Para facilitar la implementación de los proyectos y modelos más innovadores que hay en el sector

El aseguramiento de la calidad sanitaria requiere del impulso legislativo
Carlos Mur; Alberto Pardo Hernández; Modoaldo Garrido; Mercedes Vinuesa; y Carlos Zarco.


1 dic. 2016 18:25H
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Una asignatura pendiente. En el abordaje sobre la importancia sobre el aseguramiento de la calidad en el sector sanitario se ha puesto en manifiesto la dificultad de su aplicación. Carlos Mur de Viu, director gerente del Hospital Universitario de Fuenlabrada, ha asegurado que el principal problema radica en “la falta de cambios legislativos y de la administración pública que favorezca a la implementación de nuevos proyectos de la gestión de la calidad”, según ha precisado en la jornada 'La calidad en el sector sanitario'.

Mur ha precisado que, aunque existen varias comunidades autónomas que están trabajando en el desarrollo de cambios que permitan adaptar la gestión de la calidad, hay otras en las que aún sigue en procesos iniciales, por lo que queda mucho terreno para avanzar ante la avalancha de tendencias e iniciativas que nacen en relación con el aseguramiento de la calidad. “Se ha comenzado un viaje sin retorno hacia la eficiencia, pero aún se deben dar muchos pasos para adaptarnos a los cambios demográficos y sociales que determinan el sector”.

En la mesa, moderada por Modoaldo Garrido, director gerente del Hospital Universitario Fundación Alcorcón, se ha destacado la importancia de la medición de los datos de calidad y atención, pero no solo para el control de los mismos, sino para darle una dirección y sentido estratégico para el beneficio del centro y los pacientes.

Madrid como referente

Alberto Pardo Hernández, subdirector general de Calidad Asistencial en la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, ha puesto en relevancia la apuesta autonómica por la calidad sanitaria de la autonomía. En concreto, asegura que actualmente se están desarrollando aseguramientos de la calidad en dos áreas: la básica, aquella relacionada directamente con el cumplimiento de la ley y la obtención de autorizaciones sanitarias. La segunda, es de carácter voluntario en el interior de los centros de salud, dando prioridad al cumplimiento de los requisitos internos de calidad e, incluso, con la certificación de instituciones externas.

Madrid ha centrado sus esfuerzos en el cuidado medioambiental y los efectos de la población. En este sentido, se ha apostado por la certificación de calidad ISO por lo que, desde 2013, se diseñó un plan estratégico para que todos los hospitales de la autonomía obtuvieran las certificaciones clave en este ámbito o que, al menos, estén en condiciones de ser certificadas. Los resultados saltan a la vista, ya que se han pasado de cuatro centros con el control de calidad en 2012 a un total de 18 en el año 2016, mientras que otros 10 están ya en fase de implementación.

Lejos de conformarse con las 469 certificaciones totales obtenidas, Pardo ha destacado que existen 113 planes de mejora y actualización de competencias de evaluadores, al mismo tiempo que se está potenciando la bolsa de auditores internos que hacen análisis internos en los diversos centros de salud en Madrid y se sigue avanzando en el modelo EFQM. No obstante, reconoce que “o es un gran modelo profesional porque a los profesionales les cuesta, pero es muy bueno para los directivos, quienes pueden traducir la normativa y aplicarla al personal”.

Calidad 'in situ'

El director médico del Hospital Universitario Moncloa, Carlos Zarco, asegura que, inicialmente, en su centro se apostó por un sistema de gestión total, siguiendo un modelo similar al utilizado dentro del sector empresarial. Con un proceso para el plan para la certificación de la calidad del hospital que comenzó en 1996 y que se puso en marcha en 1998, en 2001 ya contaba con el visto bueno sobre su organización en el ámbito de los certificados ISO. Una tendencia que han mantenido durante los años posteriores y manteniéndose en las últimas necesidades del sector.

En el ámbito del modelo EFQM, la puntuación máxima es de 1.000 puntos, Hospital Universitario Moncloa comenzó en 400 puntos y, actualmente, ya alcanza los 689, por lo que se aproxima a los niveles de eficiencia más altos del país. A esto suman otros certificados, entre los que destacan el Madrid Excelente, junto con la huella de carbono, el pacto global de la ONU y la norma de turismo sanitario. De cara al futuro, Zarco confía en que las TICs cambiarán las estructuras de la calidad, ayudando a contar con las mejores herramientas disponibles para adaptarlas a cada centro y alcanzar aquellos objetivos planteados.

El foco en los pacientes crónicos

Mercedes Vinuesa, coordinadora de Calidad Servicio de Medicina Preventiva del Hospital Universitario de la Princesa, ha recordado que las principales medidas de aseguramiento de calidad están centrados en la cronicidad. Según explica, está relacionado con tendencias demográficas en las que existen 900 millones de pacientes crónicos en Europa, a pesar de que la esperanza de vida en España es una de las más altas del mundo, con 85 años para las mujeres y 79 para los hombres.

Para Vinuesa, resulta preocupante que “para cada persona en edad para trabajar hay otra en estado de cronicidad”. Una tendencia que condiciona al funcionamiento del hospital, así como a los planes de calidad y eficiencia, siendo “un gran reto para los próximos años”. De ahí que prevé que sea necesario una reestructuración del sistema, pero basado en el análisis a profundidad.
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