Según los datos presentados por el director general del IDIS, Manuel Vilches, en el congreso de Sedisa y ANDE

Cataluña y Andalucía, cara y cruz del uso inadecuado de camas hospitalarias
El director general del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS), Manuel Vilches.


29 mar. 2017 19:00H
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POR JOSÉ A. PUGLISI
Cataluña y Andalucía son antónimos. Al menos, en el uso adecuado de camas hospitalarias que son empleadas en subagudos, según ha explicado el director general del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS), Manuel Vilches, durante su participación en la mesa ‘Riesgo del uso inadecuado e innecesario de las camas hospitalarias’, que se ha celebrado en el 20º Congreso Nacional de Hospitales y Gestión Sanitaria.

La tabla comparativa presentada en la mesa.

La tabla comparativa presentada en la mesa.

En el evento, organizado por la Sociedad Española de Directivos de la Salud (Sedisa) y la Asociación Nacional de Directivos de Enfermería (ANDE), Vilches ha destacado que en España hay una oferta de 0,33 camas de subagudos por 1.000 habitantes. Un índice que, según aclara, “se encuentra bastante lejos del promedio de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) de una cama por 1.000 habitantes, así como aún más distante de los países mejor dotados (Francia, Alemania y Suiza) que se acercan o superan las dos camas por 1.000 habitantes”. Una situación en la que destaca los datos positivos de Cataluña y la ‘culpabilidad’ de Andalucía.

“El ratio de 0,33 plazas por 1.000 habitantes está, en realidad, condicionado por las plazas de una sola comunidad autónoma, Cataluña”, ha puntualizado el director general del IDIS. Una afirmación que sustenta en que la región “representa el 55 por ciento del total” y que cuenta con un ratio de 1,06 camas por cada 1.000 habitantes, situación que se contrapone al 0,02 registrado en Andalucía, así como el 0,03 en Galicia y el 0,13 de Asturias.

Los principales problemas que Vilches percibe “ante la ausencia de una oferta bien estructurada” son la “prolongación en la estancia de pacientes que podrían recibir el alta en hospitalización de agudos, pero requieren de cuidados de enfermería y/o terapias de rehabilitación”, así como el “dar de alta a pacientes que no han recuperado del todo su capacidad funcional” y “dar el alta para la atención del paciente en el domicilio por parte de la familia y de los servicios de Atención Primaria”.

En este sentido, apunta que, según sus cálculos, existen 4.341 “camas liberables” entre algunas unidades como las de psicosis, rehabilitación, insuficiencia cardiaca y edema pulmonar e insuficiencia respiratoria, entre otras. En este sentido, agrega que se percibe una “estancia evitable” de 1.304.247,30 pacientes.

Sin olvidar la humanización

En la mesa, que ha sido moderada por Sylvia Vaquero Galán, directora de Enfermería de la Fundación Hospital Calahorra de La Rioja, el vocal de la Junta Directiva de Sedisa y director gerente del Hospital Clínico San Carlos, José Soto, ha puesto el acento en la necesidad de “volver a lo esencial”. Es decir, “a tratar al paciente como un ser humano, comprendiendo su comportamiento y explicando su estilo de vida, así como adaptando el modelo a las necesidades de diferentes grupos que conforman la sociedad”.

Vilches durante su presentación en la mesa ?Riesgo del uso inadecuado e innecesario de las camas hospitalarias?.

Vilches durante su presentación en la mesa ‘Riesgo del uso inadecuado e innecesario de las camas hospitalarias’.



Acceda al informe del IDIS sobre el uso inadecuado de camas hospitalarias en España
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