La especialidad reclama un nuevo modelo asistencial que evite colapsos en Urgencias y residencias de mayores

Geriatría pide acceso a la ACE de Paliativos y valora otra en salud mental
José Augusto García Navarro, presidente de la SEGG y director general del Consorci de Salut i Social de Cataluña.


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Si algo ha demostrado la práctica asistencial es que la unión hace la fuerza, especialmente cuando se trata de pacientes con edad avanzada. Conscientes de ello, desde Geriatría demandan un esquema multidisplinar que se traduzca en nuevas unidades específicas en grandes hospitales y garantías de acceso al Área de Capacitación Específica de Cuidados Paliativos (ACE), proyectada por Atención Primaria, Oncología y Medicina Interna. No descarta tampoco, la creación, en un futuro, de una titulación similar que acredite conocimientos en Psicogeriatría y profesionalice el abordaje de la salud mental en este segmento de población. 

Para José Augusto García Navarro, presidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), resulta fundamental crear una simbiosis con Psiquiatría en un escenario actual, profundamente marcado por la proliferación de trastornos graves en pacientes de la tercera edad. "Hay que empezar a abordar desde ambos ámbitos este tipo de problemas. Algunos tienen que ver con la demencia vascular, el alzhéimer o trastornos conductuales graves, pero también nos encontramos cada vez más un incremento de depresión grave en personas mayores y algunos cuadros psicóticos". 

Es por ello que, en su idea de acogerse a un abordaje "conjunto e interdisciplinar", valoran una posible ACE u "otro tipo de aproximación formativa" que permita consolidar dicha subespecialidad y capacitar "no solo a geriatras, sino también a psiquiatras y neurólogos". 

Así se lo transmitió la entidad, en un reciente encuentro, a la ministra de Sanidad, Mónica García, junto con el deseo de la profesión de poder optar a la ACE en Cuidados Paliativos -una vez comience a gestarse- y acceder así, a "ese grado de conocimuento específico", como otros especialistas. Y es que, además de internistas y médicos de Familia, los geriatras también desarrollan su actividad en estas áreas hospitalarias, donde predomina la población anciana. Más aún, en un contexto nacional de "envejecimiento" y aumento progresivo de pacientes "paliativos no oncológicos, en fase terminal de demencia, de insuficiencia hepática, respiratoria, cardiaca, etc." 


Nuevas unidades con 'cardio', 'onco' y 'trauma'


Con este mismo argumento de base, la sociedad ponía sobre la mesa del ministerio la posibilidad de crear nuevas unidades especializadas en grandes hospitales que dieran respuesta a este nuevo contexto sociosanitario con una aproximación multidisciplinar. García Navarro habla de tres en concreto: Ortogeriatría, Oncogeriatría y Cardiogeriatría.  

De hecho, ya son muchos los hospitales que tienen a geriatras "trabajando en plantas de Traumatología para el control médico y el seguimiento de la rehabilitación, sobre todo, de pacientes con fractura de cadera". Su papel resulta igual de valioso, afirma, en áreas como la Oncología, al ser capaces de escoger el mejor tratamiento de los pacientes, "teniendo en cuenta no solo la patología oncológica, sino el resto de patologías crónicas y dependencia que pueden afectar a la persona". 

La cooperación asidua entre cardiólogos y estos profesionales resulta, de igual manera, clave, teniendo en cuenta que a las consultas de Geriatría llegan, cada vez más, pacientes "muy mayores" que deben someterse a "procedimientos invasivos cardiológicos, por ejemplo, una prótesis valvular aórtica transcutánea", y que también padecen "una demencia con deterioro cognitivo, una enfermedad pulmonar u otro tipo de condicionantes". 

 

Nuevo esquema en Urgencias y residencias 


El esquema organizativo debe cambiar, también, a mayor escala, especialmente en los Servicios de Urgencias y las residencias de mayores, asevera García Navarro, en defensa de un nuevo modelo asistencial que permita tratar a los pacientes complejos (con enfermedades crónicas, depencia o en situación de final de vida), de "forma proactiva y no reactiva, y de forma continuada y no de forma episódica", como hasta ahora. 

"Es lo que hacemos en nuestro sistema de salud y por eso, las Urgencias, están tan colapsadas. Acumulan mucha gente muy mayor con mucha patología con difícil salida y acaban ingresando", explica. Lo mismo ocurre con las personas en residencias, con una media de más de nueve enfermedades crónicas activas y más de once fármacos pautados. "Hay que hacer algo donde el geriatra pueda ayudar al médico de Atención Primaria o a los equipos que se encarguen de estas persona. Tenemos que ir nosotros o tratarle bien para que no venga", afirma. 

La pirámide poblacional invertida, con una mayoría de personas con edad avanzada, demanda también, en opinión del también director general del Consorci de Salut i Social de Cataluña, mayor número de camas en Unidades de recuperación funcional, donde, aquellos pacientes que han perdido movilidad tras una caída, un ictus, una fractura, o un ingreso prolongado, puedan recibir rehabilitación. "No puede ser que tengas un hospital de mil camas, como los grandes, y te estés peleando por 50 camas de rehabilitación funcional", critica.  
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