Estos establecimientos sanitarios se encuentran en un proceso de canalización con la actualización de sus herramientas

Digitalización de la farmacia: ¿una herramienta útil o una carga?
Una oficina de farmacia.


SE LEE EN 5 minutos
La implantación de la receta electrónica ha impulsado la digitalización de oficinas de farmacia cuyas herramientas, en muchos casos, no estaban del todo actualizadas. A partir de ahí, la interoperabilidad o las aplicaciones para pacientes han supuesto un antes y un después para la concepción de una nueva farmacia virtual.

Para saber de qué forma se han adecuado los profesionales a este nuevo paradigma, Redacción Médica ha hablado con farmacéuticos que regentan oficinas de farmacia y que saben, de primera mano, lo que ha supuesto estos cambios en su trabajo.

Para Javier Palacios, a cargo de un establecimiento de farmacia en Linares (Jaén),"la digitalización es algo vital", no sólo en la mejora de herramientas informáticas y de gestión sino "porque nos ayuda mucho en el trabajo de cumplimiento de la adherencia terapéutica, en el seguimiento farmacoterapéutico, en proyectos de acompañamiento de pacientes polimedicados, en riesgo de soledad y abandono…".

"Nos obliga a realizar un proceso de renovación de reciclaje de nuestra forma de trabajar", reconoce Palacios, por lo que cree que, hay aprovechar la tecnología "para mejorar de la salud de los pacientes".

En el caso de Manuel Camaño, titular de una oficina de farmacia en el barrio madrileño de Usera, "la digitalización tiene una influencia enorme", aunque considera importante prestar atención a la brecha digital: "la mayoría de los usuarios de nuestros servicios no son nativos digitales, y aproximadamente más del 70 por ciento de las dispensaciones son a pensionistas".

"Para ellos es algo complicado; incluso procedimientos tan sencillos como solicitar cita o renovar prescripciones terminan en muchas ocasiones con el paciente viniendo a la farmacia a solicitar asistencia".

Desde el punto de vista de la farmacia, los sistemas de prescripción electrónica han supuesto una centrifugación de trabajo desde los centros de salud a las oficinas de farmacia. Camaño cuenta a este medio que, a consecuencia de esto, "la farmacia está desarrollando un papel nuevo en la relación del paciente con la administración sanitaria, ya que en muchas ocasiones le resulta más cercano al paciente que el propio centro de salud".

"Ahora el paciente acude a la farmacia no solo para retirar medicación, sino también para resolver un número creciente de consultas sobre cuestiones administrativas, como fechas de renovación de hojas de medicación, visados, cambios de tipo de aportación del paciente", señala.

Barreras para implementar la digitalización en las farmacias


Cuando hablamos de interoperabilidad y gestión electrónica de según qué tratamientos, Javier Palacios lo tiene claro: "las barreras siguen siendo los 17 sistemas autonómicos de salud", refiriéndose a la unificación de sistemas de gestión de receta electrónica de diferentes CCAA. "Aún no existe una interoperabilidad total".

Para Manuel Camaño, en sintonía con su homólogo, una consulta al servidor de otra comunidad puede llegar a complicarse por múltiples factores: fallo de conexiones funcionen, tareas de mantenimiento… etc. "No son pocos los casos de pacientes que, estando de vacaciones, nos llaman para preguntarnos cuándo pueden retirar su medicación", relata.

Por el contrario, el farmacéutico valora que, la gestión electrónica de los tratamientos crónicos "ha supuesto un ingente ahorro para el sistema público, tanto en horas de trabajo, como en costes materiales".

"El sistema anterior no permitía la flexibilidad del actual frente a los cambios de medicación, al haber prescripciones innecesarias ya impresas", aunque recuerda, "el papel de las recetas era un papel especial emitido por la FNMT y contenía elementos de seguridad para evitar su falsificación, lo que lo hacía más caro".

Al final, cuando se habla de si los pacientes están realmente preparados para interactuar de forma digital con sus farmacias, la brecha digital "tiene los días contados", reconocen los profesionales.

"Según vaya pasando el tiempo cada vez serán más los nativos digitales, y por tanto funcionarán mejor estos sistemas", señala Camaño, sin olvidar el trato personal y directo con el paciente. "Las apps están preparadas para dar respuestas automáticas, pero falta el toque humano, la empatía y el pensamiento lateral basado en la experiencia".

En cuanto al hándicap que supone la brecha digital en pacientes más mayores, el farmacéutico de Linares cree que la administración "debería poner a disposición de la población este tipo de apps que estén pensadas en facilitar programas de adherencia terapéutica". "Al final, las personas quieren que se les de confianza y se les asesore cuando piensan que tienen un problema".
REGÍSTRATE GRATIS
PARA SEGUIR LEYENDO
¿Ya eres premium? Inicia sesión
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.