La tasa de abandono de MIR antes de terminar su residencia se situó en 2022 en el 3,4 por ciento

 Vicente Matas, coordinador del Centro del Centro de Estudios del Sindicato Médico de Granada, advierte de una especialidad FSE que pierde la mitad de los residentes por su precariedad.
Vicente Matas, coordinador del Centro del Centro de Estudios del Sindicato Médico de Granada.


27 feb. 2024 10:10H
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Seducidos por las condiciones laborales o salariales del exterior, un porcentaje nada desdeñable de médicos en formación dejan la residencia poco antes de concluirla. A nivel general, la tasa de abandono del MIR se sitúa en el 3,4 por ciento, pero existen grandes diferencias entre especialidades. La más perjudicada es Radiofarmacia (QIR o FIR), con un índice de hasta el 50 por ciento, mientras que en Cirugía Cardiovascular prácticamente uno de cada tres jóvenes se marcha a trabajar otro a otro país. También es negativa la variación en Medicina de Familia y Comunitaria, aunque la ‘sangría’ es mucho más contenida (3,5 por ciento).

“En España se forman muy buenos facultativos especialistas a los que no se les ofrecen contratos atractivos y estabilidad, por lo que algunos cientos emigran cada año a países del entorno donde se les trata mejor”, explica Vicente Matas, médico jubilado y coordinador del Centro de Estudios del Sindicato Médico de Granada, que acaba de publicar un informe sobre cuántos MIR terminaron su residencia en el año 2022.

Según este informe, 238 residentes que deberían haber concluido su etapa formativa en 2022 (la generación de 2018) no lo hicieron, lo que representa el 3,4 por ciento del total. En términos absolutos, la diferencia más abultada se encuentra en Medicina Familiar y Comunitaria, donde ese año abandonaron 64 MIR. Es decir, el 3,5 por ciento de los 1.810 aspirantes a especialista.

Sin embargo, hay un puñado de disciplinas en las que la variación porcentual es especialmente llamativa. Por encima de todas se encuentra Radiofarmacia, con una tasa negativa de hasta el 50 por ciento, aunque cabe recordar que en 2022 se ofertaron seis plazas. En el caso de Cirugía Cardiovascular, hasta el 28 por ciento de los 25 aspirantes dejó su residencia antes de acabarla.

Por detrás se encuentran Cirugía Pediátrica (-18,12 por ciento), Análisis Clínicos (-16,9), Medicina Nuclear (-14,3), Farmacología Clínica (-12,5), Microbiología y Parasitología (-11,0), y Neurocirugía (-10,3).

Por el contrario, hubo cuatro especialidades en las que todos los candidatos acabaron el MIR: Angiología y Cirugía Vascular (35 facultativos), Cirugía Oral y Maxilofacial (31), Medicina Interna (308) y Pediatría y Áreas Específicas (423).

Menos abandonos del MIR en los últimos años


Si se toma como referencia el año 2014, lo cierto es que la tasa de abandono en el MIR se ha reducido significativamente, pues ha pasado del 13,10 por ciento (941 especialistas) a ese 3,4 por ciento de 2022 (238).

Tal y como indica Vicente Matas, en estos ocho años pudieron terminar su formación 61.147 facultativos especialistas y solo lo hicieron 56.804. Es decir, 4.343 (el 7,1 por ciento) se marcharon antes de terminar.

“Se notan, tanto en los que podrían terminar como en los que terminan pasados cuatro o cinco años, los recortes en las convocatorias 2010-11 y 2011-12 que continuaron en las convocatorias siguientes”, desliza el facultativo retirado. Los incrementos de la oferta a partir de 2015-16 “han llegado muy tarde”, lamenta.

Medicina Familiar y Comunitaria, que es la especialidad que todos los años adjudica un mayor número de plazas, se ve “muy afectada por los recortes entre los años 2010 y 2014”. A ello se suma un gran número de abandonos entre los años 2014 a 2018. “Desde el año 2019 los abandonos se han reducido mucho, hasta quedar el en 3,54 por ciento en 2022. La media de abandonos en estos años ha sido del 11,83 por ciento, que suponen 1.887 especialistas menos”, resume Matas.

La siguiente especialidad en número de plazas adjudicadas es Pediatría, que presenta un número de abandonos muy bajo (61 desde 2014, el 1,65 por ciento de todos los aspirantes).

Los médicos insisten en el A1+ y un estatuto específico


En su informe, Vicente Matas incide en que formar a un facultativo especialista llega a suponer hasta 11 o 12 años que engloban Bachillerato y una selectividad-EBAU excepcional. "A esto se suma la gran responsabilidad, tiempo de dedicación con las muchas guardias, la penosidad y riesgos biológicos, químicos y mentales que se asumen en el trabajo diario merecen un reconocimiento especial, que no está suficientemente reconocido con el grupo A1, al que se accede con un grado de 240 créditos, por lo que los 360 del caso de medicina, nivel 3 MECES (Máster) y la formación adicional, obligaría para ejercer como especialista, merece un grado A1+ o similar y un estatuto específico", alega.

En este sentido, defiende que es "necesario y urgente" mejorar la estabilidad y las condiciones laborales, profesionales y retributivas de los médicos "para hacer atractivo ejercer en España", especialmente en la Atención Primaria y zonas de difícil cobertura.
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