Existen mecanismos para establecer la obligatoriedad de la vacunación



8 jul. 2015 12:54H
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Marcos Domínguez. Santander
El calendario vacunal común español no es suficiente y las diferencias entre los de las comunidades autónomas no se sostienen desde un punto de vista científico, por lo que es necesario el establecimiento de un calendario único. Es la conclusión a la que han llegado los especialistas reunidos por Sanofi Pasteur MSD en Santander, en el marco de los cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo para hablar sobre las peculiaridades, acceso y financiación de estos fármacos.

Amós García Rojas, presidente de la Asociación Española de Vacunología; Julio Sánchez Fierro, vicepresidente del Consejo Asesor de Sanidad, y Pedro Alsina, director de Relaciones Institucionales de Sanofi Pasteur MSD.

Así se ha expresado Julio Sánchez Fierro, abogado y vicepresidente del Consejo Asesor del Ministerio de Sanidad, que ha señalado que “el calendario vacunal común costó trabajo sacarlo adelante, pero no es suficiente”. Aboga por generar un debate en torno a las vacunas, acceso y las condiciones de financiación. Y es que en España están financiadas aquellas dentro de calendario, y fuera de él esta financiación es completamente privada. Sin embargo, en otros países de nuestro entorno existen otros planteamientos, como la financiación parcial, que pueden ser útiles como ejemplo.

Por otro lado, el vicepresidente del Consejo Asesor ha señalado que la obligación a la vacunación “puede existir perfectamente”, y de hecho ya ha mecanismos establecidos para ello: epidemias y pandemias, situaciones excepcionales o ciertos colectivos. En este sentido, ha apuntado que los padres que piensan que la vacunación de sus hijos está a su libre albedrío “chocan claramente contra el derecho del menor a la protección de su salud”. Los menores necesitan una protección especial, y así la tienen en el ámbito jurídico.

De cualquier manera, Sánchez Fierro considera que las políticas de salud pública necesitan un impulso, y es que solo suponen el 1,1 por ciento del gasto sanitario total (las vacunas, el 0,35 por ciento de este último). La ley general de salud pública, de 2011, “es un producto legislativo inacabado y mejorable”, y habría que contemplar “no menos de 10­12 modificaciones para cumplir los objetivos que se fija el legislador”. Durante la discusión de la ley, en el año 2009, se pensaban en más de 1.500 millones de euros como presupuesto para este aspecto, cifra que bajó hasta los alrededor de 700 millones en el momento de su aprobación y que en la actualidad está por debajo de dicha cantidad.

Por su parte, Amós García Rojas, presidente de la Asociación Española de Vacunología, ha explicado que la existencia de un calendario vacunal único no está regañado con diferencias de implantación por bandas de edad dependiendo de la región. “El problema”, explica, “se cuando cuando un antígeno se ofrece en una comunidad y en otra no”.

García Rojas no se ha mostrado partidario de hacer la vacunación obligatoria, algo que ve “desmesurado”. Además, “los países que han establecido medidas obligatorias con vacunas tampoco han conseguido grandes resultados”. Con coberturas del 90­95 por ciento de la población, la obligación no completaría ese 5 por ciento, en el que están incluida población que no accede a la vacunación por diversas circunstancias (razones socioeconómicas, por ejemplo), pero no por convicción. Las coberturas españoles, señala García Rojas, “son envidiadas por otros países”.

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