La eliminación de HDAC3 restaura la flexibilidad y permite a la maquinaria celular generar recuerdos en cerebros dañados

Descifran el código genético capaz de crear recuerdos en cerebros dañados
El estudio es de unos neurobiólogos de la Universidad de California-Irvine.


19 feb. 2018 18:00H
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POR REDACCIÓN
Una enzima hace posible que los cerebros envejecidos, dañados o discapacitados puedan formar recuerdos duraderos. Así lo ha revelado el estudio de unos neurobiólogos de la Universidad de California-Irvine, en Estados Unidos, quienes afirman que "si liberamos el ADN nuevamente, el cerebro envejecido puede formar recuerdos a largo plazo".

Marcelo Wood, presidente de UCI Francisco J. Ayala en Neurobiología y Conducta, ha sido el encargado de presentar estos hallazgos durante la reunión anual de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia (AAAS, por sus siglas en inglés), que se ha celebrado en Austin, Texas.

Según informó Wood, los seis pies de ADN en espiral de cada célula del cuerpo humano tienen más dificultades para liberarse según la edad del cuerpo humano avanza. Todo se debe a una "almohadilla de freno molecular", llamada histona deacetilasa 3 o HDAC3, que se ha vuelto "demasiado ansiosa" en el cerebro envejecido.

La enzima provoca que la flexibilidad de los pies del ADN se reduzca y la opción de crear recuerdos duraderos se ralentiza



Wood argumentó que, a causa de esta encina, la flexibilidad de los pies del ADN se ve reducida y la posibilidad de generar recuerdos duraderos se ralentiza. "De esta forma, el HDAC3 está compactando el material demasiado fuerte, bloqueando la liberación de un gen llamado Period1", argumenta.

Por ello, con la eliminación de HDAC3 se da la posibilidad de restaurar la flexibilidad y permitir que la maquinaria celular interna acceda a Period1 para comenzar a formar nuevos recuerdos.

Una nueva teoría

Los científicos habían planteado previamente la teoría de que la pérdida de funciones de transcripción y codificación en cerebros más viejos se debía al deterioro de los relojes circadianos centrales, una teoría que, con la aparición de esta encima queda en entredicho.

Con el descubrimiento de Wood y su equipo, la investigadora postdoctoral Janine Kwapis, asegura que se tiene constancia de que la capacidad de crear recuerdos duraderos estaba vinculada a un proceso diferente, la enzima demasiado agresiva que bloquea la liberación de Period1, en la misma región del cerebro del hipocampo.

Los investigadores consideran que su hallazgo es una buena noticia para desarrollar tratamientos. "Los nuevos medicamentos dirigidos a HDAC3 podrían proporcionar una vía emocionante para permitir que las personas mayores mejoren la formación de recuerdos", añade Wood.

"Para formar un recuerdo a largo plazo, tienes que activar genes específicos. En la mayoría de los cerebros jóvenes, eso sucede fácilmente, pero a medida que envejecemos y nuestro cerebro envejece, tenemos problemas con eso", contextualizaba el experto.
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