Ministerio de Sanidad.
El
Ministerio de Sanidad ha sacado a consulta pública dos proyectos dirigidos a
mejorar los controles sanitarios en el comercio internacional de productos de consumo humano. Se trata de dos normativas que buscan garantizar que los productos cumplan con los
estándares sanitarios exigidos tanto a nivel nacional como internacional, reforzando la
seguridad alimentaria y la salud pública. En ambos proyectos destaca el objetivo de este organismo de avanzar hacia sistemas más
digitalizados que permitan reducir la burocracia. Las normativas están abiertas a recibir opiniones y comentarios hasta el próximo
24 de marzo.
El primero de ellos establece un nuevo procedimiento de
certificación sanitaria para la exportación de productos alimenticios y alimentarios de origen no animal, con el objetivo de
digitalizar y
agilizar la tramitación de estos certificados. El segundo regula los
requisitos de salud pública y los controles sanitarios sobre determinados productos importados o exportados a
países o territorios terceros, con especial atención a Ceuta y Melilla, donde la normativa europea no es de aplicación.
Certificación sanitaria en exportaciones alimentarias
La norma, dirigida a
modernizar el proceso de certificación y mejorar la eficiencia en el control de estos
productos destinados al comercio internacional, surge como respuesta a la necesidad de actualizar la Orden de 12 de mayo de 1993. Esta regulaba hasta ahora la
certificación sanitaria de productos alimentarios para la exportación, pero ha dejado de responder a exigencias actuales en materia de seguridad alimentaria.
Para adecuar esta norma a las demandas actuales, Sanidad señala
dos objetivos principales. Por una parte, señala la necesidad de establecer un procedimiento claro y actualizado para l
a certificación de los requisitos de salud pública y seguridad alimentaria en la exportación de productos de origen no animal.
Junto a esto, el Ministerio pretende desarrollar un
sistema de información digital que permita gestionar la solicitud y emisión de certificados sanitarios de manera
electrónica, facilitando su tramitación a operadores y administraciones.
Reducir la carga administrativa de los certificados sanitarios
Uno de los problemas que busca subsanar esta nueva norma se centra en
“reducir y simplificar la carga administrativa que supone el uso de certificados sanitarios de exportación”, que actualmente son manuscritos. Para ello, se planea establecer un
sistema de gestión integral que permitirá a los operadores solicitar y obtener los certificados de forma telemática.
Este
sistema digitalizado no solo reducirá la carga administrativa, sino que también garantizará un mejor control sobre las exportaciones y facilitará la
legalización diplomática de los certificados cuando sea necesario.
Productos expuestos a controles sanitarios adicionales
La segunda consulta, que regula los requisitos y
controles sanitarios sobre determinados productos
importados o exportados a países o territorios terceros, busca
reforzar la seguridad en el comercio de productos de consumo humano y otras mercancías que puedan representar un riesgo para la salud pública.
Se trata de una iniciativa que responde a la necesidad de establecer un
marco normativo “sólido” y específico para aquellos productos que, por su naturaleza, requieren
controles sanitarios adicionales en su tránsito internacional. En este sentido, el proyecto cubre las lagunas regulatorias existentes, especialmente en las ciudades de
Ceuta y
Melilla, donde no se aplica la normativa europea de controles sanitarios.
Digitalizar la sanidad exterior
Para su aplicación, Sanidad identifica tres objetivos clave. Por una parte, “
regular el procedimiento y los requisitos de salud pública” para la importación y exportación de
productos de riesgo, asegurando controles sanitarios adecuados en función de los peligros identificados y reduciendo costes administrativos.
Junto a esto, plantea la necesidad de establecer un “marco regulador” para Ceuta y Melilla, garantizando que los
productos de consumo y uso humano importados desde países terceros
“cumplen con los estándares de salud exigidos”. Por último, el Ministerio quiere definir “excepciones” a los controles sanitarios. Para ello, planea fijar “criterios claros” sobre las cantidades mínimas de productos destinados a consumo personal que pueden quedar
exentos de control, facilitando el tráfico de productos sin comprometer la seguridad.
Este proyecto también contempla la
actualización del actual Sistema Informático de Sanidad Exterior, que permite la gestión electrónica de los procedimientos de control sanitario en las fronteras. Con esta modernización, el Gobierno busca agilizar y
simplificar los procesos de autorización sanitaria, sin generar obstáculos innecesarios al comercio internacional.
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