Está previsto que 9 de las 17 autonomías puedan intercambiar recetas en los primeros meses de 2017

Las dos Españas de la receta electrónica interoperable
Cuatro regiones ya se han unido al RESNS: Extremadura, Canarias, Navarra y Castilla-La Mancha.


23 oct. 2016 17:00H
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Por fin. Esto es lo que pensará al leer esta información el gurú de las nuevas tecnologías Enrique Dans, quien hace unos meses se quejaba amargamente en su blog de los problemas para ir a una farmacia fuera de su región. Estos problemas, tal y como reseñaba, están derivados del hecho de que las distintas comunidades autónomas hubiesen adoptado la receta electrónica de manera independiente, generando “17 sistemas estancos”. Era, a su juicio de este experto, un mal uso de las nuevas tecnologías.

Aunque es cierto que, como sugería Dans en su artículo, lo idóneo hubiera sido que las distintas comunidades autónomas hubieran planteado un modelo compatible desde el principio, para cuando el informático y directivo emitía su queja, la solución ya estaba en marcha. Si bien con cierto retraso, el proyecto de interoperabilidad de la receta electrónica, liderado por el Ministerio de Sanidad, y en el cual participan las comunidades autónomas y los distintos colegios de farmacéuticos provinciales, ha dado pasos decisivos a lo largo de 2016 para corregir esta situación. A día de hoy cuatro regiones pueden intercambiar recetas entre sí y pronto serán más. Si se cumplen las previsiones, medio país (9 comunidades autónomas) estará incorporado en un solo sistema estatal de receta electrónica para los primeros meses de 2017.

En el otro medio país -que incluye algunas de las regiones más pobladas y, por ende, más complejas, como Madrid y Cataluña-, también se está trabajando en la adaptación de las especificaciones del sistema propio de recetas a los estándares que marca el Ministerio de Sanidad, pero hay una serie de autonomías que han podido adaptarse más rápidamente. Son las incluidas en la llamada Fase 2 del proyecto de interoperabilidad de la receta electrónica en el Sistema Nacional de Salud (RESNS) y todas ellas están hoy por hoy ultimando o han concluido ya las pruebas técnicas previas al despliegue de esta tecnología. En concreto, se trata de Galicia, Navarra, Murcia, Andalucía, Asturias, Cantabria, Baleares y La Rioja. Estas regiones se suman a las dos donde se ha estado llevando a cabo el proyecto piloto de receta electrónica interoperable, Canarias y Extremadura.

Hasta el pasado 3 de octubre, esas dos últimas regiones eran las únicas interoperables entre sí. Ese día, ese reducido club se amplió, ya que el Ministerio de Sanidad validó los desarrollos de Navarra y Castilla-La Mancha. La inclusión de estas dos regiones en el RESNS significa que, en el momento de escribir estas líneas, el sistema nacional de receta electrónica llega a 475 centros de salud y a 1.955 consultorios de atención primaria. Estos centros pueden prescribir recetas electrónicas que permiten retirar la medicación no solo en las farmacias de cada comunidad autónoma, sino también en las de aquellas otras comunidades que ya cuentan con este sistema. No obstante, las oficinas de farmacia navarras y castellanomanchegas van un poco por detrás y la previsión es que necesiten unos pocos meses aún para poder aceptar recetas electrónicas emitidas por otras regiones.

Las próximas regiones en incorporarse

Está previsto que Galicia sea la próxima comunidad autónoma en sumarse al sistema común del receta electrónica del SNS, ya que los desarrollos informáticos necesarios están muy avanzados, según adelanta el Ministerio. La siguente podría ser Murcia que, de acuerdo con lo confirmado a Redacción Médica por fuentes de su Consejería de Sanidad, entrará en el RESNS antes de que acabe el año. “Las pruebas de interoperabilidad con receta electrónica ya se han finalizado. Esperamos poder conectar los sistemas a final de año, con la intención inicial de empezar por la emisión de nuestras recetas electrónicas  hacia otras regiones, a fin de que sean dispensadas fuera de la Región y continuar después con la conexión de las oficinas de farmacia de nuestra región”, explican desde la Consejería murciana. Al igual que en Navarra y Castilla-La Mancha, primero va la posibilidad de emitir recetas hacia fuera de la región y después la capacidad de que las farmacias las puedan aceptar.

No hay fechas concretas para que se produzca la incorporación de estas oficinas de farmacia, al igual que no las hay para que el resto de autonomías se incorporen al RESNS. Parece que tras varios retrasos (inicialmente se habló de 2015), tanto el Ministerio como las comunidades quieren ser cautas. No obstante, todas las fuentes coinciden en hablar de pocos meses para el resto de regiones que ya están en la Fase 2. Así, comunidades como Cantabria, La Rioja o Asturias podrían estar emitiendo recetas para los primeros meses de 2017. Lo mismo se puede decir de Andalucía, desde cuya consejería explican que la región “está bien posicionada” dentro de este grupo, “aunque aún quedan algunas modificaciones pendientes de hacer, tanto en prescripciones como en dispensaciones”.

En definitiva, el objetivo de que todos los ciudadanos puedan moverse por todo el territorio nacional y obtener sus medicamentos prescritos en cualquier oficina de farmacia del país parece empezar a concretarse. Este es el próximo reto, después de que a día de hoy la receta electrónica haya alcanzado un uso impensable hace pocos años (un 85% de las prescripciones son elecrónicas, según datos de Sanidad). Los distintos actores parecen ser conscientes de la importancia de este desafío y, no en vano, el Ministerio de Sanidad, además de haber definido las especificaciones técnicas por la que se homogeneizan todos los sistemas regionales de receta electrónica, ha destinado 34,3 millones de euros para este proyecto en el periodo 2013-2016.
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