Testimonios para derribar la mala comunicación médico-farmacéutico

Los farmacéuticos han convertido el 25 de octubre en una jornada clave en el calendario para conmemorar el Día Mundial de su profesión y poner en el centro de la opinión pública algunas de las reformas que más urgencia atesoran para mejorar la atención sanitaria. Uno de los problemas que más preocupa actualmente a los trabajadores de a pie es la dificultad para poder comunicarse directamente con los médicos de Atención Primaria, lo que demora el circuito de los pacientes y en algunos casos agrava su situación clínica. Por eso, insisten en la necesidad de abrir nuevos canales para intercambiar información como aplicaciones digitales.

Esta lectura de la situación se ha convertido en un tema compartido para buena parte de los profesionales que ejercen en las oficinas de farmacia, independientemente de la afluencia de pacientes o de su ubicación en la geografía. Redacción Médica ha reunido los testimonios de tres farmacéuticos titulares que han contado sus experiencias personales y han puesto rostro a las consecuencias de esta burocracia en puntos como Madrid, Linares (Jaén) o Ciruelos (Toledo).

Manuel Camaños dirige una farmacia ubicada en el barrio madrileño de Usera, donde atiende a un importante volumen de usuarios de nacionalidad china que requieren de los servicios sanitarios. En su recuerdo ha quedado la visita reciente un paciente que acudió a la oficina con un cuadro de conjuntivitis. Aunque él observó rápidamente el medicamento que requería, el protocolo le exigió una derivación. No fue hasta horas después cuando el hombre regresó para obtener el medicamento indicado.

“Lo deseable sería tener unos procolos de actuación consensuados en los que yo si veo una situación determinada y con la información suficiente del paciente pueda tomar una decisión. Porque si no pasan seis horas hasta que lo ven en Urgencias”, ha argumentado Camaños.

El titular de la oficina ha insistido en que abrir nuevas vías de comunicación no solo permitiría al farmacéutico actuar con mayor celeridad ante este tipo de situaciones, sino también al propio facultativo conocer algunos detalles sobre los medicamentos que toma el enfermo y que no figuran en su historial o los problemas de desabastecimiento para algunos preparados. “Ayudaría al sistema a reducir consultas que son innecesarias y al paciente le quitaríamos la ansiedad porque cuando tiene un problema es el único que existe en el mundo”, ha argumentado.

Una app para conectar médicos y farmacéuticos 

Este tipo de experiencias también son una tónica habitual en otras zonas como la farmacia que dirige Javier Palacios en el municipio de Linares y que se reparte una población de cerca de 15.000 personas junto a otro establecimiento. El farmacéutico ha recordado que durante una de sus guardias le llegó un paciente que requería amoxicilina en sobres. Sin embargo, los problemas de suministro habían acabado con esa forma en el mercado. La falta de comunicación impidió comunicar este problema al instante y el afectado tuvo que regresar a la consulta médica solo para conseguir una nueva receta en comprimidos.

“Hoy en día con los sistemas informáticos que tenemos, se tendría que poder acceder a los historiales y comunicarnos con el médico con aplicaciones que le saltara un mensaje y en la que se pudiera interactuar incluso con el paciente delante”, ha insistido el farmacéutico que ya probó los beneficios de estas nuevas prácticas con un estudio piloto el año pasado.

El papel del farmacéutico en las zonas rurales 

La necesidad de una comunicación directa también afecta a otros puntos con una gran dispersión de población de la denominada ‘España vaciada’. El pequeño pueblo de Ciruelos cuenta con apenas 700 habitantes y su oficina de farmacia está dirigida por Moisés Fernández, el farmacéutico de referencia del lugar. El profesional recuerda todavía el caso de un paciente que llegó con una infección bacteriana de la piel que podría haberse atajado en el momento. Sin embargo, el actual modelo exige que pasase primero por consulta y esa demora de varias horas terminó provocando que el problema cutáneo se extendiera por nuevas zonas. 

Fernández ha explicado que estos casos son habituales y que los principales problemas se producen cuando se trata de un paciente radicado en otros territorios como la Comunidad de Madrid. “No hay ninguna manera de comunicarse con el médico”, ha lamentado el profesional que atiende a un pueblo en el que el consultorio está abierto dos horas al día gracias a la rotación de una médica por varios municipios de las inmediaciones.

Los tres farmacéuticos, a los que separan cientos de kilómetros de distancia, han unido sus voces para señalar esta necesidad urgente que presenta el Sistema Nacional de Salud (SNS). La petición se suma a otras como la de abrir la puerta para la prescripción de algunos medicamentos con receta para patologías menores, hacer cambios con facilidad sobre los envases o formas farmacéuticas en casos de desabastecimiento, activar una historia interoperable común o incluir la vacunación entre sus funciones. Aunque este último caso no resulta tan prioritario.