del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), que dirige Sonsoles Hortelano, ha descrito un nuevo papel para el gen de supresión tumoral ARF (Alternative Reading Frame) como modulador del microambiente tumoral  demostrando que  es capaz de controlar ese entorno así como el crecimiento de los tumores por medio de cambios originados en  la activación de los macrófagos.

Los resultados acaban de ser publicados en la revista Oncotarget, y abren nuevas vías para entender mejor los mecanismos que regulan la progresión tumoral, ya que demuestra que la ausencia de ARF provoca una  mayor  infiltración de macrófagos en  los tumores, lo que conduce a un aumento en la formación de nuevos vasos sanguíneos (angiogénesis), favoreciendo la migración de las células tumorales.

Los genes supresores de tumores son genes  que controlan el crecimiento de las células en el organismo sano, actuando como reguladores negativos de crecimiento.

Por lo tanto, cuando dichos genes no están presentes en la célula o su funcionamiento no es correcto, las células crecen fuera de control,  lo que conduce al cáncer. Existen numerosos genes supresores de tumores implicados en diversos cánceres; el gen ARF es uno de ellos y su mutación se ha descrito en casi un 50 por ciento de los tumores humanos entre los que destacan los de mama, colon, próstata y glioblastoma.

En los últimos años se ha hecho cada vez más evidente la importancia de la interacción de las células tumorales con  su  microambiente.  El microambiente tumoral está constituido no  solo por células tumorales, sino también por otras no malignas entre las que destacan las endoteliales, fibroblastos y células infiltrantes del sistema inmune como los macrófagos o  linfocitos.

Este microambiente desempeña un papel crítico en la progresión del tumor al controlar o favorecer el crecimiento de las células.

Entre todos los componentes del  microambiente, destacan  los  macrófagos y en particular los macrófagos asociados a tumores (TAM) que se caracterizan por  favorecer el  crecimiento de los tumores ya que suprimen la actividad antitumoral del sistema inmune y facilitan la formación de nuevos vasos sanguíneos que proporcionan a las células tumorales el oxígeno y los factores necesarios para su crecimiento.

La comprensión del progreso de los tumores

La comprensión de los mecanismos que regulan las interacciones resulta fundamental para comprender  mejor  la  progresión de los tumores e identificar nuevas dianas de intervención terapéutica, y aquí reside uno de los objetivos de la Unidad de terapias farmacológicas, ha explicado Hortelano, quien ha destacado que “uno de los hallazgos más interesantes es que la falta de ARF contribuye a modificar el  fenotipo de los macrófagos presentes en los tumores, lo que indica que ARF no solo controla el crecimiento de las células sino también el  microambiente tumoral”.
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