La sobrecarga de trabajo a la que han sido expuestos ha aumentado los niveles de ansiedad entre los profesionales

Coronavirus: los médicos de Familia son los especialistas más 'quemados'
Profesionales de otros niveles asistenciales presentan menos riesgo de depresión.


31 may. 2020 13:00H
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La epidemia de coronavirus Covid-19 ha puesto al límite a todos los profesionales de la salud. En particular, Atención Primaria ha sido uno de los niveles asistenciales que más ha sufrido la sobrecarga asistencial y, por ello, hasta el 50 por ciento de los médicos y enfermeros de estos servicios han declarado sufrir burnout, siendo los facultativos que presentan mayores niveles.

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Según una investigación de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad George Mason los profesionales de Atención Primaria duplicaron en niveles de ansiedad y depresión al resto de facultativos de otras especialidades, tal y como se recoge en el informe publicado en Journal of the American Board of Family Medicine.

"El burnout se caracteriza por un alto nivel de agotamiento emocional, una alta despersonalización y un bajo sentido de realización personal en el trabajo", ha señalado Debora Goldberg, autora principal del estudio.

"Es importante compreender cómo los profesionales de la salud responden a estos cambios. Esto es crítico debido a la gran cantidad de cambios que ha sufrido la atención médica y, más recientemente, a las responsabilidades extraordinarias que se les han asignado durante la epidemia de Covid-19", destaca Goldberg.


Ansiedad entre los médicos por el coronavirus


Los resultados reflejan que, de media, el 35 por ciento de los médicos y enfermeros han sufrido ansiedad por su trabajo. Sin embargo, los datos aumentan hasta el 54 por ciento en el caso de los profesionales de Atención Primaria.

"Estos datos nos dicen que debemos priorizar la comprensión y abordar el agotamiento del médico a nivel del sistema y, también, local. El coste humano, así como la escasez significativo de médicos que se esperan en un futuro hacen de esto un problema de salud público", ha afirmado Goldberg.

Por último, el estudio señala que se debe apostar por una nueva política de gestión sanitaria en la que los profesionales se encuentren más protegidos, sobre todo en épocas de crisis. 
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