La priorización en la docencia de este tipo de centros les aleja de mantener buenos estándares científicos

Los requisitos de investigación enredan el avance de la universidad privada
El presidente de Cndfme, Antonio Compañ.


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Las universidades tendrán que adaptarse a los nuevos criterios marcados por el Gobierno. El Real Decreto en el que se incluyen los requisitos marcados por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades entrará en vigor el 28 de octubre, fecha que marcará el inicio de los cambios que tengan que aplicar respecto al número de alumnos o la ampliación de su oferta académica. Un marco al que tendrán que amoldarse tanto los proyectos de nuevos centros como las instituciones académicas ya existentes. En relación a estas últimas, desde la Conferencia Nacional de Decanas y Decanos de Facultades de Medicina de España (Cndfme) han resaltado que las entidades de titularidad privada tendrán que hacer un gran esfuerzo para su cumplimiento, sobre todo en términos de investigación.

"Considero que los nuevos criterios para el mantenimiento de la calidad y la acreditación afectarán notablemente a varios centros privados", ha puntualizado el presidente de la Cndfme y decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Miguel Hernández de Elche, Antonio Compañ, a Redacción Médica. En concreto, ha apuntado a aquellos que han experimentado un crecimiento reciente y acelerado.

Según los últimos datos del departamento gubernamental encabezado por Diana Morant, el avance de la oferta de Medicina en el curso 2025/2026 se sostiene principalmente en el incremento detectado en la universidad privada. Es más, los catálogos de los centros de titularidad no autonómica han incrementado un 25 por ciento su oferta en el presente año académico en comparación con el anterior, mientras que el listado del ámbito público no ha subido ni un 1 por ciento. Así, de las 529 plazas extra para este periodo, 490 pertenecen a entidades dependientes de empresa o Iglesia.


El problema de la investigación


Los nuevos criterios recogen que las universidades deberán invertir el 5 por ciento de su presupuesto en investigación, además de captar recursos externos equivalentes al 2 por ciento. La meta es que cuenten con grupos de investigación capaces de conseguir financiación de concurrencia competitiva. Asimismo, en esta apuesta por la tarea científica, el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades ha demandado a los centros que su plantilla docente debe estar integrada por un 50 por ciento de doctores, de los que el 60 por ciento tiene que acreditar experiencia en esta competencia.

Compañ duda de la capacidad actual de varias instituciones formativas privadas en relación a los requisitos indicados previamente. Por ejemplo, el relativo a personal. "Esto se debe a las diferencias estructurales y de modelo de negocio", ha remarcado el presidente de la Cndfme. Y es que algunos de estos centros recurren en mayor medida a profesores asociados o colaboradores a tiempo parcial, en vez de profesionales con dedicación a tiempo completo o doctores. "Aumentar la proporción de personal estable y acreditado supone un coste y reto logístico significativo", ha continuado.


"La exigencia de suficientes campos clínicos y laboratorios de alta calidad es innegociable"



El máximo representante de los decanos ha afirmado también que determinados centros privados se centran "más en la docencia", lo que hace que la infraestructura de investigación esté menos desarrollada y la financiación interna para I+D+i sea menor. "Esto los pone en desventaja para cumplir con los requisitos", ha comentado. Según Compañ, hay que acabar con esta lacra, razón por la que "la exigencia de suficientes campos clínicos y laboratorios de alta calidad es innegociable". "La calidad universitaria se mide cada vez más por la producción científica y la investigación”, ha agregado el decano de la institución pública alicantina.


Defensa de la universidad pública


El presidente de Cndfme ha valorado positivamente que se exijan criterios de calidad homogéneos y rigurosos a todas las entidades académicas, independientemente de su titularidad. "Se trata de una cuestión de responsabilidad social", ha remarcado. "No es enfrentar a universidades públicas y privadas, sino garantizar la excelencia en todas ellas", ha añadido Compañ, quien ha recalcado que todos los planes de estudios y recursos humanos e infraestructuras de los distintos centros con el grado en Medicina han sido analizados por parte de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (Aneca) y aprobados por las comunidades autónomas en las que radica cada institución.

El equilibrio público-privado es fundamental, pero Compañ entiende que el Gobierno priorice el apoyo financiero y estructural al primer espectro de la educación universitaria, con la misión de asegurar la sostenibilidad y la excelencia del Sistema Nacional de Salud (SNS). Bajo su prisma, estas instituciones académicas son "las garantes de la equidad en el acceso al grado, ya que el único criterio de admisión es la nota académica". A su vez, el decano ha compartido que acostumbran a contar con los mejores MIR y a concentrar la investigación médica de alto nivel.
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