Miñones desmiente a sus médicos cercado por la Justicia española y Europa

La huelga sanitaria de Ceuta y Melilla se extiende ya hasta los cinco meses, la más larga de la historia de España, y no parece que tenga un final cercano. Este periódico se ha puesto en contacto con el Ministerio tras conocerse no solo la denuncia ante el Supremo sino que, desde este mismo lunes, el Parlamento Europeo investigará al ministro por su acción ante el caos sanitario de Ceuta y Melilla. 

Fuentes ministeriales han señalado que, pese a las acusaciones por parte de los médicos de silencio e inacción del ministro ante esta situación, la institución gubernamental mantuvo siempre los canales comunicativos abiertos. Una afirmación que supone desmentir las palabras de los médicos de Ceuta, que vieron como el silencio era la única respuesta a las misivas enviadas al ministro durante semanas, que únicamente tuvieron respuesta mediante una carta donde no respondía a las demandas y solo explicaba las medidas puestas en marcha por el Ministerio de Sanidad. Carta, por cierto, que llegó cuando ya sonaban tambores de la demanda que se ha materializado frente a la Fiscalía del Tribunal Supremo.

"No valoramos las actuaciones en vía judicial -en relación a la denuncia interpuesta por CESM Ceuta a Miñones-, y el Ingesa mantiene el diálogo y las negociaciones abiertas desde el principio" han asegurado desde el Ministerio de Sanidad a este medio. Sobre el último paso que se ha dado, la Comisión Parlamentaria de Peticiones (PETI) del Parlamento Europeo ha admitido a trámite el escrito para su intervención para solucionar la huelga sanitaria vigente en ambas ciudades autónomas desde el pasado 9 de marzo. Concretamente, la solicitud de mejora de la sanidad pública de ambas ciudades autónomas fue tramitada a través del Consejo General de Médicos de España y ha sido admitida por el secretario general del Parlamento de Europa. 

Por su parte, desde el Sindicato Médico de Ceuta (CESM), señalan, en cuanto al "diálogo" que apunta el Ministerio con Ingesa, "lo hubo en su día, durante los dos primeros meses de la huelga aproximadamente". "El problema es que, cuando intentamos solicitar algún tipo de preacuerdo, la respuesta del Ingesa fue que no dependía de ellos, que eran un órgano gestor y dependían de aprobaciones del Ministerio de Hacienda, de Sanidad y de Función Pública", explica a este diario Enrique Roviralta, presidente de CESM Ceuta. 

Tras esto, las negociaciones con los facultativos ceutíes se fueron "al traste". "Es difícil firmar acuerdos si nos responden que todo va a depender de otros organismos o ministerios. Nuestro planteamiento y el de CESM Nacional es que dependemos directamente de Sanidad, por así decirlo, el consejero de salud asistencial sería Miñones para Ceuta y Melilla", explica. 

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"Miñones no se compromete personalmente, no nos da ninguna instrucción personal ni nos ofrece una reunión"

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"Incapacidad" del Ingesa y respuestas "evasivas" de Miñones

Precisamente por este motivo, los médicos plantearon al Ingesa que, si no tenían competencias suficientes para firmar un preacuerdo, que fuese el propio Miñones el que se sentara a negociar. Roviralta matiza que el Ingesa "sacó comunicados que para nada favorecían el entendimiento y diálogo y se entendió como una ruptura de las negociaciones".

El Ingesa, por su parte, sí que convocó grupos de trabajo y mesas sectoriales pero donde "están todos los sindicatos", algo que desde CESM Ceuta no valoran como un avance para lograr sus objetivos ya que, en una huelga, es el sindicato convocante "el que tiene las competencias para negociar con la patronal", que en este caso es Sanidad. "Entendemos que todas estas mesas convocadas no tienen otra finalidad que la confusión y la distracción. No entran en el fondo del asunto que es negociar con los médicos", puntualiza. 

Más allá de las conversaciones que quedaron paralizadas con el Ingesa, también trataron de hablar con Miñones. Roviralta señala que le mandaron una carta solicitando su mediación, pero a cambio recibieron una respuesta "evasiva". "Nosotros en la carta entrábamos con un preámbulo contando concretamente la falta de médicos que había y al final nuestra solicitud era, ya que Ingesa solo es un mero órgano gestor y no tiene competencias quedando todo en manos de Hacienda o Sanidad nos diese él mismo alguna solución", recuerda.

El ministro en su respuesta, explican desde CESM Ceuta, contó que "había dado autorización para contratar a médicos de urgencias o a alguna ginecóloga". "Básicamente contesta a nuestro preámbulo pero no dice nada con respecto a nuestra petición. No se compromete personalmente, ni nos da ninguna instrucción personal o nos ofrece una reunión, eso era lo que esperábamos", puntualiza.

Una "buena voluntad" que se quedó en nada

En relación a esas primeras negociaciones, y con la llegada de Miñones al Ministerio tras la marcha de Darias, coincidiendo con una pregunta al nuevo ministro en el Senado sobre la huelga, desde CESM Ceuta decidieron suspenderla durante 24 horas "en señal de buena voluntad para con el ministro". Sin embargo, no se alcanzó ningún preacuerdo con el Ingesa y tuvieron que reanudarla.

"Al día siguiente, cuando íbamos a firmar unos acuerdos para los que incluso teníamos los documentos, los responsables del Ingesa nos dijeron que no podían firmarlo, que no se podían hacer responsables de ningún tipo de aceptación de reivindicación, y que eso sería posterior a la mesa sectorial, a los grupos de trabajos o a una respuesta de Hacienda", especifica.

En el caso de Melilla, quienes en el documento oficial de denuncia todavía no aparecen como adheridos a la misma, el Colegio de Médicos de la ciudad autónoma ha explicado a Redacción Médica que procurarán unirse al escrito tan pronto como sea posible, aunque el sindicato de Melilla lo pone en duda ya que "no ha habido unanimidad". Sobre la respuesta de Sanidad acerca del diálogo que dicen, está abierto, aseguran que "es una mentira". "No se dialoga con el Ingesa ni con Sanidad desde hace más de dos meses. Llevamos 5 de huelga, la más larga de la historia de España, pero como ellos no lo sufren, la precaria sanidad melillense les da igual", concluyen.