Ignacio García Forcada, traumatólogo y cirujano ortopédico.
Dedicarse a la
Medicina conlleva estar en
una profesión con un nivel de dedicación alto, es lo que ya saben los estudiantes cuando están en la universidad. Aún así, hay médicos que, estando en la sanidad pública,
deciden compaginarlo con la sanidad privada porque, aunque admiten que a la carga de trabajo estándar se suma otra adicional, hay otros motivos, como el factor económico, que les lleva a dar el paso. Este es el caso de
Ignacio García Forcada, médico especialista en Traumatología y Cirugía Ortopédica: “Aunque hay una motivación indudablemente económica, hay otra más.
En la consulta privada no estás constreñido ni por un jefe ni por una serie de protocolos, sino que puedes hacer, en mi caso concreto, la cirugía ortopédica, que tú quieres”, afirma a
Redacción Médica. Además, pone el punto en que el trato con el paciente es diferente partiendo de la base de que acude al centro en el que trabaja el profesional porque
quiere que lo atienda él concretamente, algo que, para el especialista “cuenta bastante”.
El facultativo, que ha compaginado su actividad en la pública, como
jefe del servicio de Traumatología del Hospital Juan XXIII de Tarragona, y en la privada desde el año 2000 hasta septiembre 2024, cuando se jubiló de la primera, comenta que ahora mismo solo trabaja en un centro privado. “La gran mayoría de
médicos que compatibilizamos la privada y la pública,
normalmente trabajamos en centros médicos porque es el sistema más fácil para nosotros, ya que te integras en un centro y ahí tienes todos los servicios, entonces es muy sencillo”, señala. Sobre por qué decidió seguir en consulta privada tras su jubilación, sostiene que a los 64 años “no se veía sin trabajar”: “Yo me veía con salud y con
ganas para seguir operando y para seguir trabajando”, admite.
Compaginar pública y privada implica trabajar mucho
García Forcada opina que
compaginar ser médico en la sanidad pública y en la privada es posible, pero hay que tener en cuenta que se trabaja mucho:
“Se paga un precio en cuanto a tener menos presencia con la familia, más preocupaciones y menos ocio. Eso es inevitable”. Por eso, el especialista aconseja a los médicos jóvenes que se están pensando esta vía que, de tener hijos, esperen a que sean un poco más mayores:
“Yo realmente no lo recomendaría para un médico joven, porque si tienes una familia, pues obviamente te vas a perder unos años muy importantes de tus hijos si desde que sales del MIR estás compaginando pública y privada”, advierte. Hablando de su experiencia personal, cuenta que
esperó a que sus hijos tuvieran un poco de independencia y que esta decisión profesional salió bien porque tenía el apoyo de su mujer, que no trabajaba por las tardes: “Ahí fue el momento en el que vi que podía empezar con la medicina privada”, concluye”.
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