Los futuros médicos brillaron en la PAU: "Se logra sin perder vida social"

Con notas por encima del 13 sobre 14, acceder a Medicina sigue siendo uno de los mayores retos académicos en España. La PAU 2025 ha vuelto a demostrarlo: la carrera más demandada vuelve a ser también la más difícil de alcanzar. La presión por obtener una calificación excelente, no solo buena, marca los dos años de Bachillerato de miles de jóvenes que sueñan con estudiar Medicina.

Entre ellos están Miguel, Irene, Alicia y Aitana. Vienen de Córdoba, Navarra y Almería; cada uno con su historia, pero todos con algo en común: una vocación definida, un expediente brillante y la ilusión, mezclada con prudencia, de empezar en septiembre un camino que lleva años dibujando en sus planes.

Miguel Muñoz: 13,901 "Ayudar me motiva"

“Desde hace tres años por ahí lo tenía claro”, cuenta Miguel Muñoz, que ha logrado un 13,901 en la PAU. Aunque reconoce que tanto el curso como la selectividad fueron intensos, asegura que se pueden vivir sin drama. “Se puede sobrellevar, no hace falta sacrificar vida social”, dice desde Córdoba, donde también quiere quedarse para estudiar Medicina.

Su curiosidad por el cuerpo humano fue la primera chispa, seguida después por el interés en las especialidades y la vida profesional del médico. Tiene familiares médicos, pero su decisión ha sido propia: “La parte humana, de ayudar, también me motivó”. Hoy por hoy le atrae Anestesiología, aunque sabe que la carrera le abrirá nuevas puertas. De momento, lo primero es desconectar. “Ahora mismo hay que disfrutar las vacaciones”.

Irene Zardoya: desde Tudela con Neurocirugía en el horizonte

A Irene, que ha sacado un 13,355 le gustaría especializarse en Neurocirugía. Vive cerca de Tudela y quiere estudiar Medicina en la Universidad Pública de Navarra, donde ya se ha informado sobre el plan formativo y el nuevo edificio que estrenarán este año. Su madre es enfermera y otros familiares también trabajan en sanidad, pero fue en el instituto donde sintió que Medicina era su camino.

Durante la PAU tuvo “un poco más de nervios” y se vio obligada a redoblar el estudio. “Las notas son altísimas y si no estudias y sacas buenas notas es imposible entrar”. A pesar de la exigencia, su tono es sereno. Espera que estos años le sirvan para aprender mucho, conocer a gente nueva y, como dice entre risas, estudiar bastante. Este verano lo dedicará a descansar y sacarse el teórico del coche.

Alicia Jiménez: 13,93 y un destino llamado Granada

“Siempre he sido muy aplicada en los estudios”, afirma Alicia Jiménez, que desde Almería ha conseguido un 13,93 en la PAU. En segundo de Bachillerato tuvo que apretar aún más, consciente de lo difícil que es entrar en Medicina. Lo decidió en primero, movida por la asignatura de Biología y por el deseo de ayudar. No tiene familiares médicos, pero encontró en esa idea una dirección clara.

Ha elegido la Universidad de Granada, tanto por prestigio como por necesidad de independencia. “Quiero irme de casa”, explica. Aunque aún no ha elegido especialidad, menciona Pediatría y Cardiología entre sus preferencias. Tras un año “muy tenso”, este verano será de desconexión. Y aunque se mudará sola, no conoce a nadie que vaya a estudiar allí, se muestra segura: “Sin miedo, más ganas que miedo”.

Aitana: 13,489 y la disciplina como motor

Aitana ha obtenido un 13,489 y espera entrar en la Universidad Pública de Navarra, aunque tiene plaza en la Universidad de Navarra y valora otras opciones públicas en España. “A ver si hay suerte”, dice, pendiente de cómo evoluciona la demanda.

Durante el curso fue constante. Muy constante. “No ha sido algo que venga, he sacado esta nota y ya. Constancia todos los días”, resume. Si tenía una excursión familiar o una visita a su abuelo, estudiaba el doble el día anterior. Incluso para ir a esquiar madrugaba más, con tal de no perder el ritmo.

Siempre quiso estudiar Medicina. Tiene varias familiares enfermeras, aunque nunca se planteó seguir ese camino. Lo suyo es vocación personal. La Pediatría le interesa, pero no quiere cerrarse a nada: “Hay muchos temas que no conozco y que igual me cautivan”. Este verano se centrará en descansar y sacarse el carnet de conducir. “Para ir quitándome cosas de encima”, dice con sensatez.