Carmen Canga, profesora de Biología en Bachillerato, analiza cómo viven los alumnos la preparación para entrar al Grado

La doctora en Biología y profesora de Bachillerato, Carmen Canga, que prepara alumnos para entrar en Medicina
La doctora en Biología y profesora de Bachillerato, Carmen Canga.


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Carmen Canga, vocal de Educación del Colegio Oficial de Biólogos de la Comunidad de Madrid (Cobcm), doctora y docente de Biología durante más de tres décadas, conoce de primera mano la intensidad con la que muchos estudiantes afrontan su último curso de Bachillerato con un único objetivo: entrar en Medicina. La altísima nota de corte, la autoexigencia y el miedo al fracaso dibujan un escenario cada vez más exigente. En esta entrevista, Canga analiza el impacto emocional y académico de los que quieren estudiar Medicina, cuestiona el sistema de acceso universitario y ofrece claves para gestionar la ansiedad en un curso decisivo.

¿Qué nivel de presión percibe en sus alumnos que quieren estudiar Medicina, teniendo en cuenta la nota de corte tan alta que se exige actualmente?

El grado de Medicina, históricamente, no sólo en los últimos años, ha presentado notas de corte muy altas. La mayoría de los alumnos que quieren cursar grados universitarios que tienen una nota de corte alta están sometidos a bastante presión, que además va en aumento según avanza el curso. En el caso de Medicina, se añade que habitualmente estos alumnos y alumnas únicamente quieren cursar ese grado, no se plantean otras opciones y los que contemplan alguna otra se encuentran con que la nota de corte de la mayoría de grados de la rama biosanitaria también es bastante alta.

¿Ha observado cambios en el comportamiento, rendimiento o bienestar emocional de estos estudiantes en comparación con sus compañeros que no tienen ese objetivo?

Lo que he observado es que estos alumnos, al igual que aquellos que quieren cursar otros grados con notas de corte altas, se sienten más presionados durante todo el curso. Además suelen ser alumnos muy trabajadores y responsables, de manera que son exigentes consigo mismos y en ocasiones les cuesta controlar su ansiedad por saber si alcanzarán su objetivo. Evidentemente un alumno 'que no necesita media alta' se toma el curso de otra manera y está mucho más liberado y relajado.

Sin embargo, en mi opinión, el estado emocional de los alumnos que optan a Medicina no es peor que el de otros alumnos. Saben lo que quieren y van a por ello. Esto es un actitud positiva en la vida.

¿Qué estrategias utiliza o recomienda a sus alumnos para que gestionen la ansiedad y la carga académica durante 2º de Bachillerato?

La carga académica se gestiona mediante un trabajo continuo y organizado. Además, hay que saber el tipo de examen que tienes que realizar y practicarlo con todos los temas que entran en el examen.

Tener los conocimientos adecuados es la base, pero también hay que saber responder según el tipo de examen. No se prepara igual un examen tipo test que un examen por competencias.

La ansiedad se gestiona sabiendo desde el principio, sin engañarte a ti mismo, qué elección has hecho y, en consecuencia, a qué te enfrentas; diseñando una hoja de ruta y cumpliéndola. Solo así confiarás en ti mismo, lo que es una terapia estupenda contra la ansiedad.

¿Considera justo el sistema de acceso a Medicina basado casi exclusivamente en la nota, o cree que debería valorarse también otro tipo de méritos?

No considero justo el acceso a los grados universitarios en España. Creo que es una asignatura pendiente de nuestro sistema educativo. No por el hecho de que el mecanismo de valoración sea una nota, sino  porque no se prepara a los estudiantes, durante sus años de Secundaria, ni para afrontar un modelo de examen como el de la PAU ni para asimilar y comprender los contenidos de los programas de segundo bachillerato. No es coherente ni consecuente lo que se pide a los estudiantes en el examen final de la PAU respecto a lo que se les ha pedido en los años anteriores de Secundaria. El salto es mortal.

¿Ha conocido casos de estudiantes con vocación clara que han renunciado a intentar entrar en Medicina por miedo a no alcanzar la nota o por la presión acumulada?

No hasta el extremo de renunciar. Sin embargo, he conocido estudiantes que, en algún momento del curso, han tenido dudas de si seguir o no, ya que segundo bachillerato, para los alumnos que van a grados muy exigentes como Medicina, es absolutamente diferente y muchísimo más exigente que los cursos de secundaria no obligatoria, e incluso que primero bachillerato. En estos casos los padres y profesores tienen un importante papel que jugar.

¿Las redes sociales, con su bombardeo de difusión de experiencias, consejos... han complicado todavía más el estrés de estos alumnos?

El problema de las redes sociales es que los alumnos pasan demasiado tiempo en ellas, yo diría que mas de 3 horas al día; y ese tiempo, se resta de horas de estudio. Querer adquirir conocimiento en menos tiempo del necesario, es ineficaz y aumenta  el estrés.

Por otra parte, en las redes hay buenos profesionales que dan muy buenos consejos y buenas explicaciones que pueden ser de gran ayuda; pero también hay muchos otros, que no son profesionales y realmente no tienen un conocimiento claro de lo que hablan. Y hay mucho ruido que sólo aporta confusión y engaño. La pregunta es: ¿saben los alumnos distinguir entre la gran variedad de posibilidades que les ofrecen las redes, aquello que realmente les aporta algo positivo en su camino?
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