Responsables de la profesión médica ponen dos alternativas sobre la mesa para garantizar la cobertura sanitaria

Tomás Toranzo, presidente de CESM, y Manuela García, vicepresidenta de la OMC.
Tomás Toranzo, presidente de CESM, y Manuela García, vicepresidenta de la OMC.


31 ene. 2023 18:40H
SE LEE EN 5 minutos
Los últimos estudios sobre el superávit de médicos que se espera en la próxima década en algunas especialidades y el déficit de profesionales que presentarán otras han despertado la necesidad de dar con algún modelo que permita a los facultativos cambiar de rama una vez que hayan concluido su residencia. Las voces más autorizadas del sector han anticipado dos alternativas que permitirían garantizar esta transición y garantizar que se cubren todas las plazas laborales en el futuro. Por un lado, está la transformación del sistema formativo español hacia un paradigma en el que las competencias sean el eje central. Por el otro, recuperar el proyecto fallido de troncalidad, que ya se intentó aplicar en 2014.

La Organización Médica Colegial (OMC) es una de las instituciones garantes de la primera fórmula con la que apuestan por acercar el sistema MIR de España hacia un modelo más cercano al que impera en la Unión Europea. El objetivo es que los médicos no se formen en especialidades fijas con un número concreto de años de duración, sino que cada título se conseguiría en función de la adquisición de un mapa de competencias. Algunas de ellas serían transversales y otras más específicas.

Este cambio allanaría el camino para transitar de un área a otra en caso de que el mercado no cubra el cupo necesario de profesionales. “Si te formas como médico de Familia y luego quieres pasar a Anestesiología, probablemente hay una parte amplia que ya tengas de conocimiento y solo tendrías que adquirir las competencias de la parte específica”, ha relatado a Redacción Médica Manuela García, la vicepresidenta del organismo colegial.

La portavoz de la OMC ha subrayado que el sistema de competencias es la apuesta “ideal” de la institución, aunque requeriría de una importante estructuración y de la fijación de unas reglas comunes para su uso. En todo caso, el salto siempre va a ser más sencillo entre especialidades que comparten más áreas de conocimiento que aquellas en las que hay una mayor brecha. “Lógicamente un internista no va a pasar a ser cirujano, pero hay otras áreas que tienen una parte de competencias comunes”, ha apostillado.

En todo caso, la vicepresidenta de la institución ha tratado de huir de los estudios que anticipan el superávit de miles de médicos en especialidades como la Anestesiología. A su juicio, la evolución cambiante de las convocatorias del MIR, los cambios en la demanda asistencial o las novedades en tecnología, big data o inteligencia artificial hacen imposible mirar al futuro con tanta “rigidez”.


La vuelta al modelo de la troncalidad


Como principal alternativa a este modelo de competencias se encuentra la recuperación del sistema de troncalidad. Esta fórmula ya intentó aplicarse sin éxito en el año 2014 cuando el Gobierno publicó un Real Decreto con cambios profundos en el modelo de la Formación Sanitaria Especializada (FSE), aunque finalmente la Justicia echó para atrás la iniciativa por la falta de una memoria económica.

La Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) ha recuperado ahora esta idea como una de las posibles soluciones para facilitar la transición de facultativos entre especialidades. Este planteamiento parte de la base de que todas las ramas médicas se dividen por grupos. En cada sector se comparten una serie de conocimientos troncales y otros más propios.

De esta manera, para poder cambiar de especialidad una vez que has completado la residencia, solo tendrías que finalizar la parte más específica. “Se podrían hacer troncos comunes para dar salidas profesionales en un determinado momento de tu ejercicio profesional”, ha explicado a este periódico Tomás Toranzo, el presidente de la organización sindical.

El portavoz de la central ha destacado que para aplicar este proceso es fundamental analizar entre qué áreas se pueden orquestar las “pasarelas” para permitir el cambio y entre cuáles no. “Un traumatólogo no se puede meter a oftalmólogo porque no hay nada en común. Pero un internista sí puede pasar a varios sitios. Un anestesista podría pasar a intensivos o a urgencias”, ha detallado. 

“En el decreto que se anulónse preveía una formación troncal y una formación específica que te iba a permitir cambiar de especialidad.  El tema de la troncalidad se abandonó. Y en el momento actual, uno estaría atrapado en su propia especialidad”, ha agregado Toranzo.

En lo que sí que coinciden tanto la OMC como CESM es en el valor que pueden generar para cualquier transición las Áreas de Capacitación Específica (ACE) ya que pueden permitir a profesionales de diferentes especialidades alcanzar un conocimiento todavía más concreto. De manera que, por ejemplo, intensivistas, anestesistas o cardiólogos puedan aspirar a un mismo título de Cuidados Paliativos. Algo que, en todo caso, todavía requiere un mayor desarrollo por parte del Ministerio de Sanidad.
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.