Un grupo de expertos revisa la presentación clínica y las formas graves en una sesión organizada por Sobi

Linfohistiocitosis hemofagocítica: diagnóstico precoz y tratamiento certero
Los doctores Ana Fernández-Teijeiro, Ignacio González-Granado, Jordi Antón, Laia Alsina, Francisco Javier Pilar Orive y Mónica Martínez-Gallo.


12 jul. 2020 14:10H
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La linfohistiocitosis hemofagocítica (HLH) es una enfermedad rara y grave que necesita de un pronto diagnóstico y tratamiento. Con el objetivo de analizar los aspectos de esta patología y profundizar sobre el desarrollo de la misma, Sobi ha organizado dos jornadas científicas en las que participan expertos médicos. La primera de ellas ha estado centrada en la presentación clínica, sus dificultades diagnósticas, sus formas graves, así como las diferentes formas de manifestarse en adultos y niños.

En esta primera sesión han intervenido Ignacio González-Granado, pediatra y responsable de la Unidad de Inmunodeficiencias Primarias del Hospital 12 de Octubre de Madrid; Jordi Antón, jefe de Sección de la Unidad de Reumatología Pediátrica del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona; y Laia Alsina, jefa de la Unidad de Inmunología Clínica e Inmunodeciencias Primarias del Servicio de Alergología e Inmunología Clínica del Hospital Sant Joan de Déu Barcelona y coordinadora de la Unidad Funcional integrada de Inmunología Clínica Sant Joan de Déu-Hospital Clínic. 

Junto a ellos han participado Francisco Javier Pilar Orive, jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos del Hospital de Cruces, coordinador del grupo de investigación del mismo nombre y presidente de SECIP; y Mónica Martínez-Gallo, especialista en Inmunología del Hospital Universiari Vall d'Hebron y profesora asociada de la Universitat Autònoma de Barcelona. 

Pablo de Mora, director general de Sobi.

"Ponemos el foco en una patología muy grave en la que cobra mucha importancia el diagnóstico certero y el tratamiento adecuado para salvar la vida de los pacientes", ha dicho Pablo de Mora, director general de Sobi, quien ha dado la bienvenida a los participantes.

Por su parte, Ana Fernández Teijeiro, presidenta de la Sociedad Española de Hematología y Oncología Pediátricas (SEHOP), ha sido la encargada de moderar el encuentro científico.


Inmunodeficiencia y síndrome de activación macrofágica 


González-Granado, referente nacional en el diagnóstico y tratamiento de inmunodeficiencias, ha explicado que el síndrome hemofagocítico (HLH) es el resultado de una sobreactivación del sistema inmune (mediado por citocinas) con ausencia de control de los mecanismos efectores (linfocitos citotóxicos CD8+ y NK) con consecuencias devastadoras para los órganos diana.

Ha indicado que el HLHp constituye una "tormenta de citocinas de origen genético; que también los hallazgos como neutrófilos vacuolados, albinismo oculocutáneo, colitis o hipogammaglobulinemia pueden sugerir un defecto monogénico; que la ferritina orienta el diagnóstico; y que el diagnóstico molecular es clave en esta patología".

En segundo lugar, Jordi Antón, experto en enfermedades reumáticas en la infancia, ha sido el encargado de revisar el síndrome de activación macrofágica en el niño (SAM), en el marco de la HLH. Para ello, se ha centrado en la importancia de un diagnóstico precoz del SAM en los pacientes con Artritis idiopática juvenil sistémica (AIJs). Para ello ha destacado los criterios clasificatorios y diagnósticos que se han propuesto en los últimos años, así como la importancia de algunos biomarcadores para su reconocimiento precoz, o para su diferenciación con las formas primarias.

Como conclusión ha recordado que hay otras enfermedades reumáticas y autoinflamatorias que pueden presentar un SAM, entre ellas la enfermedad de Kawasaki y el lupus eritematoso sistémico. "En todas ellas es importante tener un alto nivel de sospecha para garantizar un diagnóstico precoz. La ferritina es un marcador de laboratorio fácil de obtener que cuando está muy aumentado debe hacernos sospechar".

El inicio tardío del tratamiento del síndrome hemofagocítico aumenta el riesgo de complicaciones




Dificultades diagnósticas y formas graves


La médico e investigadora Laia Alsina ha hecho hincapié en que el síndrome hemofagocítico es una entidad con elevada mortalidad, típicamente reconocida en la edad pediátrica y que, sin un correcto tratamiento, suele ser fatal en los tres meses siguientes, por lo que el inicio tardío del tratamiento aumenta el riesgo de complicaciones. "Es una emergencia médica", han sido las palabras con las que ha iniciado su intervención.

Ha señalado que los médicos deben considerar el síndrome en grupos "en riesgo", como aquellos con enfermedad reumatológica, infecciones o malignidad persistentemente febriles y citopénicos. Asimismo, ha añadido que la clave para la detección temprana antes del "punto de inflexión" en la hiperinflamación es la interpretación de la evolución de los valores analíticos en lugar de valores absolutos.

Por su parte, Francisco Javier Pilar Orive ha hablado de las formas de presentación grave y los signos que pueden orientar a que un paciente padece linfohistiocitosis hemofagocítica, como fiebre prolongada, esplenomegalia o anormalidad de los parámetros de laboratorio (citopenias, hiperferritinemia y/o hipofibrinogenemia).

Ha llamado a descartar causas adquiridas de HLH incluyendo infecciones, enfermedades autoinmunes y altos niveles de ferritina (particularmente > 10.000); y al reconocimiento y tratamiento temprano de esta infección, a veces con la administración concomitante de una terapia inmunosupresora, podría repercutir en disminuir la alta mortalidad asociada a este síndrome. 

Fiebre prolongada y esplenomegalia se relacionan con formas graves



Linfohistiocitosis hemofagocítica y Covid-19


Por último, la especialista en Inmunología Mónica Martínez-Gallo, autora de proyectos de investigación activos estudiando el perfil inmunológico de pacientes que desarrollan síndrome hemofagocítico, ha detallado las diferencias de signos en adultos y niños. También ha hecho una reflexión sobre si el Covid-19 provoca HLH en menores, ya que, entre otras señales, aparece tormenta de citoquinas.

Así, ha tratado el síndrome inflamatorio multisistémico (MIS-C) asociado al Covid-19 y algunos marcadores comunes, como dolor abdominal y shock cardiaco. El MIS-C puede ser grave, incluso mortal, pero la mayoría de los niños a quienes se les diagnostica esta afección mejoran con atención médica.

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