Víricö

Los profesionales posponen las visitas a familiares para reducir riesgo de contagio y advierten al resto de población

Covid19:"No abrazaré a mis padres hasta llevar 2 semanas sin ver pacientes"


26 jun. 2020 16:35H
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El contacto físico ha pasado de ser algo habitual en nuestra rutina diaria a convertirse en una práctica de riesgo con la llegada del Covid-19. Incluso dentro de la 'nueva normalidad' en la que se encuentra España desde hace unos días. Los expertos insisten en que, también ahora, los besos y abrazos deben seguir dándose con 'cuentagotas' y respetando todas las medidas de seguridad para evitar posibles rebrotes del virus.

En el caso de los sanitarios, en contacto directo con afectados por el coronavirus, el tiempo de espera para reencontrarse con sus familiares será aún mayor. Inma, profesional en el área de radiología intervencionista, ni se lo "plantea" hasta final de julio, cuando, si la situación lo permite, hayan pasado dos semanas "sin tener contacto con pacientes". 


La sanitaria respondía así al mensaje lanzado por otra usuaria, Tania, en el que apelaba a la responsabilidad por parte de la ciudadanía en esta fase de la desescalada. "Aún no he besado ni he abrazado a mis padres", aseguraba esta enfermera de Urgencias, a modo de advertencia. 

"Ni yo", afirmaba Jorge, para el que, aplazar el contacto no debe ser "un esfuerzo", sino una responsabilidad con el entorno. "Mejor hablar desde lejos que favorecer que el Covid pase el verano con nosotros", escribía. 


"No puedo infactarles, me moriría de pena" 


La exposición al virus ha obligado a muchos profesionales a estar alejados y aislados en su propia casa, manteniendo un mínimo contacto con sus seres queridos. José Luis, cirujano ya jubilado, no ha tenido aún oportunidad de abrazar a sus hijos. "Ni hemos hecho fiesta, ni churrascada y seguimos con mascarilla", reconocía, haciendo referencia al comportamiento de algunos ciudadanos. 


Mensajes como el de @jmmolinad59 encendían el debate en la plataforma, al promover las visitas a familiares. Este médico reaccionaba en contra del llamamiento colectivo, argumentando que, si se aplazan, puede "ser tarde". 


Para Tania pesa más el peligro de contagio. "No puedo acercarme, no puedo ser yo quien les infecte. Me moriría de pena". 
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