El centro se ubica cerca de Lisboa y ya ha sido denunciado por los sindicatos sanitarios portugueses

Un hospital prohíbe a sus médicos llevar tatuajes, 'piercings' o minifaldas
Hospital de Cascais.


27 mar. 2018 18:00H
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POR REDACCIÓN
Maquillaje "discreto", perfume "ligero y agradable", faldas "a la altura de la rodilla", camisas "abotonadas a la altura del pecho" y la prohibición expresa de llevar "'piercings', joyas, tatuajes, zapatillas, sandalias o botas". Estas son algunas de las exigencias que el Hospital portugués de Cascais, cerca de Lisboa, ha impuesto a sus médicos y enfermeras a través de una normativa que ha causado una gran polémica en el país luso.

Unas medidas que van mucho más allá de las recomendaciones que algunas instituciones sanitarias hacen a sus empleados, puesto que el incumplimiento de las mismas puede llevar a los profesionales sanitarios a ser objeto de un expediente disciplinario, según ha informado el Sindicato de Médicos de la Zona Sur de Portugal en una nota. 

"Se trata de un ejemplo escandaloso de la prepotencia y la militarización de la vida hospitalaria. A la par de medidas de sentido común en higiene y vestimenta, surgen otras chocantes que revelan concepciones de puro totalitarismo que recuerdan a países donde imperar los fundamentalistas religiosos", ha manifestado el sindicato médico portugués en su comunicado.

Asimismo, los médicos y enfermeros de Cascais han denunciado que el centro hospitalario les carga los costes de los arreglos del uniforme para que éste se adapte al cuerpo de cada profesional, a lo que se añade la "excesiva burocracia" a la hora de solicitarlo antes del "periodo de vida útil" marcado por el hospital en 24 meses. Del mismo modo, los sanitarios portugueses se deben encargar de la limpieza de su vestimenta profesional en lugar de que lo haga la institución en la que trabajan.

Por todo ello, el sindicato médico de la zona sur ha denunciado un reglamento que consideran "intolerable en un Estado democrático y que constituye un atentado contra la Constitución de la República", por lo que han exigido a las autoridades competentes la anulación de "este tipo de chantaje y acoso en los lugares de trabajo".

El Hospital de Cascais responde

El revuelo causado en Portugal por este polémico reglamento interno del Hospital de Cascais ha obligado a la institución a responder en un comunicado de prensa. Según recoge el diario ABC, ha alegado en su defensa que el sindicato médico ha malinterpretado sus normas porque es un hospital "que promueve la integración y la diversidad, así como un servicio público de calidad. Respetar a las personas que servimos y a nuestros profesionales son nuestras prioridades".

Asimismo, han asegurado que lo que la población espera de ellos es "que se preserve un ambiente de respeto para los usuarios y que todos los profesionales conozcan las normas de conducta".
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