Alma Martínez De Salazar, especialista en Psicología Clínica y presidenta de la Asociación Española de Psicología Clínica y Psicopatología.
Las listas de espera en el ámbito de la salud mental son una de las principales lacras del
Sistema Nacional de Salud (SNS). La derivación de
Atencion Primaria a los departamentos de
Psicología Clínica, en ocasiones, se demora más de lo esperado, lo que puede llegar a afectar en el
proceso terapéutico del paciente.
Dichas esperas, según
Alma Martínez De Salazar, presidenta de la Asociación Española de Psicología Clínica y Psicopatología, se deben a ciertos factores concretos. Y es que, tal y como afirma, los psicólogos clínicos que trabajan en el territorio nacional todavía
no están contabilizados por el Ministerio de Sanidad. "En el
Plan de Acción de Salud Mental 2025-2027 no hay datos concretos sobre cuantos profesionales están ejerciendo, lo que impide una buena planificación de los recursos humanos y provoca que no haya suficientes psicólogos clínicos en el sistema sanitario público", explica.
Esta "falta de planificación" es una circunstancia que no es actual. "Hablamos de que desde 2007 la Dirección General de Ordenación Profesional de Sanidad no han hecho el trabajo que deberían en este sentido.
No es cosa solo de este Gobierno", apunta. Por ello, desde su asociación tienen clara su petición: "Llevamos mucho tiempo pidiendo que se planifique, si no, pasa lo que pasa".
Listas de espera en Psicología Clínica
Y es que las listas de espera para una primera cita con un psicólogo clínico son muy variadas dependiendo del territorio. Aun así,
"es imposible concretar una demora media en España". "En Andalucía, por ejemplo, en 2023 la espera media era de 70 días, sin especificar Psicología o
Psiquiatría", añade.
De Salazar pone otro ejemplo: "Algunos estudios realizados por los propios profesionales e investigadores apuntan a que en Asturias
la demora media hace unos años era de 26 días". "El problema es que no haya un promedio de estos datos, que deberían calcularse entre las comunidades y Sanidad, y haya que acudir a estudios o informes aislados como el del Defensor del Pueblo de 2020", puntualiza.
Para ella, sin duda, lo ideal sería poder atender al paciente lo antes posible para agilizar los procesos. "Efectivamente, la rapidez a la hora de dar una cita a un paciente depende de su situación y de la gravedad de los síntomas", matiza. Eso sí, según asegura a este medio, "un estudio realizado en 2008 en Reino Unido realizado por cinco asociaciones vinculadas a la salud mental decían que
la demora media idónea es entre tres y diez días".
Pero la urgencia depende de cada caso: "
Si hablamos de un intento de suicidio, la atención debe ser inemdiata. Si hablamos de la aparición de síntomas psicóticos y existe una causa identificable de consumo de tóxicos, cuanto antes mejor también".
"Insuficientes" psicólogos clínicos en Atención Primaria
Otro de los factores que motivan la extensión de las listas de espera es que
"no hay suficientes psicólogos clínicos en Atención Primaria". De todas formas, De Salazar reconoce que se ha mejorado mucho en España, aunque esta necesidad ha llevado a comunidades autónomas ha contratar a psicólogos no especialistas en sus primeros niveles asistenciales, una iniciativa con la que no está de acuerdo: "No puede haber personas atendiendo en un hospital que no tengan formación orientada hacia el tratamiento y la intervención en otros ámbitos que los relacionados con la promoción de la salud mental y el desarrollo personal".
Y es que, tal y como afirma,
la formación de PIR es "fundamental". Pero existe un problema: "Por supuesto que debería haber más plazas PIR, pero si no las puede haber es porque ya somos pocos psicólgos clínicos de por sí". Por ello, el hecho de "no dar a basto" les obliga a decir que no a tener más residentes a su cargo. "
No hay consultas, no hay espacios y no hay docentes suficientes", remata.
Una formación que se caracteriza por su
carácter "multidisciplinar". "Desde el principio se han empleado las Unidades Docentes Multiprofesionales de Salud Mental, donde ha habido residentes de Psiquiatría y Enfermería", señala.
Vacaciones y planificación
Además, aparte de los ya mencionados, el periodo estival es una época complicada para el ámbito de la salud mental en el sistema público. "Cogemos vacaciones y
es muy complicado sustituir a un psicólogo clínico un mes, por lo que se hace tapón", subraya.
Aunque sin duda, la planificación de recursos humanos es el epicentro de su demanda. "
Debemos saber cuántos profesionales se necesitan, cuántos se van a jubilar y cómo se va a abordar el cambio generacional", señala. Y solo así, "se podrá formar a más PIR".
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