Federico Martinón, jefe de Pediatría en Santiago, explica el impacto de esta investigación centrada en población mayor

Federico Martinón explica los beneficios de la vacuna de alta carga antigénica en gripe
Federico Martinón, jefe de Servicio de Pediatría del Hospital de Santiago (Galicia).


1 feb. 2024 7:00H
SE LEE EN 13 minutos
El Sistema Nacional de Salud (SNS) siempre cuenta durante los meses de otoño e invierno con una protagonista habitual, que no es otra que la gripe, una enfermedad considerada “muchas veces” como “patología de segunda clase”, cuando “es una causa importante de morbimortalidad”. Son palabras de Federico Martinón, jefe de Servicio de Pediatría del Hospital de Santiago (Galicia). En una entrevista con Redacción Médica, el especialista ha abogado por fortalecer la cultura vacunal española, aunque ha asegurado que España es el país por excelencia en cuanto a indicadores vacunales.

Según ha resaltado el facultativo, la sanidad española puede vivir próximamente un cambio de paradigma en la actuación contra la gripe, pues esperan desde Galicia que “en primavera de 2024” se den a conocer los resultados de un estudio que demuestren un “beneficio incremental” de las vacunas de alta carga antigénica en personas de entre 65 y 79 años de edad.

Se trata de una vacuna que asegura un incremento de la efectividad en población mayor a 80 años de edad, según una investigación llevada a cabo en Dinamarca. Con el estudio que se está realizando ahora en la comunidad gallega, llamado Galflu, confían en cambiar el paradigma de la Salud Pública en el país, pues creen que así llegarán a cotas de vacunación más altas. Ese es el camino, según ha subrayado Martinón, para conseguir una sociedad más protegida ante la gripe.

En el invierno del 2019-2020 se logró prevenir hasta un 26% y un 40% de hospitalizaciones e ingresos en la UCI, respectivamente, gracias a la administración de vacunas antigripales entre los mayores de 65 años. ¿Estos datos demuestran que en España hay una cultura importante por la vacunación?

Sin duda. Los datos lo que demuestran es que las vacunas de gripe funcionan, y funcionan en la medida que se utilizan. En España la cultura vacunal en general es muy buena. En adultos, aunque a distancia de las coberturas que alcanzamos en Pediatría, son razonablemente buenas.

No obstante, estamos al límite de lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) se ha marcado como objetivo; la cobertura del 75 por ciento de la población adulta. Pero esto no quiere decir que no debamos optar al 100 por cien de vacunados, a pesar de que el índice de vacunados en la población infantil sea habitualmente mayor que en la adulta. Es cierto que España lo hace bien, pero no quiere decir que no tengamos margen de mejora.


"El primer paso es mejorar las coberturas vacunales y plantearnos utilizar vacunas reforzadas, como la de la alta dosis"



El grupo etario de las personas mayores de 65 años corresponde a uno de los grupos de riesgo para padecer la gripe, enfermar y también morir. En el curso 2019/2020, ese espectro poblacional sufrió hasta el 70% de las hospitalizaciones por la enfermedad y hasta el 85% de fallecimientos por la misma. ¿Cómo se podría reducir el impacto de la gripe en este grupo con las herramientas preventivas con las que actualmente contamos?

Utilizando mejor las herramientas que tenemos, sin duda. Es decir, si sabemos que las vacunas de la gripe funcionan, y bien, y contamos con coberturas razonablemente buenas alrededor del 70 por ciento, pues si incrementamos la cobertura seguramente aumentaremos el impacto que esas vacunas tienen, es lógico. En cuanto a las personas mayores, las vacunas de gripe no se pueden considerar vacunas genéricas, porque disponemos de diferentes tipos de vacunas. En determinados grupos poblacionales, especialmente en las personas de mayor edad en las que su sistema inmune está más debilitado, las vacunas reforzadas pueden tener ventaja sobre las convencionales y pueden incrementar todavía más el impacto que las vacunas de la gripe tienen en estos grupos de edad.

Por tanto, creo que, para reducir el impacto de la gripe, el primer paso es mejorar las coberturas vacunales, de cualquier vacuna de gripe que estemos utilizando, y plantearnos utilizar vacunas reforzadas, como la de alta dosis, en los grupos de edad donde se ha visto que podría tener un beneficio incremental sobre las vacunas convencionales.

¿Con qué tipos de vacunas antigripales cuenta a día de hoy el sistema sanitario español?, ¿cuál es el que mejores resultados presenta?, ¿por qué?

En España disponemos de prácticamente todas las vacunas aprobadas para su utilización en los casos de gripe, tanto en niños como en adultos. En el caso concreto de la vacunación del adulto, ahora mismo hay unas recomendaciones por la mayoría de las agencias supranacionales que diferencian sobre todo en los grupos de mayor edad el valor incremental que pueden tener las vacunas reforzadas. Las convencionales son las que utilizamos habitualmente en cualquier grupo de edad y se utilizan por defecto también en las personas de edad avanzada, pero las vacunas tanto adyuvadas como las de alta carga antigénica pueden tener un beneficio incremental, según los datos que se han ido acumulando y de diferentes metaanálisis que se han ido publicado. Es por ello que las vacunas de alta carga antigénica se están indicando de manera específica en grupos de edad más avanzada. Por ejemplo, en Galicia ya hace algunas temporadas de gripe que los mayores de 80 años en vez de utilizar la vacuna de gripe convencional emplean estas. 

¿Qué papel tienen los estudios como Danflu y Galflu en el campo de la prevención antigripal?, ¿qué puede suponer en términos de salud pública el estudio, y concretamente, para la política vacunal de Galicia?

Conceptualmente, los estudios Galflu y Danflu son en sí mismo una revolución en la forma de entender el análisis del funcionamiento de cualquier vacuna en el mundo real. En esos estudios, tratamos de entender específicamente las vacunas de alta carga antigénica en un entorno lo más parecido posible al mundo real, con todo el rigor de los ensayos clínicos, para tratar de medir en condiciones cercanas al mundo real el funcionamiento de las vacunas. Esto nos permite incluir tamaños muestrales muy altos. Por ejemplo, en el estudio Galflu se han aleatorizado más de 59.000 gallegos de entre 65 y 79 años de edad durante esta temporada de la gripe.

Es un hito histórico nacional en cuanto a ensayos clínicos en general y en los clínicos vacunales en particular. Esa participación tan elevada nos permitirá analizar las diferencias entre variables importantes como la hospitalización, muerte o complicaciones cardiovasculares en la gripe, para averiguar la existencia de una mayor efectividad de la vacuna de alta carga sobre la convencional entre el grupo etario de 65 y 79 años. Por encima de esa población esos beneficios ya se han demostrado, y por eso se está utilizando esa vacuna como parte del calendario sistemático frente a la gripe en Galicia, en otras comunidades autónomas y en otros países.


"El proyecto Galflu nos permitirá ver si realmente hay una mayor eficacia vacunal con las de alta carga en la población de 65-79 años"



En cuanto a la importancia que tienen estos estudios, hay que recalcar que la realización de un ensayo clínico pragmático de estas características nos permite no solo informar directamente a las autoridades sanitarias gallegas para su toma de decisiones, sino que pueden aportar valor añadido para que los decisores valoren las indicaciones específicas de vacunación antigripal de sus poblaciones. Esta es la forma de avanzar rápidamente en el conocimiento de las diferencias que pudieran existir entre las vacunas disponibles u otras.

Por lo tanto, el proyecto Galflu, que es el primer ensayo de estas características que se realiza en España con vacunas en el que en apenas seis semanas hemos conseguido aleatorizar 59.000 gallegos de 65-79 años para que recibieran la vacuna convencional de gripe o la de alta carga antigénica. Esto nos permitirá comprobar y demostrar su eficacia en un entorno de rigor y al mismo tiempo cercano al mundo real, porque nos va a permitir ver si realmente hay esa diferencia y ese beneficio incremental en términos de eficacia vacunal en el grupo de 65-79 años de la vacuna de alta carga antigénica sobre la vacuna convencional.

También comentar que evidentemente esta es la forma de hacer salud publica en nuestro tiempo. Es decir, tomar decisiones basadas en los datos propios obtenidos en nuestra comunidad. Es una forma de innovar en el sector. Es la salud pública del futuro.

Este estudio combina dos metodologías: la aleatorización y la recogida de datos en vida real. ¿Qué supone para la investigación en vacunas antigripales el plantear estudios como este y qué información nos podría proporcionar que hasta ahora no se tenía?

Efectivamente, es un ensayo clínico pragmático en el que se lleva a cabo la aleatorización para evitar sesgos de selección, y por otro lado se recogen datos en vida real. Galicia cuenta con un sistema fiable de monitorización y registro, pues todos los sistemas de información del paciente están digitalizados desde hace años. Eso permite fiabilidad para analizar la incidencia de los eventos de interés.


"Lo siguiente es observar los resultados; (...) será, previsiblemente, en primavera del 2024"



En este caso lo que buscamos en los estudios es ver si hay un valor incremental en términos de eficacia para prevenir la hospitalización por gripe o neumonía, prevenir complicaciones cardiovasculares e incluso fallecimientos como consecuencia de la gripe. Al final, aquí estamos comparando dos vacunas que sabemos que funcionan. No estamos comparando una vacuna frente a un placebo. Por lo tanto, es necesario un tamaño muestral muy alto para poder demostrar con potencia estadística suficiente si existen o no existen esas diferencias, y eso solo es posible con un diseño como el de este tipo, pragmático. Aun así, supone un reto importante, pues han participado más de 200 subinvestigadores que han sido entrenados en todo el procedimiento del protocolo y siguiendo los máximos rigores de buena práctica clínica. Con lo cual, se ha conseguido el primer paso, que era incluir a los pacientes que nos habíamos planteado para este primer año, y ahora, habrá que observar los resultados.

¿Cuántos sujetos participan en este estudio?, ¿qué duración tiene?, y ¿cómo avanza el reclutamiento?

El reclutamiento activo ya acabó hace unas semanas. Llegamos al tope de sujetos que queríamos incluir en esta estación con 59.800 participantes, de los cuales la mitad recibió la vacuna convencional de gripe inactivada de cuatro cepas, y el otro la vacuna reforzada de alta carga antigénica también de cuatro cepas. Y lo previsto es hacer una próxima estación. Es decir, incluir no solo esta campaña de vacunación, sino también la del año q viene, la de 2024-2025. Los beneficios que analizaremos se basarán en comprobar si en el grupo de 65-79 años de edad se encuentra también un beneficio incremental de la vacuna, al igual que en las personas mayores de 80 años.

Para esta campaña antigripal 2023-2024 habéis ampliado el uso de la vacuna de alta carga a la población de 80 años o más. ¿Qué posibles beneficios esperáis obtener?

Existen datos en la literatura que demuestran que en personas de edad avanzada la vacuna de alta carga antigénica tiene beneficios en términos de hospitalización y menos complicaciones. El estudio Danflu se realizó en Dinamarca, y con sus datos preliminares habían encontrado un incremento en la efectividad vacunal del 64 por ciento en las de alta carga antigénica en comparación con la convencional, a la hora de prevenir la hospitalización por gripe y de cerca de un 50 por ciento para prevenir la muerte por cualquier etiología.

Es más, hoy sabemos que las vacunas de las que disponemos son capaces de prevenir eventos cardiovasculares, de reducir un 30-50 por ciento el riesgo de eventos cardiovasculares agudos como el infarto de miocardio en personas que reciben la vacuna de la gripe, en comparación con las personas que no se vacunan. Aunque solo fuera por eso, ya merecería la pena vacunarse.

¿Para cuándo está previsto tener los resultados?

Haremos los análisis intermedios al final de esta campaña antigripal. En Galicia el reclutamiento ha acabado este año, y ahora empieza el periodo de observación de los datos. Al final de la temporada gripal de este año haremos un primer análisis intermedio, y esperamos tener los primeros análisis intermedios para primavera del 2024. Esperamos tener por lo menos los resultados de la primera estación, pues el estudio está planteado para dos estaciones gripales.


"Muchas veces la gripe se considera como una enfermedad de segunda, y eso repercute en un mayor desinterés de la población para inocularse la vacuna"




¿Qué impacto pueden tener las vacunas antigripales en el Sergas?

Tener buenas coberturas vacunales de gripe nos permitirá reducir sensiblemente toda la morbimortalidad que la gripe ocasiona cada año en Galicia, al igual que en el resto de España y del mundo. La diferencia es que, en un sistema como el gallego en el que la vigilancia, monitorización y el registro están muy avanzados y son muy fiables, podemos medir bien su impacto y valorar de forma precisa el valor diferencial que puede tener la utilización de un tipo de vacuna o el otro sobre sus beneficios. Pero, en cualquier caso, el primer paso es vacunar más y hacerlo a tiempo con las vacunales indicadas en el calendario, antes de que comience la circulación de la gripe.
¿Quieres seguir leyendo? Hazte premium
¡Es gratis!
¿Ya eres premium? Inicia sesión
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.