Se vislumbra una curación para la leucemia linfocítica crónica

El avance en el conocimiento básico de la biología de la leucemia linfocítica crónica ha permitido mejorar sus opciones de tratamiento y los hematólogos esperan que la curación no esté lejos.

Así lo ha manifestado María José Terol, facultativa del Clínico Universitario de Valencia y coordinara de la 9ª reunión anual del Grupo Español de Leucemia Linfocítica Crónica (Gellc), que ha tenido lugar en Madrid.

“Esperamos que ello [la mejora del conocimiento básico de la enfermedad] nos acerque a la curación de la leucemia linfocítica crónica”, ha expuesto.

Cambio de paradigma 

Los distintos avances e innovaciones en torno a esta enfermedad están generando un cambio de paradigma en su manejo. Los asistentes a la reunión han repasado las novedades expuestas en los últimos congresos nacionales e internacionales, como los inhibidores del BCR y BCL2, con altas tasas de eficacia y seguridad, que están desplazando a la quimioterapia y ofrecen un largo periodo sin enfermedad.

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La mayor eficacia de los nuevos inhibidores específicos augura un aumento significativo de la prevalencia de la enfermedad

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Terol apunta que “en este último año también se ha consolidado la eficacia de los nuevos inhibidores específicos de la vía de señalización del receptor de la célula B, en concreto, de los fármacos ibrutinib y venetoclax”.

Durante la novena reunión del Gellc se han presentado diferentes ensayos aleatorizados que consolidan la eficacia de ibrutinib frente a los esquemas de inmuno-quimioterapia utilizados hasta el momento.

En enfermedad avanzada, venetoclax en combinación con rituximab también presenta mayor eficacia que los esquemas de inmuno-quimioterapia clásicos, y permite obtener una eliminación profunda de la leucemia: incluso es imposible detectar una célula leucémica entre 100.000.

Eficacia de la terapia CART

Por otra parte, “la terapia CART también presenta una eficacia notable en el tratamiento de la leucemia linfocítica crónica, pero aún se necesita seguir profundizando en el desarrollo de ensayos clínicos y valorar cómo determinados fármacos pueden mejorar la situación inmunológica del paciente, que permita optimizar la expansión y eficacia de esta terapia”.

España es el segundo país del mundo con mayor expectativa de vida y esta enfermedad presenta una incidencia que aumenta con la edad. La mayor eficacia de los nuevos inhibidores específicos augura un aumento significativo de su prevalencia.