La industria destaca un modelo actual de licitación sólido y previsible, pero aboga por una mayor planificación

Los grandes concursos de vacunas exigen agilidad técnica y contratos 'flex'


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Los concursos públicos de vacunas en España han evolucionado significativamente desde la creación del acuerdo marco centralizado. Tras más de una década de funcionamiento, la industria farmacéutica reconoce los avances en armonización de precios y coordinación estatal, pero considera que aún hay aspectos técnicos y estructurales que pueden perfeccionarse para hacer el sistema más ágil y adaptable a la innovación.

"A grandes líneas ya se ha mejorado bastante, pero siguen quedando cosas que entran dentro de las partes técnicas", explican expertos del sector consultados por Redacción Médica. "Por ejemplo, las caducidades mínimas que se exigen (de al menos 15 meses) o las condiciones de devolución de dosis podrían revisarse para dar más flexibilidad tanto a las comunidades como a las compañías".


Un modelo más homogéneo y coordinado


El acuerdo marco de vacunas ha permitido unificar criterios entre comunidades autónomas, fijando precios máximos y volúmenes globales que facilitan la planificación industrial. "La armonización de precios ya se ha conseguido", aseguran estas fuentes. "El Ministerio de Sanidad establece un precio máximo y un número de dosis por lote. A partir de ahí, cada comunidad adapta el peso que da al precio o a las características técnicas dentro de su propio concurso derivado".

Este equilibrio entre precio y valor añadido es una de las claves del sistema. "Si una comunidad quiere darle más peso al precio, no puede hacerlo al 100 por cien por ley, pero sí puede darle un peso muy importante en la fórmula y menos a las características técnicas", señalan los expertos. "Otra comunidad puede optar por priorizar las especificaciones técnicas porque considera que el precio apenas variará. Esa capacidad de ajustar la proporcionalidad da margen de maniobra y convierte el modelo en un procedimiento de compra con bastante flexibilidad".

Según las fuentes consultadas, este diseño permite al Ministerio ejercer un papel de coordinación sin interferir en las CCAA, al tiempo que ofrece una visión global del número de dosis que se necesitarán en los próximos años. "Es un beneficio para todos: la Administración puede prever las necesidades de vacunación a medio plazo y las compañías pueden planificar su producción con antelación", apuntan desde la industria.


Riesgo de desabastecimiento y acuerdos a largo plazo


Uno de los temas recurrentes en la gestión de las campañas de vacunación es el riesgo de desabastecimiento, especialmente en productos con pocos fabricantes. En este sentido, desde el sector subrayan que ningún modelo de compra puede eliminar completamente ese riesgo, aunque los acuerdos actuales ayudan a mitigarlo.

"El desabastecimiento en vacunas es imposible de erradicar al 100 por cien. Cuando hay pocos fabricantes, el riesgo cero no existe y ningún procedimiento de compra puede garantizarlo", reconocen. "Pero como los contratos actuales son de media y larga duración (dos, tres o incluso cuatro años), eso ya da una planificación sólida. Durante ese periodo, el suministro está garantizado y las compañías pueden producir sabiendo que existe una demanda establecida".

Los acuerdos a largo plazo, subrayan los expertos, favorecen tanto la estabilidad del suministro como la seguridad presupuestaria. "Una vez que sabes que el contrato durará varios años, ya no hay incertidumbre sobre la demanda. No tienes que preguntar cada temporada, y puedes anticiparte con meses de antelación al próximo ciclo de licitación".

De cara al futuro, la industria considera que la clave está en mejorar el diálogo previo al lanzamiento de los concursos, de forma que las condiciones técnicas reflejen la realidad del mercado y la llegada de nuevas vacunas.

"La planificación y la comunicación temprana son esenciales para que los contratos reflejen mejor las capacidades de producción y las innovaciones que puedan surgir durante su vigencia", concluyen desde la industria farmacéutica.
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