Los individuos que han superado los 110 años de edad contienen un mayor número de linfocitos T CD4 citotóxicos

Identifican la clave inmunológica de las personas 'supercentenarias'


13 nov. 2019 14:00H
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POR MARCOS DOMINGUEZ
A pesar del aumento en la esperanza de vida en las últimas décadas debido a las mejoras en la alimentación y en la salud pública, entre otras, solo unas pocas personas son capaces de superar la barrera de los 100 años y aún menos las que alcanzan los 110, las llamadas ‘supercentenarias’.

Estas personas se caracterizan por gozar de buena salud durante la mayor parte de sus vidas, con un sistema inmune potente capaz de combatir las infecciones y el cáncer. A pesar de ello, las células inmunes de estos individuos de gran longevidad no habían sido estudiadas en profundidad. Hasta ahora.

Un grupo de científicos japoneses ha secuenciado el ARN de 61.202 células mononucleares de sangre periférica de siete individuos ‘supercentenarios’ y de otras cinco personas de entre 50 y 80 años (que funcionaban como grupo de control) y han encontrado una mayor proporción de células T citotóxicas que expresan CD4 en su superficie en el primer grupo.


Estimular la respuesta inmune



En las personas 'supercentenarias', la proporción media de células linfocitos T CD4 citotóxicos es del 25%


Normalmente, los linfocitos T citotóxicos son los que expresan en su superficie la proteína CD8, mientras que los CD4 son cooperadores, es decir, estimulan y coordinan la respuesta inmune.

No es extraño ver linfocitos T CD4 citotóxicos, pero aparecen en un porcentaje muy bajo. En cambio, en las personas ‘supercentenarias’, la proporción media respecto al total de células T era del 25 por ciento.

Estos linfocitos pueden contribuir a la inmunidad tumoral y tener un rol importante en la inmunovigilancia, ayudando a identificar y eliminar células tumorales incipientes, explican los autores del trabajo, publicado en la revista PNAS y encabezado por Kosuke Hashimoto, del RIKEN Center for Integrative Medical Sciences, en Yokohama (Japón).


Adaptación al envejecimiento


Este desarrollo excepcional habría protegido a estas personas contra las infecciones víricas y la generación de tumores, algo que ya se ha demostrado en modelos animales.

No obstante, los autores señalan que se necesita más trabajo para caracterizar las células CD4 citotóxicas en los individuos ‘supercentenarios’, pues es posible que el aumento de estas células sea una adaptación a una fase tardía del envejecimiento, en la que el sistema inmune necesita eliminar células anormales o infectadas con mayor frecuencia.
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