Redacción Médica reúne a expertos para analizar las experiencias aprendidas de la pandemia y las necesidades futuras

Josep M. Pomar, Clara Hernández, Carlos A. Jiménez-Ruiz, Rafael Borràs y María Jesús Lamas.


9 feb. 2021 19:05H
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La crisis provocada por el Covid-19 ha puesto en evidencia, más que nunca, el relevante  papel que tiene la industria farmacéutica en el sistema sanitario. A su labor para asegurar el acceso a medicamentos de los pacientes independientemente de su patología, el sector suma ahora otra tarea de vital importancia: garantizar la fabricación y suministro de vacunas frente al coronavirus. Esta situación ha remarcado la necesidad de realizar mejoras, como evitar depender de terceros países para conseguir principios activos o que España sea más atractiva para la inversión de farmacéuticas.

Redacción Médica ha reunido a cuatro expertos para abordar el papel de la industria farmacéutica en la pandemia del Covid-19, las experiencias aprendidas y las necesidades presentes y futuras, así como las relaciones con la Administración, la formación de los profesionales sanitarios y la transparencia de las compañías.

Importancia de la industria farmacéutica en una situación de crisis epidemiológica de alcance mundial: producción y suministro de medicamentos para el Covid-19 y para el tratamiento del resto de patologías.

Rafael Borràs destaca el papel de los trabajadores de la industria farmacéutica durante la pandemia. 

Rafael Borràs Vives, director de Comunicación y Relaciones Institucionales de Teva Pharmaceuticals: La industria ha hecho un esfuerzo importante durante esta pandemia. Era una obligación, una responsabilidad y un compromiso por su papel relevante en el ámbito de la salud. Se ha focalizado en cuatro puntos: asegurar que todos los pacientes tuvieran su medicación más allá del Covid; colaborar en el incremento de la demanda de toda medicación Covid; la participación en ensayos clínicos; y el aspecto social, donde se ha visto la implicación tanto de las compañías como de sus empleados.

La industria farmacéutica a veces se visualiza con logos o grandes corporaciones, pero detrás hay personas. Hay que tener en cuenta que sus trabajadores, porque han hecho un esfuerzo importante.

Carlos A. Jiménez-Ruiz, presidente de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ): La primera enseñanza de esta pandemia es que la investigación está haciendo posible liderar a la humanidad de la más inmediata amenaza sufrida en el último siglo. Todos hemos aprendido la enorme relevancia que tiene invertir en investigación, el valor de la ciencia y la importancia que tiene apostar por el desarrollo tecnológico. Todos estos aspectos forman el ADN de la industria farmacéutica.

La industria farmacéutica ha sabido cumplir y comportarse, pero estamos viendo aspectos que no son nada edificantes. Me refiero a las empresas dedicadas a las vacunas Covid, que han cumplido con un papel en la investigación pero no están cumpliendo con la producción y el suministro. Esta sombra se debe limpiar cuanto antes.

María Jesús Lamas Díaz, directora de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps): En las peores semanas de la pandemia, sin la respuesta tan dinámica que tuvo la industria farmacéutica ayudada y apoyada por instituciones como la Aemps, esto hubiera sido un desastre de proporciones inimaginables. La industria trabajó de forma continua en un momento en el que se tensionó mucho todo el sistema de producción de medicamentos. Para ello tuvo el apoyo de la Agencia que, en coordinación con embajadas y el Ministerio de Industria y el de Exteriores, ayudó a conseguir materia prima en mercados que estaban cerrados.

La verdad es que la Administración entera se volcó, pero sin la profesionalidad y el entrenamiento de la industria no se hubiera podido responder a las necesidades. En esta segunda etapa no estamos viviendo estas tensiones, es cierto que vigilamos cada semana la declaración que nos hacen las compañías, un listado de medicamentos que consideramos críticos para asegurarnos que hay stock disponible, pero han sido capaces de responder a la demanda.

María Jesús Lamas explica cómo afectó la primera ola del Covid-19 a la industria farmacéutica y cómo reaccionó. 

Y luego está el desarrollo de la vacuna en tiempo récord, lo que demuestra que es una industria que está en la vanguardia. Las sombras que se están poniendo ahora sobre la industria deben resolverse con un mayor ejercicio de transparencia. Si son otro tipo de motivos como derivar parte de la producción hacia otros mercados, tiene que transparentarse para saber, porque hay un contrato firmado y hay unas obligaciones contractuales con la Unión Europea. Es una pena que estas sombras quiten mérito a un hito del que todos debemos sentirnos muy orgullosos.

Josep M. Pomar Reynés, presidente de la Fundación Signo y gerente del Hospital Son Espases (Palma de Mallorca): La industria ha tenido un comportamiento integrado en la respuesta de los profesionales, los directivos y las administraciones sanitarias en general. Los trabajadores han renunciado a sus vacaciones, han venido a trabajar cuando era necesario, se han ofrecido para trabajar voluntariamente; y la mayoría de compañías con las que trabajamos también han tenido este tipo de predisposición. La industria ha demostrado que forma parte del sector sanitario.

Hay una señal de alerta, ya que la industria tiene que ser absolutamente clara, transparente. Estamos ante algo que ha cambiado y que tenemos que gestionar adecuadamente.

Flexibilidad y diversificación de la industria farmacéutica para adaptarse a las nuevas demandas en tiempo de pandemia global. Objetivos alcanzados en la respuesta proporcionada y necesidades de mejora.

Josep M. Pomar: Hemos percibido que se ha avanzado en la flexibilización de los pactos, hay un avance importante que indica una adaptación importante de las dos partes. Por ejemplo, ha sido más ágil poder trabajar con algunas indicaciones fuera de la ficha técnica estricta cuando ha aparecido alguna posibilidad. Esta flexibilidad también la hemos notado en los aspectos de colaboración, es decir, hemos conseguido aportaciones importantes por parte de la industria que demuestra adaptación. Creo que en conjunto ha habido un abanico más abierto en cuanto a este tipo de colaboraciones.

María Jesús Lamas: La adaptación que he visto por parte de producción y disponibilidad de los medicamentos clásicos. Hemos pedido que todas las semanas se haga una declaración de los stocks, de las previsiones de producción. Después lo cruzamos con la ocupación media y el estado de la pandemia para comprobar con qué tiempo disponemos o disponen las compañías de los medicamentos. Entendemos que es un trabajo añadido que hemos puesto a las compañías y al que todas han respondido de forma muy responsable. Todas han hecho planes de contingencia.

La industria no ha acabado su proceso de adaptación a esta pandemia. Por una parte, en Europa estamos desarrollando la estrategia farmacéutica donde se identifiquen necesidades como asegurar la cadena de suministro y abastecimiento de medicamentos críticos o esenciales donde una dependencia de terceros países es muy peligrosa. Esto nos va a obligar a todos a pensar cómo resolverlo.

Hay que pensar cuáles son las necesidades para no depender de terceros países y que cada uno pueda responder. A nivel de estrategia farmacéutica, que debe diseñarse. Esto implica la síntesis clínica para disponibilidad de principios activos, donde España está muy bien posicionada al ser uno de los dos primeros países de la Unión Europea en producción de principios activos. Para ello hay toda una cadena que no debe resolver únicamente la industria, la sociedad tiene que definir cuáles son las necesidades.

La colaboración de la industria farmacéutica con la Administración sanitaria ha sido uno de los temas tratados en el encuentro virtual.


Carlos A. Jiménez-Ruiz: Ha habido una importante mejoría, un avance de las relaciones entre la industria y las autoridades político-sanitarias. La aprobación de un medicamento se ha flexibilizado mucho y ha hecho posible que se pueda responder a esta pandemia con las medicaciones adecuadas de forma rápida.

Ha habido una transparencia enorme en cuanto a la investigación de los diferentes medicamentos que se han utilizado para tratar la enfermedad. Hemos asistido día a día a un montón de estudios y ensayos clínicos, en los que aparecían todos los efectos adversos que se producían. Además, la adaptación es algo que va innato a la industria farmacéutica, se ha sabido adaptar a las circunstancias de manera rápida.

Rafael Borràs: Se ha comentado lo que ha llegado a tensionarnos a todos esta pandemia. Un ejemplo claro ha sido la carrera importante para locar productos a nuestros propios países, especialmente en el caso de los los que somos compañías internacionales. Muchas veces encontrar este balance es muy complejo, sobre todo sabiendo que hay otros mercados que también tienen esta necesidad. Pero también hemos ido aprendiendo a gestionar este asunto.

Otro punto importantísimo es no depender tanto de terceros países. Necesitamos una industria farmacéutica potente en Europa, pero para ello también necesitamos las condiciones adecuadas para que sea atractivo mantener y estar en Europa. Teva tiene 31 plantas en Europa, tanto de principio activo como de producto final, pero no podemos llegar a esta dependencia. Entre todos hemos de intentar construir este entorno que nos posibilite tener una industria farmacéutica potente.

Colaboración de la industria farmacéutica con la Administración sanitaria. La particularidad de las competencias autonómicas en materia de Sanidad.

Carlos A. Jiménez-Ruiz: Una de las cosas que se han visto mejoradas y aumentadas durante esta pandemia han sido las relaciones entre la industria farmacéutica y las autoridades político-sanitarias. La Agencia Española del Medicamento ha colaborado intensamente con las distintas industrias farmacéuticas, pero también ha habido una colaboración desde las distintas comunidades autónomas. Y no solo sobre medicamento relacionados con la Covid, sino también de los relacionados con otras enfermedades crónicas que se estaban quedando un poco desasistidos.

Rafael Borràs: Nosotros durante todo este periodo hemos tenido una relación exquisita con la Aemps y también con las comunidades autónomas, pero debe ser una relación de verdaderos partners, donde el cliente principal es la Administración. No osbtante, por otro lado nosotros también podamos aportar muchas cosas. En este sentido, no tengo ningún tipo de crítica, todo lo contrario, ha sido una relación buena y además hemos conseguido agilizar procesos.

Josep M. Pomar habla sobre la formación de los profesionales sanitarios en cuanto al arsenal terapéutico contra el Covid.

Josep M. Pomar: Una de las dificultades a veces para llegar a acuerdos con la industria es la diversificación, que es una característica de nuestro país y, debe ser asumida. Es una característica que requiere de algún tipo de abordaje. El punto crítico es la preocupación de la Administración por la sostenibilidad al sistema.Todavía no sabemos qué escenarios económicos van a tener en el sector porque el Covid va a remover muchísimas cosas, pero el punto difícil en el que los intereses pueden chocar es el interés de la Administración para asegurar la sostenibilidad. Va a ser el gran reto en la relación entre Administración e industria.

María Jesús Lamas: El objetivo de las agencias es la promoción y protección de la Salud Pública y para esto marcamos las reglas del juego a la industria. Esta es una relación sólida, asentada y que funciona bien. Pero la Administración es mucho más que la agencia reguladora. La relación Administración-industria farmacéutica  es la de dos partes que están condenados a entenderse. En ocasiones, sin embargo, será una relación tormentosa, porque coinciden intereses a veces contrapuestos.

Por otra parte, el producto que hace la industria farmacéutica no tiene un mercado libre, es un mercado absolutamente condicionado, prácticamente hay un cliente que es el Sistema Nacional de Salud en nuestro país. Por una parte puedes estar alimentando el circuito porque interesa mayor dominio de la economía basada en el conocimiento, mayor producción de medicamentos innovadores, mayor ganancia en calidad de salud, en calidad de vida y en salud aunque a veces sean ganancias incrementales, pero importantes desde el punto de vista del conocimiento.

Por supuesto que como ciudadanos vemos bien el desarrollo de la industria farmacéutica, pero luego cuando llega el momento de financiación surgen las tensiones, porque también queremos que nuestros impuestos se utilicen de la mejor manera posible. Por eso digo que con intereses que a veces están enfrentados, estamos condenados a tener una relación de entendimiento y al mismo tiempo que sea tormentosa. Sin embargo, no podemos hacer una dejación de funciones. Hay que cumplir con ambos objetivos: ser una zona interesante y atractiva para la inversión farmacéutica al tiempo que mantenemos un Sistema Nacional de Salud viable.

Conocimiento de las virtudes y problemas de los medicamentos destinados al tratamiento del Covid-19: ¿están bien informados los profesionales sanitarios? Consecuencias de destinar esfuerzos y recursos a la búsqueda de nuevos tratamientos y vacunas contra el Convid-19: ¿repercute en los trabajos en marcha destinados a intentar mejorar o solucionar otras patologías?


La formación del profesional en nuevos fármacos, bajo el paraguas de la industria


María Jesús Lamas: La formación de los profesionales sanitarios ha quedado relegada a manos de la industria. Y en esto hay dos interpretaciones, una buena y una menos buena. La buena es que quien más conoce el producto es quien lo ha desarrollado. Por otra parte, la industria es una actividad privada y tiene que hacer el mayor esfuerzo posible por mejorar sus ventas y puede incrementar el uso de su producto. Así que ante las actividades de formación, nunca podemos pensar que por parte de la industria solo van a tener el interés de la formación del profesional.

Me parece muy compleja su regulación. La industria tiene que tener una voz en hacer conocer sus productos, pero tiene que quedar muy desligado de actividades promocionales, porque al final acaban criándose redes clientelares con opiniones sesgadas sobre la bondad de un producto.

En cuanto a la segunda pregunta, nosotros no tenemos la percepción de que eso se esté abandonando porque la actividad en ensayos clínicos en la Agencia sigue siendo la misma que antes que el Covid. No hemos percibido disminución de solicitudes para ensayos clínicos, pero ahora mismo la principal causa de muerte es el Covid, entonces hay una urgencia inmediata para resolver en conocimiento y en productos y soluciones terapéuticas.

Josep M. Pomar: En este momento se ha garantizado un conocimiento importante del arsenal terapéutico de Covid, incluso se ha ido más allá de conocer las pautas y los medicamentos propios para abordar el problema.

La formación específica tiene que ser responsabilidad de las administraciones, de los empleadores y de las corporaciones. Mi impresión es que en los últimos años se ha trabajado muy bien en este sentido, es decir, no confundir la colaboración en actividades formativas de la colaboración en promoción de productos, aunque es verdad que las fronteras pueden estar muy debilitadas.

El Covid ha facilitado una implosión, un incremento importante de ensayos clínicos, incluso en servicios o en especialidades que tienen poca relación. Nos queda un lado amargo, no tanto en recursos terapéuticos, sino un poco en la pérdida de atención que se ha sufrido en el sistema sanitario.

Carlos A. Jiménez-Ruiz considera que ha habido mejoría en la relación industria-Administración con la pandemia. 

Carlos A. Jiménez-Ruiz: Sin duda que el aumento de la formación en materia de Covid ha quedado claramente demostrada, primero porque ha habido mucha transparencia en todos los artículos que se han publicado. Yo diría que ha corrido a cargo de las sociedades científicas. Si las sociedades científicas no hubieran actuado facilitando toda la información sobre la enfermedad, sobre el diagnóstico y el tratamiento de la misma a todos sus profesionales sanitarios, a todos sus socios, no sé quién hubiera hecho esa formación.

Por poner un ejemplo, Separ a lo largo de la pandemia hizo 26 webinars relacionadas con el diagnóstico y el tratamiento de la Covid, a las cuales atendieron más de 96.000 profesionales sanitarios. Pusimos en marcha un curso telemático sobre manejo clínico de la Covid-19 en el que han participado, 3.800 profesionales sanitarios. Abrimos discusiones en nuestra web en las que se abrían chat con expertos para que la gente les preguntara. La formación que dio Separ, igual que todas las sociedades científicas, durante esta pandemia a través de este tipo de actividades fue transparente, rigurosa y totalmente científica. Las sociedades científicas han jugado un papel fundamental en cuanto a dar formación sobre la Covid-19.

A la segunda pregunta, la súper atención que ha tenido la Covid-19 no me parece mal, estamos en un momento de pandemia, pero ha influido negativamente en otras cosas, por ejemplo, en la aprobación de nuevos medicamentos.

Rafael Borràs: Tanto la formación como la información a los profesionales sanitarios es un elemento fundamental, lo que pasa es que ha de venir de muchos sitios, de la Administración, las sociedades y también de la industria farmacéutica. Lo veo bajo un paraguas de autorregulación muy fuerte. Evidentemente que son compañías privadas con ánimo de lucro, pero bajo una ética, una responsabilidad y una transparencia.

En el aspecto de investigación, se ha focalizado mucho en el Covid, pero yo creo que en el resto de patologías se sigue invirtiendo. El Covid es el principal problema que tenemos en estos momentos, pero también tenemos otras situaciones que generan sufrimiento.


Las conclusiones del debate


Los intervinientes exponen las conclusiones tras el debate.

Rafael Borràs: Mi conclusión es aprendizaje, colaboración y seguir sumando. La clave de todo es la resiliencia, el hecho de saber adaptarnos a la nueva situación, sobre todo por parte de las personas que lo están pasando mal, no solo por el Covid, sino por la situación de incertidumbre.

Carlos A. Jiménez-Ruiz: Debemos estar agradecidos al importantísimo papel que han jugado los profesionales sanitarios, las empresas de tecnología sanitaria, sobre todo aquellas relacionadas con la oxigenoterapia, y al importante papel que ha jugado la industria farmacéutica.

María Jesús Lamas: Nuestro país necesita una industria farmacéutica estable, profesionalizada, innovadora, dinámica, como ha demostrado ser, para mantener los estándares de salud que requerimos y para hacer frente y derrotar definitivamente a esta pandemia.

Josep M. Pomar: Estamos en el momento de la atención sanitaria basada en valor y hay que sumar para aportar valor a los ciudadanos en su salud.

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